“El pasado debe ser maestro del futuro”
Bosco -
El año que concluyó el pasado domingo nos mostró nuevamente la solidaridad del pueblo azteca que ante la inquietud de la madre naturaleza nos volvimos a unir en torno al compañero, al amigo o simplemente al compatriota en desgracia. Si bien es cierto que los sismos del pasado mes de septiembre no tuvieron la magnitud, en cuanto a las consecuencias, que la que se vivió en el mismo mes, pero de 1985, en buena medida por los sistemas de prevención, cualquier víctima nos pega a todos.
En materia económica el 2017 representó un año de gran desconcierto principalmente por la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos en unas elecciones por demás cuestionadas; la dichosa construcción del muro de la discordia y la amenaza de la disolución del Tratado de Libre Comercio entre México, EU y Canadá fueron dos situaciones que llevaron a la paridad del peso sobre la moneda verde a cotizarse por arriba de los 21 pesos, no obstante, debido a las positivas medidas realizadas por la Secretaría de Hacienda y Banco de México, entre ellas la subasta de coberturas cambiarias, lograron disminuir significativamente la volatilidad en el tipo de cambio regresándolo debajo de los 18 pesos.
Al cierre del primer trimestre, de acuerdo con cifras del Inegi, la población empleada creció en un 2.1%, porcentaje que se quedó levemente arriba del crecimiento económico y el salario mínimo en lo que va de la presente administración federal se ha incrementado de 60 pesos a 88.36, es decir, un 47.26%, cifra importante, aunque resulta evidente que aún falta en este rubro para lograr una mejor calidad de vida para todos los mexicanos. La corrupción y la inseguridad continúan siendo los dolores que padece gobierno, los homicidios y los asaltos siguen presentándose y esto representa un retroceso a pesar de que en otros aspectos se vaya avanzando.
En el terreno cultural y propiamente de la literatura el 2017 nos presentó excelentes obras como “La levedad”, donde Catherine Meurisse tras sobrevivir en el atentado de la revista Charlie Hebdo, donde trabajaba, nos deleitó con este libro autobiográfico de un interesante contenido. En “Once tipos de soledad” Richard Yates nos presentó un conjunto de cuentos donde se asoma la mediocridad en las aspiraciones de una clase media, el autoengaño y la negación de personas que seguramente pasan desapercibidos ante los ojos de terceros. En su novela “El artista más grande del mundo”, Juan José Becerra nos llevó este 2017 a un mundo de reflexión sobre el arte y la escritura y sobre una realidad que se confunde con la ficción.
En el 2017 la escritora chihuahuense Edith Mora, del meritito Cuauhtémoc, con su ensayo “Lugares para huir en la oscuridad”, fue merecedora del Premio Anual para Escritores Noveles que se otorga en la Diputación Provincial de Jaén en Andalucía, España; galardón que otorga un jurado integrado por periodistas y profesores expertos en el ámbito literario que tomaron en consideración la originalidad de la obra y el buen uso del idioma. Va pues desde este espacio una sincera felicitación para Edith, con quien tuve el privilegio de platicar hace unos días.
Se fue el 2017 dejando la puerta abierta de un nuevo año que se antoja de gran incertidumbre y que nos invita a meditar con responsabilidad para elegir el camino que tomará nuestro país en miras de un mejor mañana. De nosotros dependerá.
Hasta la próxima.
