/ sábado 19 de agosto de 2023

La ebullición global: los efectos cada vez más devastadores del cambio climático

Por: Óscar Estrada

Un nuevo llamado de la ONU, alerta sobre el grave problema que la humanidad está enfrentando, al considerar que el calentamiento global ya ha evolucionado a una nueva y más peligrosa etapa, llamada ahora, ebullición global.

El pasado 27 de julio, Antonio Guterres, secretario general de la ONU, hizo un importante anuncio, al señalar que “la era del calentamiento global terminó” y que la humanidad ha entrado en “la era de la ebullición global”. En este sentido, la ONU considera que el calentamiento global ya ha llegado a un punto crítico y que empezará a provocar una serie de eventos extremos, entre ellos, cambios drásticos en el clima, derretimiento acelerado de los casquetes polares, entre los más evidentes.

Desafortunadamente, estos cambios ya se están presentando y cada vez con mayor intensidad. Quizá hasta ahora, algunos de los eventos que más se han difundido sean el derretimiento de los glaciares o del hielo polar, y de alguna forma pensamos que esos sitios están lejanos a nosotros y que no tienen mayor afectación en nuestro día a día. Sin embargo, este año hemos tenido noticias de varios eventos a nivel mundial, relacionados con estos efectos más intensos del cambio climático, ahora llamado por la ONU, ebullición global. Quizá el nombre no sea precisamente un término científico, pero en esencia se le ha denominado de esta forma, porque se trata de ser más enfático y llamar la atención de los gobiernos, las empresas y la sociedad en general sobre esta grave amenaza.

En Canadá, por ejemplo, este ha sido el año que mayores daños han causado a sus bosques los incendios forestales en toda su historia. Esta situación se ha agravado ante una condición de sequía severa y altas temperaturas en prácticamente todo su territorio. El récord anterior de todos los tiempos de áreas incendiadas, es de 1989 con 7.3 millones de hectáreas, de acuerdo con las estadísticas del Centro Interagencial Canadiense de Incendios Forestales (CIFFC). En el presente año, la afectación llega ya a más de trece millones de hectáreas.

Recordemos que Canadá cuenta con una gran riqueza de bosques templados y boreales, y que desafortunadamente, la superficie de mayor afectación perderá la capacidad de seguir capturando CO2 y de contribuir a reducir la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, es decir, estos daños no sólo los padecerá Canadá, sus efectos se resentirán a nivel global.

Otro hecho sin precedentes que se ha presentado este año, es el extremo calor que a nivel mundial se ha registrado en el mes de julio. De acuerdo con lo señalado por la Organización Meteorológica Mundial y el Servicio Copernicus de la Unión Europea, han confirmado que julio de 2023 será el mes más caluroso jamás registrado; así mismo, los tres días más calientes y las temperaturas oceánicas más altas para esta época del año que se hayan documentado jamás.

De igual forma, estamos viendo otros hechos preocupantes ocasionados por la falta de lluvias; por mencionar tan sólo uno, tenemos el problema por el que está pasando el canal de Panamá, que por el bajo nivel del agua que presenta, debido a una condición de extraordinaria sequía en esta región, ha afectado ya la operación de esta icónica vía de comunicación interoceánica.

Es de sobra conocido que la principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero es el uso de combustibles fósiles; sin embargo, su consumo no sólo no ha disminuido aún, sino que se sigue incrementado año con año. Por otro lado, los bosques y selvas juegan un papel clave en la captura de bióxido de carbono, pero continúa la deforestación. Ojalá y este llamado haga eco en los principales tomadores de decisiones y por fin se tomen medidas más agresivas para atacar este grave problema global.

oestradam81@hotmail.com

Por: Óscar Estrada

Un nuevo llamado de la ONU, alerta sobre el grave problema que la humanidad está enfrentando, al considerar que el calentamiento global ya ha evolucionado a una nueva y más peligrosa etapa, llamada ahora, ebullición global.

El pasado 27 de julio, Antonio Guterres, secretario general de la ONU, hizo un importante anuncio, al señalar que “la era del calentamiento global terminó” y que la humanidad ha entrado en “la era de la ebullición global”. En este sentido, la ONU considera que el calentamiento global ya ha llegado a un punto crítico y que empezará a provocar una serie de eventos extremos, entre ellos, cambios drásticos en el clima, derretimiento acelerado de los casquetes polares, entre los más evidentes.

Desafortunadamente, estos cambios ya se están presentando y cada vez con mayor intensidad. Quizá hasta ahora, algunos de los eventos que más se han difundido sean el derretimiento de los glaciares o del hielo polar, y de alguna forma pensamos que esos sitios están lejanos a nosotros y que no tienen mayor afectación en nuestro día a día. Sin embargo, este año hemos tenido noticias de varios eventos a nivel mundial, relacionados con estos efectos más intensos del cambio climático, ahora llamado por la ONU, ebullición global. Quizá el nombre no sea precisamente un término científico, pero en esencia se le ha denominado de esta forma, porque se trata de ser más enfático y llamar la atención de los gobiernos, las empresas y la sociedad en general sobre esta grave amenaza.

En Canadá, por ejemplo, este ha sido el año que mayores daños han causado a sus bosques los incendios forestales en toda su historia. Esta situación se ha agravado ante una condición de sequía severa y altas temperaturas en prácticamente todo su territorio. El récord anterior de todos los tiempos de áreas incendiadas, es de 1989 con 7.3 millones de hectáreas, de acuerdo con las estadísticas del Centro Interagencial Canadiense de Incendios Forestales (CIFFC). En el presente año, la afectación llega ya a más de trece millones de hectáreas.

Recordemos que Canadá cuenta con una gran riqueza de bosques templados y boreales, y que desafortunadamente, la superficie de mayor afectación perderá la capacidad de seguir capturando CO2 y de contribuir a reducir la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, es decir, estos daños no sólo los padecerá Canadá, sus efectos se resentirán a nivel global.

Otro hecho sin precedentes que se ha presentado este año, es el extremo calor que a nivel mundial se ha registrado en el mes de julio. De acuerdo con lo señalado por la Organización Meteorológica Mundial y el Servicio Copernicus de la Unión Europea, han confirmado que julio de 2023 será el mes más caluroso jamás registrado; así mismo, los tres días más calientes y las temperaturas oceánicas más altas para esta época del año que se hayan documentado jamás.

De igual forma, estamos viendo otros hechos preocupantes ocasionados por la falta de lluvias; por mencionar tan sólo uno, tenemos el problema por el que está pasando el canal de Panamá, que por el bajo nivel del agua que presenta, debido a una condición de extraordinaria sequía en esta región, ha afectado ya la operación de esta icónica vía de comunicación interoceánica.

Es de sobra conocido que la principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero es el uso de combustibles fósiles; sin embargo, su consumo no sólo no ha disminuido aún, sino que se sigue incrementado año con año. Por otro lado, los bosques y selvas juegan un papel clave en la captura de bióxido de carbono, pero continúa la deforestación. Ojalá y este llamado haga eco en los principales tomadores de decisiones y por fin se tomen medidas más agresivas para atacar este grave problema global.

oestradam81@hotmail.com