Las leyes regulan la conducta de los seres humanos dentro de las sociedades, son indispensables para mantener el orden y la paz, sin normas ni reglamentos viviríamos en un mundo en el que todos harían lo que quisieran porque no existirían procedimientos, garantías o restricciones, nos encontraríamos como hace siglos atrás en donde no se reconocían los derechos de cada persona o se hacía justicia por propia mano, por ejemplo.
En nuestro país contamos con una serie de leyes y reglamentos en los que se establece la forma de nuestro gobierno, nuestros derechos y cómo hacerlos valer, nuestras obligaciones y también se establecen conductas que están prohibidas con la finalidad de salvaguardar la vida y la integridad de todos los que conformamos y habitamos el territorio.
La ley suprema en México es la Constitución Política, en ella se reconocen nuestros derechos humanos y de ahí se derivan diversas leyes reglamentarias pero, ¿qué pasa cuando nuestros derechos y lo establecido en la constitución o en cualquier otra ley no se cumple? Existen instituciones facultadas específicamente para aplicar las leyes, es decir, para hacerlas efectivas.
El Poder Judicial en México es el encargado de la impartición de la justicia y para ello se conforma por diversos tribunales de diversas competencias tal como la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la cual tiene como principal función vigilar que las leyes emitidas y los actos de las autoridades o gobernantes se apeguen a la Constitución.
Vigilar los actos que emiten nuestras autoridades es de vital trascendencia para la división de poderes ya que la Suprema Corte mantiene el orden constitucional impuesto a los órganos de gobierno procurando nivelar la balanza entre un poder y otro y así evitar que alguno tenga más peso, es decir, más poder, que otro.
Por lo anterior, hemos visto una serie de golpeteos a la Corte Suprema por parte de la actual administración quien en diversas ocasiones ha actuado de manera ilegal para imponer sus políticas, sin embargo, muchas de ellas han sido declaraciones contrarias a la constitución, algo que ha molestado al Presidente de la República pues más de una vez la Corte le ha tenido que corregir la plana para evitar que el señor y su gobierno se convierta en autoritarismo.
No obstante, una vez más han demostrado su autoritarismo con la designación por dedazo de Lenia Batres, la nueva Ministra de la SCJN quien llega a ocupar el cargo que anteriormente ocupaba el ex ministro Arturo Zaldívar quien intempestivamente renunció al cargo sin causa justificada para aliarse abiertamente con la Cuarta Transformación, lo que deja al descubierto que dentro de la Corte, una institución que debería ser muy aparte del poder ejecutivo, hay amiguismo, preferencias e inclinaciones políticas.
En Morena están muy seguros de que tendrán continuidad por eso es que quieren una Suprema Corte garante de su movimiento más no de la constitución, sin embargo, la gente se da cuenta de todo esto y son a ellos a quienes no pueden mover a su antojo por lo que en las elecciones de este año, el pueblo les quitará el poder.
