/ lunes 29 de abril de 2024

El AIFA 

En estos tiempos es muy difícil llegar a la verdad. Nos informamos en redes sociales y eso hace mucho más sencillo crear chismes y que estos proliferen. Es por eso que tenía muchas ganas de conocer el nuevo aeropuerto Felipe Ángeles, de la Ciudad de México. Quería generar mi propia opinión.

He dicho que esta es una de las peores decisiones que, para mí, ha tomado el presidente López Obrador. No comparto esta decisión y me dolió mucho que se cancelara el NAICM. Sin embargo, he de reconocer que esta idea la dijo desde antes de iniciar su campaña, luego fue bandera en su campaña y, si respetamos la democracia, pues entonces fue una decisión de la mayoría el que se cancelara. Gente informada o desinformada pero la mayoría votó por la cancelación. Caso contrario es la militarización, donde se prometió justo lo contrario a lo que se hizo, pero ese es otro tema.

El aeropuerto me pareció una gran obra. Es un proyecto de dimensiones enormes que no me imaginaba. Es un aeropuerto muy bonito, con la mejor tecnología que existe en el mundo, con decoraciones dignas de nuestro país y con capacidad de crecimiento para muchos años. Las obras aledañas como vialidades son muy bonitas y modernas. Se está construyendo un tren eléctrico para llegar al aeropuerto y tiene dentro la estación de camiones y tren. Cumplió de sobre manera con mis expectativas. Me gustó mucho la infraestructura. Es un aeropuerto ideal para viajes que hagan escala ahí mismo y para salir de él.

El principal problema que tiene al día de hoy es salir de él. Me tocó aterrizar como a las 7 pm proveniente de Guadalajara. Todas las compañías de taxi estaban saturadas, con una hora de tiempo de espera y un costo de $800 por llevarte al Ángel de la Independencia. Los camiones privados que tienen la misma ruta estaban llenos y el próximo espacio era dos horas después. El tren aún no está listo y para terminar, los ubers, didi, etc., no pueden subir pasajeros por ser zona federal (ley totalmente obsoleta que solo genera monopolios y hace que los costos de taxis sean altísimos). Mi única opción fue tomar el mexibus, salirme de la zona de aeropuerto y pedir un uber después.

A mi regreso fue lo contrario. Llegar ahí no tiene problema. El uber me costó $480, pero el boleto de avión me salía dos mil pesos más barato saliendo del AIFA. Llegué una hora antes de la salida de mi vuelo y alcancé a documentar el equipaje perfectamente. Tienen mucha tecnología en los mostradores y en el paso de seguridad que ya no te piden sacar nada de tu maleta ni quitarte ropa externa ya que cuentan con los escáneres más avanzados que existen. Existe una gran variedad de tiendas, restaurantes, salas VIP, servicios, etc. El trayecto me tomó 50 minutos y al AICM, me tomaba 38 minutos. Todo perfecto si despegas del AIFA.

Hay algo feo en todo esto. El aeropuerto lo manejan militares. Te revisa gente de la Guardia Nacional y Marina. Te sientes claramente en un país militarizado. Esto es algo que debe cambiar a futuro porque no es lo correcto.

Las grandes ciudades del mundo manejan, al menos, dos aeropuertos. El principal, que siempre es más caro; y el alterno, que lo utilizan aerolíneas de bajo costo. El AIFA será un gran aeropuerto alterno cuando se terminen las obras y se resuelva la movilidad.


En estos tiempos es muy difícil llegar a la verdad. Nos informamos en redes sociales y eso hace mucho más sencillo crear chismes y que estos proliferen. Es por eso que tenía muchas ganas de conocer el nuevo aeropuerto Felipe Ángeles, de la Ciudad de México. Quería generar mi propia opinión.

He dicho que esta es una de las peores decisiones que, para mí, ha tomado el presidente López Obrador. No comparto esta decisión y me dolió mucho que se cancelara el NAICM. Sin embargo, he de reconocer que esta idea la dijo desde antes de iniciar su campaña, luego fue bandera en su campaña y, si respetamos la democracia, pues entonces fue una decisión de la mayoría el que se cancelara. Gente informada o desinformada pero la mayoría votó por la cancelación. Caso contrario es la militarización, donde se prometió justo lo contrario a lo que se hizo, pero ese es otro tema.

El aeropuerto me pareció una gran obra. Es un proyecto de dimensiones enormes que no me imaginaba. Es un aeropuerto muy bonito, con la mejor tecnología que existe en el mundo, con decoraciones dignas de nuestro país y con capacidad de crecimiento para muchos años. Las obras aledañas como vialidades son muy bonitas y modernas. Se está construyendo un tren eléctrico para llegar al aeropuerto y tiene dentro la estación de camiones y tren. Cumplió de sobre manera con mis expectativas. Me gustó mucho la infraestructura. Es un aeropuerto ideal para viajes que hagan escala ahí mismo y para salir de él.

El principal problema que tiene al día de hoy es salir de él. Me tocó aterrizar como a las 7 pm proveniente de Guadalajara. Todas las compañías de taxi estaban saturadas, con una hora de tiempo de espera y un costo de $800 por llevarte al Ángel de la Independencia. Los camiones privados que tienen la misma ruta estaban llenos y el próximo espacio era dos horas después. El tren aún no está listo y para terminar, los ubers, didi, etc., no pueden subir pasajeros por ser zona federal (ley totalmente obsoleta que solo genera monopolios y hace que los costos de taxis sean altísimos). Mi única opción fue tomar el mexibus, salirme de la zona de aeropuerto y pedir un uber después.

A mi regreso fue lo contrario. Llegar ahí no tiene problema. El uber me costó $480, pero el boleto de avión me salía dos mil pesos más barato saliendo del AIFA. Llegué una hora antes de la salida de mi vuelo y alcancé a documentar el equipaje perfectamente. Tienen mucha tecnología en los mostradores y en el paso de seguridad que ya no te piden sacar nada de tu maleta ni quitarte ropa externa ya que cuentan con los escáneres más avanzados que existen. Existe una gran variedad de tiendas, restaurantes, salas VIP, servicios, etc. El trayecto me tomó 50 minutos y al AICM, me tomaba 38 minutos. Todo perfecto si despegas del AIFA.

Hay algo feo en todo esto. El aeropuerto lo manejan militares. Te revisa gente de la Guardia Nacional y Marina. Te sientes claramente en un país militarizado. Esto es algo que debe cambiar a futuro porque no es lo correcto.

Las grandes ciudades del mundo manejan, al menos, dos aeropuertos. El principal, que siempre es más caro; y el alterno, que lo utilizan aerolíneas de bajo costo. El AIFA será un gran aeropuerto alterno cuando se terminen las obras y se resuelva la movilidad.