/ jueves 22 de febrero de 2018

Carrera de dos: Ricardo Anaya y AMLO

Después del cierre de las precampañas, en realidad quedan dos propuestas serias, con posibilidades de ganar la contienda por la Presidencia de la República, Ricardo Anaya y la coalición Por México al Frente,  y AMLO con la alianza Juntos Haremos Historia.

La regresión imperdonable de un mesías, con su propuesta populista y retrógrada, que pone en riesgo las instituciones y la estabilidad del país, que ofreciendo lo que sea, con tal de ganar, ha aglutinado a su derredor a personajes encontrados, recogiendo a los más refinados pillos, de nuestra vasta geografía nacional, estructurando un equipo de cómplices, que nada tienen que ver con el progreso y bienestar de los ciudadanos, solamente arrebatar el poder y el presupuesto, al costo que sea.

Por otro lado, una propuesta de cambio con futuro, que aglutina las necesidades más apremiantes de los mexicanos, justicia, seguridad, salud, educación y por su puesto terminar con la corrupción y la impunidad, que han caracterizado a este gobierno. Dar certeza a las instituciones y garantizar un verdadero Estado de derecho y apego a las leyes, haciendo los cambios y correcciones necesarias para mejorar las que así lo requieran y terminar con el pacto de impunidad que tiene sumido al país en la peor crisis moderna de  la que tengamos memoria.

Ricardo Anaya encabezando una coalición que representa un grupo de entusiastas, que haciendo acopio de fuerzas y de voluntad política han logrado conjuntar una propuesta de gobierno representada por la mezcla de iniciativas de diversa y variada índole, que encarnan la diversidad que hoy vivimos, así como los deseos y aspiraciones más legítimas de los mexicanos.

La insistencia del PRI-Gobierno en golpear a Ricardo Anaya deja en evidencia que el peor escenario para ellos es una realidad,  donde la competencia es entre dos punteros y un claro lejano segundo lugar, representados por Ricardo Anaya y AMLO, los punteros, y el lejano segundo lugar en José Antonio Meade, la estrategia es clara, querer arrebatar esta posición de competencia a como dé lugar, inventando todo tipo de calumnias, usando los medios serviles, el presupuesto federal y por su puesto las encuestas de mentiritas en el intento, son su última oportunidad.

Lo que no deja de sorprender es que en el intento el PRI-Gobierno se ha olvidado del verdadero enemigo público, ya saben quién, dejándolo pasar como Pedro por su casa, muy seguramente, la estrategia marcaba terminar primero con Anaya y la coalición, para luego proceder con la amenaza pública… es evidente, ya, que la apuesta no resultó, en la línea de planeación estratégica, que nos suponemos, deben  tener, urge la entrada del plan B y dejar de golpear a la única y verdadera opción que puede hacer frente al reto y ganar la batalla, el verdadero enemigo es otro… apremia la corrección de enfoque y estrategia, el tiempo está en nuestra contra.

 

Después del cierre de las precampañas, en realidad quedan dos propuestas serias, con posibilidades de ganar la contienda por la Presidencia de la República, Ricardo Anaya y la coalición Por México al Frente,  y AMLO con la alianza Juntos Haremos Historia.

La regresión imperdonable de un mesías, con su propuesta populista y retrógrada, que pone en riesgo las instituciones y la estabilidad del país, que ofreciendo lo que sea, con tal de ganar, ha aglutinado a su derredor a personajes encontrados, recogiendo a los más refinados pillos, de nuestra vasta geografía nacional, estructurando un equipo de cómplices, que nada tienen que ver con el progreso y bienestar de los ciudadanos, solamente arrebatar el poder y el presupuesto, al costo que sea.

Por otro lado, una propuesta de cambio con futuro, que aglutina las necesidades más apremiantes de los mexicanos, justicia, seguridad, salud, educación y por su puesto terminar con la corrupción y la impunidad, que han caracterizado a este gobierno. Dar certeza a las instituciones y garantizar un verdadero Estado de derecho y apego a las leyes, haciendo los cambios y correcciones necesarias para mejorar las que así lo requieran y terminar con el pacto de impunidad que tiene sumido al país en la peor crisis moderna de  la que tengamos memoria.

Ricardo Anaya encabezando una coalición que representa un grupo de entusiastas, que haciendo acopio de fuerzas y de voluntad política han logrado conjuntar una propuesta de gobierno representada por la mezcla de iniciativas de diversa y variada índole, que encarnan la diversidad que hoy vivimos, así como los deseos y aspiraciones más legítimas de los mexicanos.

La insistencia del PRI-Gobierno en golpear a Ricardo Anaya deja en evidencia que el peor escenario para ellos es una realidad,  donde la competencia es entre dos punteros y un claro lejano segundo lugar, representados por Ricardo Anaya y AMLO, los punteros, y el lejano segundo lugar en José Antonio Meade, la estrategia es clara, querer arrebatar esta posición de competencia a como dé lugar, inventando todo tipo de calumnias, usando los medios serviles, el presupuesto federal y por su puesto las encuestas de mentiritas en el intento, son su última oportunidad.

Lo que no deja de sorprender es que en el intento el PRI-Gobierno se ha olvidado del verdadero enemigo público, ya saben quién, dejándolo pasar como Pedro por su casa, muy seguramente, la estrategia marcaba terminar primero con Anaya y la coalición, para luego proceder con la amenaza pública… es evidente, ya, que la apuesta no resultó, en la línea de planeación estratégica, que nos suponemos, deben  tener, urge la entrada del plan B y dejar de golpear a la única y verdadera opción que puede hacer frente al reto y ganar la batalla, el verdadero enemigo es otro… apremia la corrección de enfoque y estrategia, el tiempo está en nuestra contra.