Mala relación de empresarios y la “cuarta transformación”
Por: José Luis Jáquez
La relación de la clase empresarial con la llamada “cuarta transformación” no marcha por buen camino. Preocupante, ante la creciente crisis en materia económica, salud y seguridad.
A cuatro años de la llegada al poder de Andrés Manuel López Obrador, para la Confederación Patronal de la República Mexicana, el balance no es positivo.
En un informe oficial presentado el pasado 10 de julio, manifiestan, entre otras cosas: “Son múltiples las voces que advierten la inexistencia de la estrategia de seguridad”.
Y toman la frase del sacerdote de Creel, Javier “Pato” Ávila, durante la misa en el Sagrado Corazón de Jesús a los dos jesuitas asesinados en Cerocahui: “No alcanzan los abrazos para tantos balazos”.
Cuestionan la inauguración de la refinería Dos Bocas, que duplicó su costo y que no podrá refinar un solo litro de gasolina en el corto plazo. Y que es 75 veces mayor el costo de operación que los ingresos del aeropuerto Felipe Ángeles.
Lamentan que hoy existen 4 millones de nuevos pobres frente a la multiplicidad de programas y apoyos sociales.
El PIB cayó (-)18.7% durante el segundo trimestre de 2020, lo que motivó una caída anual de 8.5%, retrocediendo una década la actividad económica.
Coparmex asegura que se perdieron 1,117,584 empleos formales entre marzo y julio 2020, 89% de ellos pertenecían al rango de 1-3 salarios mínimos; 30% de las familias reportaron que al menos alguno de sus miembros perdió su fuente de ingresos.
La pandemia tomó a México con una economía debilitada y con creciente inflación. Está lejos de la recuperación, al ubicarnos en niveles de 2016.
El rezago actual es de 2.2 millones de empleos para cubrir la demanda de los jóvenes que se incorporan al mercado. La meta de creación de 100 mil empleos mensuales sigue pendiente.
La inversión se “ha deteriorado”. Hay una explicación detrás de esto, enfatizan los empresarios, el cambio de reglas, las afectaciones al Estado de derecho y las consultas públicas para tomar decisiones.
La inversión fija bruta se encuentra aún en niveles similares a 2013 y 13% por debajo del máximo histórico alcanzado en julio 2018.
México se ha mantenido fuera de la lista de los 25 países más atractivos para atraer inversión extranjera directa de AT Kearney.
Respecto al TMEC, debe acompañarse de un gobierno que brinde certeza jurídica y haga respetar el Estado de derecho.
En materia de seguridad, México vive una profunda e innegable crisis. “Nos cuesta principalmente en vidas y también por ser un duro golpe a la competitividad y confianza”. Alarma el registro inédito de 118 mil 201 víctimas de homicidio doloso.
Duele profundamente que casi 11 mujeres son asesinadas al día.
También es alarmante la apuesta por militarizar el mando de la Guardia Nacional.
En lo que corresponde a la salud y cobertura, a casi cuatro años, no existe un sistema que atienda las necesidades de la población y sigue pendiente garantizar el abasto de medicamentos.
En la gestión de la pandemia, la política ha sido errática. Y el INSABI es un proyecto que fracasó como alternativa al Seguro Popular.
Es marcado el ataque al INE, INAI, Banxico, Cofece, UNAM y otras instituciones. “El saldo es negativo ya que se debilitan los contrapesos en la pretensión de centralizar el poder,” señalan.
El Sistema Nacional Anticorrupción es una de las principales debilidades de esta administración.
A pesar del panorama desalentador, es urgente que el gobierno y empresarios trabajen de la mano, pues la prioridad es sacar adelante a los menos favorecidos, garantizar salud de todos, recuperar la economía, frenar la violencia y lograr la paz social. ¿Es mucho pedir?
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