/ jueves 25 de junio de 2020

La graduación virtual de mis hijos

“La resiliencia es más que resistir, es aprender a vivir”: Boris Cyrulnik

En la casa, convertida momentáneamente en cuartel militar, mi fina consorte, experta en esto de impartir clases virtualmente, se encuentra muy triste ya que sus dos querubines que en este 2020 terminan su sexto año de primaria, con calificaciones bastante aceptables, no tendrán una graduación como la tuvo ella con público, honores a la bandera, invitados, aplausos y silbidos. La cuestión es que es ella quien sufre porque acá su servidor y los citados escuincles ni nos preocupamos ni nos acongojamos por esta situación que derivó en que unos chinos, que a todo le atoran, no frieron debidamente un murciélago y ocasionaron tremendo caos mundial con una pandemia que nos trae a todos locos con cubrebocas y sin entender todavía esto de las fases y los colores de las alertas, que si rojo, naranja o amarillo, el caso es que todo sigue color de hormiga.

Quienes egresen de la primaria, secundaria, prepa o universidad en este pandémico año formarán parte de la historia universal como integrantes de la generación que se vieron en la necesidad de terminar sus estudios online bajo un escenario con condiciones sociales y educativas distintivas aunado a que su experiencia los llevó a ser más sensibles con el mundo que los espera urgentemente para que tomen las riendas de él con la esperanza de que lo hagan mejor que los profesionales del pasado y del presente. Los estamos esperando urgentemente, confiamos en ustedes. ¿Nos queda de otra?

El enfrentar la vida educativa y la formación profesional bajo las condiciones de una pandemia, que ha cobrado vidas y que nos ha llevado a cuidarnos, los encamina a ser la generación de la resiliencia ya que no sólo han afrontado esta crisis sanitaria, sino que de alguna manera saldrán (tendrán que salir) fortalecidos de ella. Al tiempo.

Los retos que tiene enfrente el terreno educativo de nuestro país se visualizan complicados al no poder evaluar con objetividad el grado de aprendizaje de los estudiantes y si a esto le sumamos el hecho de que los niños y jóvenes no están apreciando la interacción física con sus compañeros de clase dedicándose a estar gran parte de su tiempo frente a una computadora (ya sea con tareas o jugando) a la larga esto puede traer complicaciones de otra naturaleza, es por ello la gran importancia de la supervisión de los padres para que combinen este tiempo con alguna rutina de ejercicio.

Ya fui invitado a la graduación virtual de mis vástagos, mi dulce consorte insiste en que me ponga corbata; no quiero, vamos pues.


“La resiliencia es más que resistir, es aprender a vivir”: Boris Cyrulnik

En la casa, convertida momentáneamente en cuartel militar, mi fina consorte, experta en esto de impartir clases virtualmente, se encuentra muy triste ya que sus dos querubines que en este 2020 terminan su sexto año de primaria, con calificaciones bastante aceptables, no tendrán una graduación como la tuvo ella con público, honores a la bandera, invitados, aplausos y silbidos. La cuestión es que es ella quien sufre porque acá su servidor y los citados escuincles ni nos preocupamos ni nos acongojamos por esta situación que derivó en que unos chinos, que a todo le atoran, no frieron debidamente un murciélago y ocasionaron tremendo caos mundial con una pandemia que nos trae a todos locos con cubrebocas y sin entender todavía esto de las fases y los colores de las alertas, que si rojo, naranja o amarillo, el caso es que todo sigue color de hormiga.

Quienes egresen de la primaria, secundaria, prepa o universidad en este pandémico año formarán parte de la historia universal como integrantes de la generación que se vieron en la necesidad de terminar sus estudios online bajo un escenario con condiciones sociales y educativas distintivas aunado a que su experiencia los llevó a ser más sensibles con el mundo que los espera urgentemente para que tomen las riendas de él con la esperanza de que lo hagan mejor que los profesionales del pasado y del presente. Los estamos esperando urgentemente, confiamos en ustedes. ¿Nos queda de otra?

El enfrentar la vida educativa y la formación profesional bajo las condiciones de una pandemia, que ha cobrado vidas y que nos ha llevado a cuidarnos, los encamina a ser la generación de la resiliencia ya que no sólo han afrontado esta crisis sanitaria, sino que de alguna manera saldrán (tendrán que salir) fortalecidos de ella. Al tiempo.

Los retos que tiene enfrente el terreno educativo de nuestro país se visualizan complicados al no poder evaluar con objetividad el grado de aprendizaje de los estudiantes y si a esto le sumamos el hecho de que los niños y jóvenes no están apreciando la interacción física con sus compañeros de clase dedicándose a estar gran parte de su tiempo frente a una computadora (ya sea con tareas o jugando) a la larga esto puede traer complicaciones de otra naturaleza, es por ello la gran importancia de la supervisión de los padres para que combinen este tiempo con alguna rutina de ejercicio.

Ya fui invitado a la graduación virtual de mis vástagos, mi dulce consorte insiste en que me ponga corbata; no quiero, vamos pues.