Es tan importante la política que no podemos dejarla sólo en manos de políticos.
Hace un par de años un ex presidente de Panamá en su visita a México se reunió con varios líderes del sector productivo y los exhortó a participar en política, argumentando que no podemos dejar el futuro de nuestro país en manos de unos cuantos. Y hoy que los partidos están decidiendo qué es lo que más les conviene, que los grupos están buscando mantener el poder y que los candidatos están peleando encarnizadamente la candidatura para un puesto de elección popular, es importante retomar la reflexión inicial.
El debate actual de la mayoría de los candidatos, partidos y gobernantes está basado en descalificaciones e insultos, en fraudes, en direccionamientos partidistas, en ideologías mesiánicas, en culpar a gobiernos anteriores, en criticar a los gobiernos actuales, en nombrar corruptos a todos con o sin pruebas, en probar quién tiene más méritos con el partido o con el gobernante, nunca con los ciudadanos.
Al día de hoy son contadas las candidatas o candidatos cuyas propuestas están basadas en las personas, en nosotros los ciudadanos, que piensan en el crecimiento social, en cómo resolver problemas que tienen décadas de atraso como el del agua potable, en cómo construir la infraestructura necesaria para que cada familia tenga agua en sus llaves, drenaje, alumbrado público, banquetas en buenas condiciones, parques con mantenimiento y calles pavimentadas; candidatos con propuestas (no ocurrencias) para ofrecer servicios adecuados para los ciudadanos, para que las personas vivan dignamente.
Necesitamos candidatas y candidatos que escuchen a los ciudadanos, que entiendan qué es lo que necesitan, que comprendan de economía para establecer políticas de desarrollo económico, que promuevan el emprendimiento, la libre empresa, la atracción de inversiones y el crecimiento económico que genere empleos dignos para todos los sectores y oportunidades para nuestros jóvenes.
Exigimos candidatos que tengan la visión de formar gabinetes con los profesionales mejor preparados en economía, en administración, en desarrollo social, en todas las áreas del servicio público,, no gabinetes formados con amigos o impuestos por cuotas partidistas.
Es el momento de exigir a los partidos políticos y gobernantes que tomen decisiones basadas en la ciudadanía, no en sus propios intereses.
Exhorto a los ciudadanos a que participemos, que busquemos los mejores candidatos, que identifiquemos e impulsemos líderes desde la ciudadanía, que fortalezcamos las organizaciones de la sociedad civil, ya que si no lo hacemos, dejaremos nuevamente todas las decisiones en manos de políticos. Y esa sí será totalmente nuestra responsabilidad.
