/ jueves 2 de agosto de 2018

Consultas

“El consultar no es sino un tardar”

- Rotterdam -

En la casa de ustedes, que es la mía, la mayoría de las decisiones son tomadas por mi dulce consorte, a mí se limitan a decirme qué es lo que se va a hacer y hasta cómo hacerlo y no me queda más que acatar las instrucciones sin la mínima oportunidad de objetar nada de la situación. Hasta la fecha ahí la llevamos. Cuando se trata de decisiones cuyo grado de seriedad es considerable entonces sí soy llamado a consulta, donde mis palabras son escuchadas atentamente y mandadas enseguida al terreno de la ignorancia, es decir, en casa las consultas sirven para dos cosas.

Desde luego que para cualquier gobierno es importantísimo conocer qué piensa la sociedad sobre cómo se está actuando o sobre qué es lo que requiere en momentos específicos entendiendo que en algunos temas el pueblo no puede decidir por lo complejo de los mismos, es por esto por lo que a través de las urnas el ciudadano elige a quien creen puede hacer algo al respecto.

En una frágil acción se está pretendiendo que a través de las consultas ciudadanas sumadas a una buena dosis de palabras mágicas el gobierno decida qué y cómo hacerle para sacar adelante ciertos problemas que aquejan al país; dejando entrever con esto que puede existir cierta maniobra (ni modo que no) para que al final de cuentas se haga lo que siempre se quiso hacer, pero ahora justificado por el aval de la mayoría de los consultados. ¿Quiubo?

Por supuesto que algunos asuntos encuentran en la consulta una buena base que coadyuve a tomar una mejor decisión, pero para aquello que implica un fuerte grado de responsabilidad están las autoridades gubernamentales, que para ello fueron elegidas en las urnas. La consulta no debe representar una salida fácil y cómoda. Pos luego.

Y ya que estamos en esto, hubieran consultado si el pueblo estaba de acuerdo con los nombramientos de algunos personajes en las secretarías de Estado o en algunas direcciones, como por ejemplo Manuel Bartlett en la CFE, ¿no creen?

Punto y aparte

La semana pasada inició operaciones la Bolsa Institucional de Valores (BIVA), que será competencia de la Bolsa Mexicana de Valores; la nueva bolsa tiene el firme propósito de que medianas empresas ingresen al mercado bursátil. Bien por ello; estaremos atentos.

· Catedrático de la UACh y asesor financiero


“El consultar no es sino un tardar”

- Rotterdam -

En la casa de ustedes, que es la mía, la mayoría de las decisiones son tomadas por mi dulce consorte, a mí se limitan a decirme qué es lo que se va a hacer y hasta cómo hacerlo y no me queda más que acatar las instrucciones sin la mínima oportunidad de objetar nada de la situación. Hasta la fecha ahí la llevamos. Cuando se trata de decisiones cuyo grado de seriedad es considerable entonces sí soy llamado a consulta, donde mis palabras son escuchadas atentamente y mandadas enseguida al terreno de la ignorancia, es decir, en casa las consultas sirven para dos cosas.

Desde luego que para cualquier gobierno es importantísimo conocer qué piensa la sociedad sobre cómo se está actuando o sobre qué es lo que requiere en momentos específicos entendiendo que en algunos temas el pueblo no puede decidir por lo complejo de los mismos, es por esto por lo que a través de las urnas el ciudadano elige a quien creen puede hacer algo al respecto.

En una frágil acción se está pretendiendo que a través de las consultas ciudadanas sumadas a una buena dosis de palabras mágicas el gobierno decida qué y cómo hacerle para sacar adelante ciertos problemas que aquejan al país; dejando entrever con esto que puede existir cierta maniobra (ni modo que no) para que al final de cuentas se haga lo que siempre se quiso hacer, pero ahora justificado por el aval de la mayoría de los consultados. ¿Quiubo?

Por supuesto que algunos asuntos encuentran en la consulta una buena base que coadyuve a tomar una mejor decisión, pero para aquello que implica un fuerte grado de responsabilidad están las autoridades gubernamentales, que para ello fueron elegidas en las urnas. La consulta no debe representar una salida fácil y cómoda. Pos luego.

Y ya que estamos en esto, hubieran consultado si el pueblo estaba de acuerdo con los nombramientos de algunos personajes en las secretarías de Estado o en algunas direcciones, como por ejemplo Manuel Bartlett en la CFE, ¿no creen?

Punto y aparte

La semana pasada inició operaciones la Bolsa Institucional de Valores (BIVA), que será competencia de la Bolsa Mexicana de Valores; la nueva bolsa tiene el firme propósito de que medianas empresas ingresen al mercado bursátil. Bien por ello; estaremos atentos.

· Catedrático de la UACh y asesor financiero