En un espectacular video elaborado por Efe Hellman, guionista y director de dramatizados de Corporación Alquimia, explica de forma muy clara cuánto volumen real tenemos disponible de agua los seres vivos en el planeta. Los datos son tan claros como impactantes.
De la información presentada en este video, voy compartir con ustedes algo de lo más relevante. Inicia señalando que hemos creído durante siglos que en el planeta tenemos mucha más agua que tierra, ya que se nos ha dicho que ésta cubre las tres cuartas partes del planeta. Sin embargo, esto sólo ocurre en la superficie. No debemos ignorar que los océanos son sólo una capa frágil y extremadamente delgada. El diámetro promedio del planeta es de 12,762 km, mientras que la profundidad promedio del océano es de tan sólo 3.68 km. Esta delgada capa representa, por lo tanto, tan sólo 0.0003 partes de la medida del planeta.
Para hacer un comparativo de estas dimensiones, imaginemos por ejemplo, que el diámetro del planeta sea de 1 metro; de esa esfera, la capa de agua sería tan delgada como una cáscara de huevo. Si esa agua la convertimos en una esfera, dice en el video, ésta sería de tan sólo 11 centímetros de diámetro, menos de una milésima parte del volumen del planeta.
Debemos tomar en cuenta, además, que la mayor parte del agua del planeta son los océanos, y éstos están compuestos de agua salada. De hecho, el agua dulce representa tan sólo un 2.5% del agua total del planeta. Para este mismo ejemplo, la esfera de agua dulce sería de tan sólo tres centímetros de diámetro; así de aterrador, dice Hellman. Pero eso no es todo; la mayor parte del agua dulce del planeta no está disponible, ya que el 69% es el hielo de los polos y la nieve de las montañas. Del agua dulce restante, el 30% es agua subterránea; por lo tanto, sólo nos queda un 1%, que sería el agua disponible en los ríos y lagos.
Con estas cifras, cabría entonces preguntarnos seriamente si tenemos realmente conciencia de ello y si estamos haciendo algo que sea eficaz para evitar que se siga reduciendo el agua disponible, como está sucediendo, por ejemplo, en el caso del agua subterránea, la que cada vez está a mayores profundidades y que además, por la misma sobreexplotación, cada vez está más contaminada.
De igual manera, debemos considerar además que los volúmenes de agua que se captan en las presas, igualmente están disminuyendo, al incrementarse de manera constante los volúmenes de sedimentos, debido al poco cuidado que se tiene en el manejo de los suelos en las partes altas de las cuencas.
Por todas estas consideraciones, es cada vez más urgente generar ya, políticas y programas más agresivos, eficaces y de largo plazo, para atender un grave problema que tenemos frente a nosotros. Y si no lo queremos creer, basta sólo un ejemplo muy claro; en nuestro país, la disponibilidad de agua en 1950 era de 17.7 m3/habitante/año, mientras que, en el año 2020, era ya tan sólo de 3.7 m3/habitante/año. Este es un factor de lo más importante a tomar en cuenta en los planes hidrológicos: el crecimiento de la población y por consecuencia el aumento en la demanda de agua que se tendrá a futuro.
En nuestro estado, como una pequeña muestra (pero muy importante alerta), tan sólo esta semana se anunció el cierre de otro pozo más por tener agua contaminada en el acuífero Conejos-Médanos, que abastece el Valle de Juárez. Hay muchas tareas urgentes por hacer en el tema de la disponibilidad del agua. Los presupuestos, planes y programas de gobierno en este tema deberían ser prioritarios y de hecho se deben incrementar. Para no hacerlo, no hay ninguna justificación aceptable. ¿O sí?
