Estimado lector, sigue la mata dando, ahora tocó el recorte al fondo para el Desarrollo Regional Sustentable, mejor conocido como Fondo Minero, que es un recurso que se presupuesta a los estados con esta actividad.
Se integra por las contribuciones que empresas mineras pagan por el derecho especial, adicional y extraordinario, que tiene por objeto el mejorar la infraestructura de las ciudades donde se asientan estas compañías y en su mayoría se usan para pavimentación de calles, dotación de red de agua potable y drenaje, así como acondicionamiento de espacios públicos y de red eléctrica, entre otros.
Y pues la historia va así, resulta que continuando con la nueva tradición de: “Si a mí, presidente, me dicen que hay corrupción, pues mejor amputo la pierna antes de aplicarle antibiótico” y también la de: “Yo les doy el dinero a los votantes en la mano para que sigan votando por mí”, es como se decide, así nada más retirar el dinero que corresponde a estas entidades y administrarlo desde la Federación, argumentando que la Federación lo entregará a los pobladores, y que ellos lo gasten como mejor consideren.
Pero a ver: ¿Qué no existe un ordenamiento federal de los territorios establecidos en la constitución donde el municipio es la entidad más pequeña de la organización del Estado? Y es esta la encargada de brindar ciertos servicios que se consideran de carácter público que el ciudadano común no puede atender, como lo es el drenaje, la pavimentación, el alumbrado, entre otros.
Derivado de esta acción el gobernador del estado, Javier Corral Jurado, acudió la semana pasada junto con 23 alcaldes a la Ciudad de México, para promover una controversia constitucional para impedir que les sea retirada la facultad de administrar ese recurso.
Así mismo en el Congreso del Estado de Chihuahua manifestó que aún falta que la Federación entregue recursos correspondientes al 2018 que todavía no se han recibido, y que hay obras en ejecución que requieren ese dinero para ser terminadas, por lo que este recorte es anticonstitucional.
Es pues que seguramente la respuesta a este tema será la misma que dio el presidente a las mujeres que le pedían reconsiderara la decisión de las estancias infantiles, donde sólo les contestó enojado: “Ya hablé, ya hablé”, y se siguió fotografiando con las personas que le pedían la selfie.
Así las cosas, le deseo un buen día, sonría, porque como dice una frase que recién leí, no sabe quién se pueda enamorar de su sonrisa.
@MarAlmeyda coherencia.mx comentariosaloescrito@gmail.com
