/ viernes 1 de diciembre de 2023

Antes que se nos olvide | ¿Por qué hay tanta violencia?

Desde hace unos 15 años, a varias televisoras se les ocurrió realizar narco series, al principio no invertían mucho presupuesto, pero cuando los directivos de canales como Telemundo, vieron que los índices de audiencia paulatinamente iban incrementando, decidieron realizar más producciones de ese tipo, inyectando mayor capital. Y aunque actualmente las narco series han disminuido, siguen siendo la carta fuerte de varias televisoras, trasmitiéndose con gran éxito, pero es absurdo, ya que es un programa donde de cierta manera, se enaltece al crimen organizado que tanto daño hace. Por lo cual, no es comprensible, que El señor de los cielos, desde hace 10 años se ha mantenido en el gusto del público, una serie que inició relatando la vida de un narcotraficante y de pronto se convirtió en el producto más exitoso de Telemundo, por obvias razones ya no la soltaron, este año se estrenó la octava temporada. Es evidente que los escritores ya no saben ni que inventarle a la trama, además, el protagonista, Aurelio Casillas, lo pintan como un superhombre, el cual lamentablemente se ha convertido en ídolo de muchos jovencitos e independientemente de la manera fantasiosa en que lo presentan, sobre todo en las últimas temporadas, los jóvenes, saben bien que la serie está inspirada en Amado Carrillo, y algunos en determinado momento, querrán emular sus deplorables hazañas, las de él o de cualquier otro narco reconocido que tenga serie televisiva. La atmosfera negativa que envuelve a estos tristes personajes siempre termina afectando algo, incluso a quienes participan en ese tipo de producciones. Rafael Amaya, protagonista de El señor de los cielos, se mimetizó de tal manera, que fuera de cámaras se comportaba altanero, soberbio, hablaba como Aurelio Casillas e incluso comenzó a involucrarse con delincuentes, que lo invitaban a sus fiestas, donde consumía drogas frecuentemente, tanto así, que terminó recluido en una clínica de adicciones.

Algo similar le ocurrió a Kate del Castillo, quien protagonizó La Reina del Sur, historia inspirada en Sandra Ávila, famosa narcotraficante, conocida como La Reina del Pacifico. La producción también fue muy exitosa, pero Kate se creyó todo poderosa como su personaje, que luego ya andaba en la vida real involucrándose con el Chapo Guzmán, metiéndose en serios problemas con autoridades estadounidenses y mexicanas.

Las televisoras producen contenidos que les genere mucho dinero y es válido, pues al fin y al cabo es un negocio, pero con narco series, solo atizan más el fuego de un país que está envuelto en llamas, donde diariamente son asesinadas 80 personas.

Por supuesto, si no tuvieran altas audiencias ese tipo de series, las cadenas televisivas dejarían de producirlas, pero tristemente en México, muchos prefieren apasionarse con la historia de un cruel narcotraficante, que con la vida de un empresario exitoso, altruista y honesto o la de un deportista triunfador y disciplinado. Luego nos preguntamos, ¿por qué hay tanta violencia en México?


Desde hace unos 15 años, a varias televisoras se les ocurrió realizar narco series, al principio no invertían mucho presupuesto, pero cuando los directivos de canales como Telemundo, vieron que los índices de audiencia paulatinamente iban incrementando, decidieron realizar más producciones de ese tipo, inyectando mayor capital. Y aunque actualmente las narco series han disminuido, siguen siendo la carta fuerte de varias televisoras, trasmitiéndose con gran éxito, pero es absurdo, ya que es un programa donde de cierta manera, se enaltece al crimen organizado que tanto daño hace. Por lo cual, no es comprensible, que El señor de los cielos, desde hace 10 años se ha mantenido en el gusto del público, una serie que inició relatando la vida de un narcotraficante y de pronto se convirtió en el producto más exitoso de Telemundo, por obvias razones ya no la soltaron, este año se estrenó la octava temporada. Es evidente que los escritores ya no saben ni que inventarle a la trama, además, el protagonista, Aurelio Casillas, lo pintan como un superhombre, el cual lamentablemente se ha convertido en ídolo de muchos jovencitos e independientemente de la manera fantasiosa en que lo presentan, sobre todo en las últimas temporadas, los jóvenes, saben bien que la serie está inspirada en Amado Carrillo, y algunos en determinado momento, querrán emular sus deplorables hazañas, las de él o de cualquier otro narco reconocido que tenga serie televisiva. La atmosfera negativa que envuelve a estos tristes personajes siempre termina afectando algo, incluso a quienes participan en ese tipo de producciones. Rafael Amaya, protagonista de El señor de los cielos, se mimetizó de tal manera, que fuera de cámaras se comportaba altanero, soberbio, hablaba como Aurelio Casillas e incluso comenzó a involucrarse con delincuentes, que lo invitaban a sus fiestas, donde consumía drogas frecuentemente, tanto así, que terminó recluido en una clínica de adicciones.

Algo similar le ocurrió a Kate del Castillo, quien protagonizó La Reina del Sur, historia inspirada en Sandra Ávila, famosa narcotraficante, conocida como La Reina del Pacifico. La producción también fue muy exitosa, pero Kate se creyó todo poderosa como su personaje, que luego ya andaba en la vida real involucrándose con el Chapo Guzmán, metiéndose en serios problemas con autoridades estadounidenses y mexicanas.

Las televisoras producen contenidos que les genere mucho dinero y es válido, pues al fin y al cabo es un negocio, pero con narco series, solo atizan más el fuego de un país que está envuelto en llamas, donde diariamente son asesinadas 80 personas.

Por supuesto, si no tuvieran altas audiencias ese tipo de series, las cadenas televisivas dejarían de producirlas, pero tristemente en México, muchos prefieren apasionarse con la historia de un cruel narcotraficante, que con la vida de un empresario exitoso, altruista y honesto o la de un deportista triunfador y disciplinado. Luego nos preguntamos, ¿por qué hay tanta violencia en México?