/ sábado 12 de enero de 2019

Huachicoleros y  justicia

Soliloquio

Soledad Limas

Los buenos ciudadanos queremos que le vaya bien a México, sin embargo empezamos el año con un cúmulo de problemas y no es nada grato.

El desabasto de gasolina es quizá uno de los más graves, por la importancia que reviste, ha causado inconformidad y molestia entre los mexicanos, quienes en la mayoría de los estados han tenido que hacer filas prolongadas en las gasolinerías y el desabasto del combustible está causando pérdidas en varios sectores de la población, más en el sector económico.

El gobierno federal atribuye la culpa a los huachicoleros, que llevan varios lustros operando en contubernio con las autoridades. Aunado a lo anterior, Pemex pide no consumir de más el combustible para evitar que se encarezca y se genere el pánico.

No obstante, el nuevo gobierno ya no está para señalar quién tiene la culpa de los males de México, sino para resolver las problemáticas que nos aquejan, el mandatario ya no es oposición y está obligado a dar soluciones, no sólo a señalar culpables y responsables, de lo contrario también se vuelve parte del problema.

El robo de combustible es y ha sido un negocio redondo para beneficio de unos cuantos y en perjuicio del pueblo de México. Lo extraño del caso, si ya se detectó la huachicolería, ¿por qué no se denuncia a los culpables ante los tribunales para que se les siga el proceso correspondiente? Coincido plenamente con las voces y los críticos que cuestionan que no se haya denunciado un solo nombre de los delincuentes de cuello blanco.

La república amorosa del perdón y olvido que proclama López Obrador es absurda, un gobernante tiene la obligación de denunciar los actos de corrupción y el mal manejo del gobierno antecesor, de lo contrario se vuelve cómplice de la corrupción.

La Justicia es un valor inherente de los regímenes democráticos, como Pueblo cuya forma de gobierno es republicana y democrática, se deben exigir sanciones a los saquedores de los recursos públicos, y máxime si se trata de servidores públicos, es lo Justo. Si la tan citada cuarta transformación conlleva a solapar la impunidad y a detener el progreso, podemos afirmar: “Pobre México”, pero no por estar tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos como reza la frase, sino por ir directo al retroceso y al fracaso.

Soliloquio

Soledad Limas

Los buenos ciudadanos queremos que le vaya bien a México, sin embargo empezamos el año con un cúmulo de problemas y no es nada grato.

El desabasto de gasolina es quizá uno de los más graves, por la importancia que reviste, ha causado inconformidad y molestia entre los mexicanos, quienes en la mayoría de los estados han tenido que hacer filas prolongadas en las gasolinerías y el desabasto del combustible está causando pérdidas en varios sectores de la población, más en el sector económico.

El gobierno federal atribuye la culpa a los huachicoleros, que llevan varios lustros operando en contubernio con las autoridades. Aunado a lo anterior, Pemex pide no consumir de más el combustible para evitar que se encarezca y se genere el pánico.

No obstante, el nuevo gobierno ya no está para señalar quién tiene la culpa de los males de México, sino para resolver las problemáticas que nos aquejan, el mandatario ya no es oposición y está obligado a dar soluciones, no sólo a señalar culpables y responsables, de lo contrario también se vuelve parte del problema.

El robo de combustible es y ha sido un negocio redondo para beneficio de unos cuantos y en perjuicio del pueblo de México. Lo extraño del caso, si ya se detectó la huachicolería, ¿por qué no se denuncia a los culpables ante los tribunales para que se les siga el proceso correspondiente? Coincido plenamente con las voces y los críticos que cuestionan que no se haya denunciado un solo nombre de los delincuentes de cuello blanco.

La república amorosa del perdón y olvido que proclama López Obrador es absurda, un gobernante tiene la obligación de denunciar los actos de corrupción y el mal manejo del gobierno antecesor, de lo contrario se vuelve cómplice de la corrupción.

La Justicia es un valor inherente de los regímenes democráticos, como Pueblo cuya forma de gobierno es republicana y democrática, se deben exigir sanciones a los saquedores de los recursos públicos, y máxime si se trata de servidores públicos, es lo Justo. Si la tan citada cuarta transformación conlleva a solapar la impunidad y a detener el progreso, podemos afirmar: “Pobre México”, pero no por estar tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos como reza la frase, sino por ir directo al retroceso y al fracaso.