/ viernes 20 de octubre de 2023

Antes que se nos olvide | Todos con el psicólogo

¿Qué está pasando en nuestra sociedad? Regularmente nos preguntamos ante hechos lamentables como la matanza de 10 personas en un supermercado de Buffalo, Nueva York, ocurrida en mayo de 2022 y días después de ese triste suceso, otra masacre en Uvalde, Texas, donde Salvador Ramos de sólo 18 años, irrumpió en una escuela primaria con un fusil AR-15, disparando sin piedad a quien se encontrara, antes de ser abatido por la policía, acabó con la vida de 19 niños y dos maestras.

Los autores de estas masacres evidentemente tenían graves trastornos mentales, que posiblemente no fueron tratados. Un compañero de Salvador señaló que en la escuela sufría acoso y bullying, porque era tartamudo y ceceaba al hablar. Esto influyó en su personalidad, se hizo una persona retraída y más tarde abandonó la escuela, así mismo, se fue a vivir con sus abuelos, porque tenía problemas con su madre, quien era drogadicta. Definitivamente todas las personas de su entorno necesitaban ayuda psicológica o psiquiátrica, sus acosadores, la madre, los abuelos y por supuesto él.

Hace unas días, se presentó en esta ciudad un monólogo llamado “D´Mente”, interpretado por Ari Telch, durante una entrevista, el actor, que fue diagnosticado con trastorno bipolar hace ya tiempo, comentó que en su obra se abordan padecimientos mentales que están afectando a gran parte de la población. Y es que actualmente, la salud mental, es primordial, una afectación por mínima que parezca puede desencadenar graves problemas. Todos los seres humanos sin excepción, deberíamos ir con el psicólogo por lo menos dos veces al año, aun cuando consideremos que estamos bien, nunca está de más, darse una “reseteada” mental. Regularmente nos enfocamos en cuidar el corazón, riñones, hígado, entre otros, pero olvidamos la mente.

Cuando ocurrían matanzas como las mencionadas, algunos decían, eso sólo sucede en Estados Unidos, porque los gringos están bien locos, sin embargo, hechos similares, lamentablemente ya ocurren en México y otros países, como cuando en el 2017, Federico, un jovencito de 15 años, retraído y depresivo, comenzó a disparar contra sus compañeros, en una escuela de Monterrey, mientras realizaban un examen, hiriendo a seis, entre ellos la maestra, quien después murió en el hospital. Federico culminó su aterrador acto, dándose un tiro en la cabeza. Después en el 2020, hubo otro hecho similar en Torreón, José Ángel, un niño de 11 años, llevó a la escuela dos pistolas propiedad de su abuelo, con quien vivía. Durante la clase de inglés, pidió permiso para ir al baño, donde se vistió como su personaje favorito de un videojuego violento, al regresar, ya con pistolas en mano, se encontró con su maestra a la que disparó, dejándola sin vida, luego hirió a seis personas más, finalmente al igual que Federico, se suicidó.

Cuando a un hijo se le detecta un problema emocional, la mayoría de los padres dicen, “pues hay que llevarlo con el psicólogo” y está bien, pero si realmente quieren solucionar el problema deberían decir, “Vamos todos a terapia con el psicólogo”.


¿Qué está pasando en nuestra sociedad? Regularmente nos preguntamos ante hechos lamentables como la matanza de 10 personas en un supermercado de Buffalo, Nueva York, ocurrida en mayo de 2022 y días después de ese triste suceso, otra masacre en Uvalde, Texas, donde Salvador Ramos de sólo 18 años, irrumpió en una escuela primaria con un fusil AR-15, disparando sin piedad a quien se encontrara, antes de ser abatido por la policía, acabó con la vida de 19 niños y dos maestras.

Los autores de estas masacres evidentemente tenían graves trastornos mentales, que posiblemente no fueron tratados. Un compañero de Salvador señaló que en la escuela sufría acoso y bullying, porque era tartamudo y ceceaba al hablar. Esto influyó en su personalidad, se hizo una persona retraída y más tarde abandonó la escuela, así mismo, se fue a vivir con sus abuelos, porque tenía problemas con su madre, quien era drogadicta. Definitivamente todas las personas de su entorno necesitaban ayuda psicológica o psiquiátrica, sus acosadores, la madre, los abuelos y por supuesto él.

Hace unas días, se presentó en esta ciudad un monólogo llamado “D´Mente”, interpretado por Ari Telch, durante una entrevista, el actor, que fue diagnosticado con trastorno bipolar hace ya tiempo, comentó que en su obra se abordan padecimientos mentales que están afectando a gran parte de la población. Y es que actualmente, la salud mental, es primordial, una afectación por mínima que parezca puede desencadenar graves problemas. Todos los seres humanos sin excepción, deberíamos ir con el psicólogo por lo menos dos veces al año, aun cuando consideremos que estamos bien, nunca está de más, darse una “reseteada” mental. Regularmente nos enfocamos en cuidar el corazón, riñones, hígado, entre otros, pero olvidamos la mente.

Cuando ocurrían matanzas como las mencionadas, algunos decían, eso sólo sucede en Estados Unidos, porque los gringos están bien locos, sin embargo, hechos similares, lamentablemente ya ocurren en México y otros países, como cuando en el 2017, Federico, un jovencito de 15 años, retraído y depresivo, comenzó a disparar contra sus compañeros, en una escuela de Monterrey, mientras realizaban un examen, hiriendo a seis, entre ellos la maestra, quien después murió en el hospital. Federico culminó su aterrador acto, dándose un tiro en la cabeza. Después en el 2020, hubo otro hecho similar en Torreón, José Ángel, un niño de 11 años, llevó a la escuela dos pistolas propiedad de su abuelo, con quien vivía. Durante la clase de inglés, pidió permiso para ir al baño, donde se vistió como su personaje favorito de un videojuego violento, al regresar, ya con pistolas en mano, se encontró con su maestra a la que disparó, dejándola sin vida, luego hirió a seis personas más, finalmente al igual que Federico, se suicidó.

Cuando a un hijo se le detecta un problema emocional, la mayoría de los padres dicen, “pues hay que llevarlo con el psicólogo” y está bien, pero si realmente quieren solucionar el problema deberían decir, “Vamos todos a terapia con el psicólogo”.