/ lunes 8 de enero de 2024

El verdadero voto útil

La descomposición actual del sistema de partidos en nuestro país, ha puesto en la orfandad partidaria a millones de personas. Existe una real oposición a Morena pero no está representada por nadie. Estas mismas personas están sumamente indignadas con el PAN y PRI, están indignadas con los candidatos que están seleccionando, además del desconcierto sobre las propuestas. Se sienten solos y defraudados. Basta con leer la columna que escribió Guadalupe Loaeza para Xochitl en Reforma la semana pasada para leer ese sentimiento de muchas personas.

El intento que hizo Samuel García dejó en evidencia la necesidad que tiene la gente de tener más alternativas de partidos para dirigir su esperanza y por ende, su voto. El problema es que se unieron en dos bandos todas las opciones y ahora tenemos un panorama que pareciera bipartidista. Este sistema es el ideal para ellos, porque mantienen así su porcentaje de votación y además, llegan los plurinominales que ellos quieren. En otras palabras, la gente termina votando por las personas o ideas que las ha decepcionado por mucho tiempo. Eso tiene a la democracia en los peores niveles de aceptación histórica a lo largo del planeta.

Uno de los grandes errores que hemos cometido es caer en las narrativas del “Voto Útil”, porque nos hacen pensar que tenemos que darle el voto al menos peor. Esto está mal en dos vertientes: la primera es porque siempre estamos en el círculo vicioso que mantiene la mediocridad, fortaleciendo opciones que no mejoran y que su fuerza sólo radica en su estructura pero no en los ideales. Y segundo, porque los nuevos movimientos o causas que realmente inspiran pero que no tienen estructura aún, son absorbidos por esta propaganda y por lo tanto es difícil para ellos lograr posicionarse y crecer. No les estamos dando la oportunidad y nosotros no estamos haciendo lo correcto con nuestro voto.

No, la prioridad no es sacar a Morena del poder. La prioridad es que llegue la mejor persona con el mejor partido a los gobiernos. Si esto lo entendemos como tal, entonces las ideas del Voto Útil, dejan de funcionar. El verdadero voto útil es el que das a un partido en el que confías y que sabes que ha seleccionado a las mejores personas para representarte. Si esto sucediera, los partidos realmente le echarían mas ganas para seleccionar mejores candidatos, defenderían mejor los ideales por los que fueron crearon y entraríamos realmente a una competencia real por ver quien es mejor.

La real solución para esta orfandad política es crear un nuevo movimiento que represente a este sector de la sociedad que está defraudado, que se limpie de los mismos políticos de siempre, que rompa las inercias partidistas proponiendo nuevas formas, un movimiento que nazca de una lucha legítima por alguna causa. La solución no es volver a contratar al gerente que despediste por su mal desenvolvimiento. Se tiene que buscar a alguien diferente y el llamado al “voto útil” lo que hace es eliminar todos los posibles nuevos perfiles de gerente y quedarte a decidir entre el que ya despediste por malo o quedarte con que malo actual. ¡Piensalo!


La descomposición actual del sistema de partidos en nuestro país, ha puesto en la orfandad partidaria a millones de personas. Existe una real oposición a Morena pero no está representada por nadie. Estas mismas personas están sumamente indignadas con el PAN y PRI, están indignadas con los candidatos que están seleccionando, además del desconcierto sobre las propuestas. Se sienten solos y defraudados. Basta con leer la columna que escribió Guadalupe Loaeza para Xochitl en Reforma la semana pasada para leer ese sentimiento de muchas personas.

El intento que hizo Samuel García dejó en evidencia la necesidad que tiene la gente de tener más alternativas de partidos para dirigir su esperanza y por ende, su voto. El problema es que se unieron en dos bandos todas las opciones y ahora tenemos un panorama que pareciera bipartidista. Este sistema es el ideal para ellos, porque mantienen así su porcentaje de votación y además, llegan los plurinominales que ellos quieren. En otras palabras, la gente termina votando por las personas o ideas que las ha decepcionado por mucho tiempo. Eso tiene a la democracia en los peores niveles de aceptación histórica a lo largo del planeta.

Uno de los grandes errores que hemos cometido es caer en las narrativas del “Voto Útil”, porque nos hacen pensar que tenemos que darle el voto al menos peor. Esto está mal en dos vertientes: la primera es porque siempre estamos en el círculo vicioso que mantiene la mediocridad, fortaleciendo opciones que no mejoran y que su fuerza sólo radica en su estructura pero no en los ideales. Y segundo, porque los nuevos movimientos o causas que realmente inspiran pero que no tienen estructura aún, son absorbidos por esta propaganda y por lo tanto es difícil para ellos lograr posicionarse y crecer. No les estamos dando la oportunidad y nosotros no estamos haciendo lo correcto con nuestro voto.

No, la prioridad no es sacar a Morena del poder. La prioridad es que llegue la mejor persona con el mejor partido a los gobiernos. Si esto lo entendemos como tal, entonces las ideas del Voto Útil, dejan de funcionar. El verdadero voto útil es el que das a un partido en el que confías y que sabes que ha seleccionado a las mejores personas para representarte. Si esto sucediera, los partidos realmente le echarían mas ganas para seleccionar mejores candidatos, defenderían mejor los ideales por los que fueron crearon y entraríamos realmente a una competencia real por ver quien es mejor.

La real solución para esta orfandad política es crear un nuevo movimiento que represente a este sector de la sociedad que está defraudado, que se limpie de los mismos políticos de siempre, que rompa las inercias partidistas proponiendo nuevas formas, un movimiento que nazca de una lucha legítima por alguna causa. La solución no es volver a contratar al gerente que despediste por su mal desenvolvimiento. Se tiene que buscar a alguien diferente y el llamado al “voto útil” lo que hace es eliminar todos los posibles nuevos perfiles de gerente y quedarte a decidir entre el que ya despediste por malo o quedarte con que malo actual. ¡Piensalo!