/ jueves 9 de mayo de 2024

La industria de semiconductores en México

Los gobiernos de Estados Unidos y México, junto con los sectores académicos y privados, están formando una alianza para desarrollar la industria de semiconductores en México. El plan contempla evaluar el marco regulatorio, desarrollar la infraestructura existente y capacitar a la fuerza laboral necesaria. En 2022, Estados Unidos creó la Ley CHIPS con el objetivo principal de aumentar la producción nacional de semiconductores, mejorar la investigación y el desarrollo en tecnologías de semiconductores, y asegurar la cadena de suministro. El fondo está conformado por 52 mil millones de dólares para gastos e incentivos en desarrollo de instalaciones, investigación y desarrollo, formación de fuerza laboral y desarrollo de redes de telecomunicaciones. Aún no hay nada previsto para la asignación de recursos para México de estos fondos.

México podría desarrollarse en la industria de semiconductores en el área de diseño. A menudo se piensa que el diseño es complejo porque se asocia con microprocesadores, pero en realidad la gama de complejidad de los productos de semiconductores es muy amplia. Técnicamente, un diodo es parte de esta industria, siendo un componente extremadamente básico. De la misma manera, México podría también participar en la fabricación de componentes de semiconductores básicos. De hecho, ya hay algunos proyectos como QSM en Querétaro y Vishay en La Laguna. Estas plantas son inversiones menores a 50 millones. La nueva planta de Intel en Arizona tiene una inversión de 20 mil millones de dólares. Esto da una perspectiva de la amplia gama de oportunidades que tiene México.

En lo que corresponde al ensamblaje, prueba y empaque, México tiene una gran oportunidad. Después de la fabricación, los componentes son piezas que tienen que ser montadas en conectores y empaquetadas como producto final. México ya tiene mucha experiencia en este tipo de procesos y podría ser un área que se podría desarrollar rápidamente. Otra área que puede desarrollar México es la producción de materiales requeridos tales como metales, materiales y químicos. En esta área, México también tiene una industria desarrollada, además de contar con una amplia gama de recursos naturales esenciales para iniciar la cadena de suministro. Dónde está cuesta arriba es en el área de fabricación de equipo para los procesos de manufactura de semiconductores. Esta subindustria está dominada por Estados Unidos.

Hay factores críticos sin abordar que limitan el aprovechamiento del nearshoring. La insuficiente inversión de la CFE y las restricciones a la inversión privada en infraestructura eléctrica por cambios en políticas públicas, junto con la disminución en energías limpias y la cancelación de fondos para investigación del Conahcyt afectan el atractivo para inversores extranjeros. La inseguridad desincentiva la reubicación de especialistas y afecta negativamente el establecimiento y operación de proyectos de manufactura, mientras que en lo que corresponde al Estado de Derecho las recientes políticas públicas que modificaron y afectaron a inversionistas de infraestructura eléctrica y la prohibición del establecimiento de la fábrica de cerveza en Mexicali han generado un ambiente de incertidumbre.

Esperamos que todos estos factores negativos sean abordados y se genere una agenda nacional para el desarrollo de la industria que permita aprovechar esta enorme ventana de oportunidades que tenemos de frente.


Consultor internacional en prevención, participación ciudadana, análisis delictivo y generación de política pública

Los gobiernos de Estados Unidos y México, junto con los sectores académicos y privados, están formando una alianza para desarrollar la industria de semiconductores en México. El plan contempla evaluar el marco regulatorio, desarrollar la infraestructura existente y capacitar a la fuerza laboral necesaria. En 2022, Estados Unidos creó la Ley CHIPS con el objetivo principal de aumentar la producción nacional de semiconductores, mejorar la investigación y el desarrollo en tecnologías de semiconductores, y asegurar la cadena de suministro. El fondo está conformado por 52 mil millones de dólares para gastos e incentivos en desarrollo de instalaciones, investigación y desarrollo, formación de fuerza laboral y desarrollo de redes de telecomunicaciones. Aún no hay nada previsto para la asignación de recursos para México de estos fondos.

México podría desarrollarse en la industria de semiconductores en el área de diseño. A menudo se piensa que el diseño es complejo porque se asocia con microprocesadores, pero en realidad la gama de complejidad de los productos de semiconductores es muy amplia. Técnicamente, un diodo es parte de esta industria, siendo un componente extremadamente básico. De la misma manera, México podría también participar en la fabricación de componentes de semiconductores básicos. De hecho, ya hay algunos proyectos como QSM en Querétaro y Vishay en La Laguna. Estas plantas son inversiones menores a 50 millones. La nueva planta de Intel en Arizona tiene una inversión de 20 mil millones de dólares. Esto da una perspectiva de la amplia gama de oportunidades que tiene México.

En lo que corresponde al ensamblaje, prueba y empaque, México tiene una gran oportunidad. Después de la fabricación, los componentes son piezas que tienen que ser montadas en conectores y empaquetadas como producto final. México ya tiene mucha experiencia en este tipo de procesos y podría ser un área que se podría desarrollar rápidamente. Otra área que puede desarrollar México es la producción de materiales requeridos tales como metales, materiales y químicos. En esta área, México también tiene una industria desarrollada, además de contar con una amplia gama de recursos naturales esenciales para iniciar la cadena de suministro. Dónde está cuesta arriba es en el área de fabricación de equipo para los procesos de manufactura de semiconductores. Esta subindustria está dominada por Estados Unidos.

Hay factores críticos sin abordar que limitan el aprovechamiento del nearshoring. La insuficiente inversión de la CFE y las restricciones a la inversión privada en infraestructura eléctrica por cambios en políticas públicas, junto con la disminución en energías limpias y la cancelación de fondos para investigación del Conahcyt afectan el atractivo para inversores extranjeros. La inseguridad desincentiva la reubicación de especialistas y afecta negativamente el establecimiento y operación de proyectos de manufactura, mientras que en lo que corresponde al Estado de Derecho las recientes políticas públicas que modificaron y afectaron a inversionistas de infraestructura eléctrica y la prohibición del establecimiento de la fábrica de cerveza en Mexicali han generado un ambiente de incertidumbre.

Esperamos que todos estos factores negativos sean abordados y se genere una agenda nacional para el desarrollo de la industria que permita aprovechar esta enorme ventana de oportunidades que tenemos de frente.


Consultor internacional en prevención, participación ciudadana, análisis delictivo y generación de política pública