/ viernes 12 de abril de 2024

Camino Real | Los mapas de Chihuahua V

Los mapas del territorio son esenciales para contar el pasado de una región. Aunque también existen las fuentes documentales, iconográficas y audiovisuales. Sin embargo, de todas las herramientas para acercarnos al pasado, el mapa sigue siendo el producto histórico y cultural por excelencia. Así, el plano cartográfico termina siendo un elemento imperativo para la construcción de una identidad nacional o estatal.

Este 2024, Chihuahua cumple 200 años de existencia y por eso hemos revisado los diversos cambios en los límites geográficos de nuestro estado, a lo largo de su historia. La defensa del territorio ante las constantes incursiones de indios apaches, mezcaleros, faraones , como de los temidos comanches, fue un antecedente unificador de la región. Por otro lado, un segundo elemento causal fue el hecho de que —desde el periodo colonial— la actual capital del estado ya ocupaba un lugar trascendental en la ruta del Camino Real de Tierra Adentro.

Sin embargo, el origen puntual de nuestra entidad ocurrió con la promulgación de la Constitución de 1824, en la que se determinó el reconocimiento de 19 estados y 5 territorios, entre las 19 entidades se encontraba Chihuahua, un rango que ni siquiera Nuevo México pudo lograr. “Las partes de esta federación son los Estados y territorios siguientes: el Estado de las Chiapas, el de Chihuahua, el de Coahuila…” dictaba en el Título II el texto del constituyente, publicado el 4 de octubre de 1824.

Nuestra región dejó de ser parte de la Nueva Vizcaya (actual estado de Durango) a la que se le unía jurisdiccionalmente desde el periodo virreinal. Ahora Chihuahua, gozaba de autonomía política y se reconocía su importancia en el nuevo orden nacional. No obstante, en este primer mapa aún no se encontraba Paso del Norte, pues dicha región todavía pertenecía al territorio neomexiquense.

Un segundo cambio en el mapa, ocurrió en 1826, cuando la actual Ciudad Juárez se integró al espacio geográfico chihuahuense. Tal acción obligó a la anexión de la actual región de Villa Ahumada lo que, desde luego, impactó en la reordenación territorial. “Chihuahua: 12,557 leguas cuadradas y 160,000 mil habitantes”, señalaba un mapa publicado por Antonio García Cubas, para 1858, un plano que aún presenta serias diferencias en el Este y el Oeste.

Un tercer elemento ordenador del territorio fue el auge del capitalismo. Para 1888, de El Paso, Texas cruzaban a la vecina Ciudad Juárez las primeras vías de ferrocarril. La apertura de bancas comerciales, la precaria industrialización y el desarrollo de las regiones, impactaron en la configuración del territorio chihuahuense. En 1908, un mapa elaborado por la Dirección General de Correos, mostraba un plano en el que ya se integraban las rutas ferroviarias, mismas que surcaban los cuatro puntos cardinales del estado.

Finalmente, el cuarto y último elemento rector del territorio chihuahuense fueron las exploraciones realizadas por la Dirección de Estudios Geográficos y Climatológicos, una institución fundada en el periodo revolucionario. Dicho organismo -dependiente de la Secretaría de Agricultura y Fomento- elaboraría un Atlas Geográfico de la República Mexicana entre 1919 y 1921. Esta cartografía sería pública para 1922 y en ella se incluyeron las carreteras, ferrocarriles, los asentamientos y ciudades principales. En ese mapa ya se puede observar la figura del Chihuahua que todos conocemos. “Ustedes saben dibujar el mapa de Chihuahua, porque aquí nacieron y aquí estudiaron…yo sé dibujar el mapa de Chiapas, porque así lo aprendí en la primaria”. Nos decía Don Pedro Siller, en clase. FIN

Los mapas del territorio son esenciales para contar el pasado de una región. Aunque también existen las fuentes documentales, iconográficas y audiovisuales. Sin embargo, de todas las herramientas para acercarnos al pasado, el mapa sigue siendo el producto histórico y cultural por excelencia. Así, el plano cartográfico termina siendo un elemento imperativo para la construcción de una identidad nacional o estatal.

Este 2024, Chihuahua cumple 200 años de existencia y por eso hemos revisado los diversos cambios en los límites geográficos de nuestro estado, a lo largo de su historia. La defensa del territorio ante las constantes incursiones de indios apaches, mezcaleros, faraones , como de los temidos comanches, fue un antecedente unificador de la región. Por otro lado, un segundo elemento causal fue el hecho de que —desde el periodo colonial— la actual capital del estado ya ocupaba un lugar trascendental en la ruta del Camino Real de Tierra Adentro.

Sin embargo, el origen puntual de nuestra entidad ocurrió con la promulgación de la Constitución de 1824, en la que se determinó el reconocimiento de 19 estados y 5 territorios, entre las 19 entidades se encontraba Chihuahua, un rango que ni siquiera Nuevo México pudo lograr. “Las partes de esta federación son los Estados y territorios siguientes: el Estado de las Chiapas, el de Chihuahua, el de Coahuila…” dictaba en el Título II el texto del constituyente, publicado el 4 de octubre de 1824.

Nuestra región dejó de ser parte de la Nueva Vizcaya (actual estado de Durango) a la que se le unía jurisdiccionalmente desde el periodo virreinal. Ahora Chihuahua, gozaba de autonomía política y se reconocía su importancia en el nuevo orden nacional. No obstante, en este primer mapa aún no se encontraba Paso del Norte, pues dicha región todavía pertenecía al territorio neomexiquense.

Un segundo cambio en el mapa, ocurrió en 1826, cuando la actual Ciudad Juárez se integró al espacio geográfico chihuahuense. Tal acción obligó a la anexión de la actual región de Villa Ahumada lo que, desde luego, impactó en la reordenación territorial. “Chihuahua: 12,557 leguas cuadradas y 160,000 mil habitantes”, señalaba un mapa publicado por Antonio García Cubas, para 1858, un plano que aún presenta serias diferencias en el Este y el Oeste.

Un tercer elemento ordenador del territorio fue el auge del capitalismo. Para 1888, de El Paso, Texas cruzaban a la vecina Ciudad Juárez las primeras vías de ferrocarril. La apertura de bancas comerciales, la precaria industrialización y el desarrollo de las regiones, impactaron en la configuración del territorio chihuahuense. En 1908, un mapa elaborado por la Dirección General de Correos, mostraba un plano en el que ya se integraban las rutas ferroviarias, mismas que surcaban los cuatro puntos cardinales del estado.

Finalmente, el cuarto y último elemento rector del territorio chihuahuense fueron las exploraciones realizadas por la Dirección de Estudios Geográficos y Climatológicos, una institución fundada en el periodo revolucionario. Dicho organismo -dependiente de la Secretaría de Agricultura y Fomento- elaboraría un Atlas Geográfico de la República Mexicana entre 1919 y 1921. Esta cartografía sería pública para 1922 y en ella se incluyeron las carreteras, ferrocarriles, los asentamientos y ciudades principales. En ese mapa ya se puede observar la figura del Chihuahua que todos conocemos. “Ustedes saben dibujar el mapa de Chihuahua, porque aquí nacieron y aquí estudiaron…yo sé dibujar el mapa de Chiapas, porque así lo aprendí en la primaria”. Nos decía Don Pedro Siller, en clase. FIN