/ miércoles 20 de abril de 2022

La reforma que nació para fracasar

A inicio de esta legislatura, el gobierno federal y Morena no solamente nos sorprendieron con un paquete económico alejado de la realidad que vive México, sino que a finales de del mes de septiembre la Mesa Directiva recibió iniciativa con proyecto de decreto signada por el Ejecutivo federal, la cual proponía reformar la Constitución en materia energética.

Es así, que desde aquel momento diversos grupos parlamentarios en la Cámara de Diputados advertimos en esta iniciativa que su redacción contenía una motivación altamente ideológica, disjunta de lo que hoy se requiere en México y el mundo en materia de generación de energías; por otro lado se advirtió una regresión en los rubros de economía, de competencia, de salud y medioambiental, además del incumplimiento sobre diversos tratados internacionales que México ha firmado y han sido ratificados por el Senado.


En los primeros meses de 2022 se realizaron en la cámara foros de parlamento abierto, mismos que se enriquecieron con oradores a favor y en contra, en voces de expertos en temas que ocupaba la materia de estudio. Sin embargo, como en otros momentos en que se utilizó esta figura de parlamento abierto, para distintos temas, también relevantes, lo ahí planteado no fue escuchado por la mayoría y sus aliados en la cámara. Nuevamente actuaron con dolo al ser omisos, en escuchar y buscar integrar las otras voces distintas a la del presidente, que es al único al que obedecen.


El pasado lunes 11 de abril, la iniciativa se dictaminó por comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Energía; en las que se aprobó por mayoría; y posteriormente se turnó para su votación en el pleno. Es importante mencionar que, para que pueda modificarse la constitución, se requieren dos terceras partes de los legisladores presentes al día de la votación, es decir, en el pleno se requerían para que pasará la reforma 334 votos a favor, mismos que no se obtuvieron.


La coalición legislativa Va X México, de la que formo parte, entre sus argumentos en el pleno, señalamos que no se tomaron en cuenta 12 puntos de la contrapropuesta que presentamos para ser incluidos en el análisis dentro de las comisiones y que recogían las propuestas de los foros de parlamento abierto.


El pasado domingo 17 de abril se convocó al pleno para desahogar el dictamen y por primera vez, en lo que va de esta administración federal, con una oposición unida y convencida de que esta reforma es dañina para nuestro país, pusimos un alto al autoritarismo del presidente, de Morena y sus diputados. Mandamos un mensaje claro, de que ninguna disposición constitucional contraria a los avances que por décadas se han construído en México, NO obtendrá el apoyo y los votos necesarios para que pase en el Poder Legislativo.

Quienes votamos en contra lo hicimos con la más alta convicción de un análisis profundo a la misma, sabedores de que de haberla aprobado iría en más detrimento de las finanzas del país; de la economía de las familias mexicanas; de su salud y del medio ambiente.

A pesar de las amenazas de Morena y sus aliados, en Acción Nacional sabemos de qué estamos hechos y por quiénes luchamos, por ello esta reforma fracasó; por otro lado, celebro el acompañamiento de la ciudadanía que nos alentó para seguir defendiendo las libertades; el Estado de derecho; la democracia y la constitución.


A inicio de esta legislatura, el gobierno federal y Morena no solamente nos sorprendieron con un paquete económico alejado de la realidad que vive México, sino que a finales de del mes de septiembre la Mesa Directiva recibió iniciativa con proyecto de decreto signada por el Ejecutivo federal, la cual proponía reformar la Constitución en materia energética.

Es así, que desde aquel momento diversos grupos parlamentarios en la Cámara de Diputados advertimos en esta iniciativa que su redacción contenía una motivación altamente ideológica, disjunta de lo que hoy se requiere en México y el mundo en materia de generación de energías; por otro lado se advirtió una regresión en los rubros de economía, de competencia, de salud y medioambiental, además del incumplimiento sobre diversos tratados internacionales que México ha firmado y han sido ratificados por el Senado.


En los primeros meses de 2022 se realizaron en la cámara foros de parlamento abierto, mismos que se enriquecieron con oradores a favor y en contra, en voces de expertos en temas que ocupaba la materia de estudio. Sin embargo, como en otros momentos en que se utilizó esta figura de parlamento abierto, para distintos temas, también relevantes, lo ahí planteado no fue escuchado por la mayoría y sus aliados en la cámara. Nuevamente actuaron con dolo al ser omisos, en escuchar y buscar integrar las otras voces distintas a la del presidente, que es al único al que obedecen.


El pasado lunes 11 de abril, la iniciativa se dictaminó por comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Energía; en las que se aprobó por mayoría; y posteriormente se turnó para su votación en el pleno. Es importante mencionar que, para que pueda modificarse la constitución, se requieren dos terceras partes de los legisladores presentes al día de la votación, es decir, en el pleno se requerían para que pasará la reforma 334 votos a favor, mismos que no se obtuvieron.


La coalición legislativa Va X México, de la que formo parte, entre sus argumentos en el pleno, señalamos que no se tomaron en cuenta 12 puntos de la contrapropuesta que presentamos para ser incluidos en el análisis dentro de las comisiones y que recogían las propuestas de los foros de parlamento abierto.


El pasado domingo 17 de abril se convocó al pleno para desahogar el dictamen y por primera vez, en lo que va de esta administración federal, con una oposición unida y convencida de que esta reforma es dañina para nuestro país, pusimos un alto al autoritarismo del presidente, de Morena y sus diputados. Mandamos un mensaje claro, de que ninguna disposición constitucional contraria a los avances que por décadas se han construído en México, NO obtendrá el apoyo y los votos necesarios para que pase en el Poder Legislativo.

Quienes votamos en contra lo hicimos con la más alta convicción de un análisis profundo a la misma, sabedores de que de haberla aprobado iría en más detrimento de las finanzas del país; de la economía de las familias mexicanas; de su salud y del medio ambiente.

A pesar de las amenazas de Morena y sus aliados, en Acción Nacional sabemos de qué estamos hechos y por quiénes luchamos, por ello esta reforma fracasó; por otro lado, celebro el acompañamiento de la ciudadanía que nos alentó para seguir defendiendo las libertades; el Estado de derecho; la democracia y la constitución.