Los CELs (Certificados de Energía Limpia) son títulos (instrumento financiero) que acredita la generación de un megawatt hora de energía eléctrica limpia y que sirven como fuente de financiamiento para las empresas que producen energía proveniente de los recursos renovables (eólica, geotérmica y solar) emitido por la Comisión Reguladora de Energía.
Su precio no es fijo, depende de la oferta y la demanda y se puede negociar en un mercado secundario. Al adquirir un CELs se está mandando una señal al mercado para indicar de donde se desea obtener la energía si de combustibles fósiles o energía proveniente de fuentes renovables. La energía, una vez inyectada en la red de distribución es imposible saber cómo se obtuvo entonces aparecen los CELs.
Un CELs es otorgado cada vez que se genera un 1 MWh de energía limpia y el consumidor puede estar seguro de los efectos positivos asociados a este proceso productivo como la reducción de emisiones de gases efecto invernadero. En términos de proveedores se justifica aludiendo que el consumidor crea un patrón en el mercado energético deseando producción de energía limpia.
A partir del 2018 los usuarios calificados requieren por ley que el 5% de su consumo en energía eléctrica provenga de fuentes limpias, en caso de no cumplir con este requerimiento serán sancionados con multas. Para el año 2019 se emite un decreto donde se limita la obtención de este instrumento para particulares argumentando que al comercializarse en un mercado abierto se crea especulación y con ellos variaciones significativas en los precios del mercado eléctrico.
El día 12 de marzo del 2024 se publica en el DOF que ha quedado insubsistentes el "Acuerdo por el que se modifican los Lineamientos que establecen los criterios para el otorgamiento de Certificados de Energías Limpias y los requisitos para su adquisición publicados el 31 de octubre de 2014,..,”, es decir, se vuelve abrir el mercado.
¿Qué conclusión podemos obtener de todo esto? Para mí fue un error la sentencia a favor de una apertura en el mercado eléctrico. La estructura de precios al consumidor en este caso debe estar sustentado en los costos de producción y no de la oferta y la demanda. Si la producción de electricidad con energías limpias es más barata razón de más para que se aplique ese criterio y no el de mercado que producirá externalidades negativas (especulación) con guerras de precios.
Estos instrumentos son generadores de riqueza para los accionistas y no para mejorar el bienestar de los consumidores. Aquí sí se manifiesta el criterio de Competencia Económica ya que la CFE produce más de 60% de la energía eléctrica en el país situación muy socorrida por sus demandantes para echar por tierra las políticas nacionalistas de una gran empresa mexicana; habría que preguntarse ¿por qué los criterios de Competencia Económica no se aplican con empresas de menor impacto social como algunas cadenas de tiendas de venta al menudeo, como los Oxxo? Veamos si hasta aquí llegó la 4T o renovará sus impulsos transformadores del país.
Maestro en Finanzas, Director del Corporativo Scales
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