/ viernes 5 de junio de 2020

Capacidad de asombro

Se recupera la capacidad de asombro en gran parte de la sociedad, por los acontecimientos acelerados que se están dando en México. Nos llena de asombro que en pleno semáforo rojo, y con más de 100 mil personas contagiadas por el coronavirus y más de 11 mil defunciones por la misma causa, se dé el banderazo para la reapertura de algunos sectores, y aunque se hace la recomendación por parte de autoridades para que nos quedemos en casa, con todas las medidas preventivas que ya conocemos, se envían mensajes contradictorios que generan confusión en la población, por ejemplo, el Presidente inició sus giras en eventos que nada tienen de urgencia, la conmemoración del Día de la Marina Nacional y dar el banderazo de inicio del Tren Maya (y sin cubrebocas), además declara irresponsablemente que la pandemia está “domada en México”, y la realidad indica lo contrario, somos el segundo lugar en América Latina con mayor porcentaje de mortandad del 11%, cuando la media internacional es del 6%. Sólo nos colocamos por debajo de Brasil.

Es de causar asombro que sigamos perdiendo vidas, muchas del personal de salud que han fallecido por el Covid-19, dadas las malas condiciones en que se encuentra el sector y la falta de equipo e instrumental adecuado para evitar los contagios; también despertó asombro que AMLO no acudiera con la debidas precauciones y protecciones a visitar al menos un par de hospitales, aunque fuera por la parte externa de los mismos, para mostrar empatía a los enfermos y al personal médico y de salud, como le corresponde a un mandatario solidarizado con la desgracia de la gente, por lo contrario, en sus mensajes denostó y ofendió a los médicos, quienes a pesar de estar agotados por tanto desgaste, no han aflojado el paso ante esta situación de emergencia.

Otro motivo de asombro son los datos anunciados por el Inegi respecto a que en abril se registraron más de doce millones de desempleados en el país, y el mal augurio que se presenta de que se sumarán a la pobreza en la que se encuentra más de la mitad de la población.

Es asombroso que AMLO haya anunciado que el Gobierno iba bien, hasta que se atravesó la pandemia, cuando es de todos conocido que desde antes de la llegada del coronavirus, la situación económica del país se agravó por las malas decisiones tomadas por su Gobierno, y ni qué decir del azote de inseguridad y de violencia que han generado miles de víctimas mortales, superando por mucho las registradas en los sexenios anteriores y por las que antes se “rasgó las vestiduras”.

Son muchos los casos que nos siguen asombrando y nos dejan perplejos y que faltan de referir; brota por todas partes la insatisfacción social por las malas decisiones del Gobierno, que se está viendo reflejada de distintas maneras, y es un hecho que seguirá creciendo.

Se recupera la capacidad de asombro en gran parte de la sociedad, por los acontecimientos acelerados que se están dando en México. Nos llena de asombro que en pleno semáforo rojo, y con más de 100 mil personas contagiadas por el coronavirus y más de 11 mil defunciones por la misma causa, se dé el banderazo para la reapertura de algunos sectores, y aunque se hace la recomendación por parte de autoridades para que nos quedemos en casa, con todas las medidas preventivas que ya conocemos, se envían mensajes contradictorios que generan confusión en la población, por ejemplo, el Presidente inició sus giras en eventos que nada tienen de urgencia, la conmemoración del Día de la Marina Nacional y dar el banderazo de inicio del Tren Maya (y sin cubrebocas), además declara irresponsablemente que la pandemia está “domada en México”, y la realidad indica lo contrario, somos el segundo lugar en América Latina con mayor porcentaje de mortandad del 11%, cuando la media internacional es del 6%. Sólo nos colocamos por debajo de Brasil.

Es de causar asombro que sigamos perdiendo vidas, muchas del personal de salud que han fallecido por el Covid-19, dadas las malas condiciones en que se encuentra el sector y la falta de equipo e instrumental adecuado para evitar los contagios; también despertó asombro que AMLO no acudiera con la debidas precauciones y protecciones a visitar al menos un par de hospitales, aunque fuera por la parte externa de los mismos, para mostrar empatía a los enfermos y al personal médico y de salud, como le corresponde a un mandatario solidarizado con la desgracia de la gente, por lo contrario, en sus mensajes denostó y ofendió a los médicos, quienes a pesar de estar agotados por tanto desgaste, no han aflojado el paso ante esta situación de emergencia.

Otro motivo de asombro son los datos anunciados por el Inegi respecto a que en abril se registraron más de doce millones de desempleados en el país, y el mal augurio que se presenta de que se sumarán a la pobreza en la que se encuentra más de la mitad de la población.

Es asombroso que AMLO haya anunciado que el Gobierno iba bien, hasta que se atravesó la pandemia, cuando es de todos conocido que desde antes de la llegada del coronavirus, la situación económica del país se agravó por las malas decisiones tomadas por su Gobierno, y ni qué decir del azote de inseguridad y de violencia que han generado miles de víctimas mortales, superando por mucho las registradas en los sexenios anteriores y por las que antes se “rasgó las vestiduras”.

Son muchos los casos que nos siguen asombrando y nos dejan perplejos y que faltan de referir; brota por todas partes la insatisfacción social por las malas decisiones del Gobierno, que se está viendo reflejada de distintas maneras, y es un hecho que seguirá creciendo.