/ martes 3 de noviembre de 2020

La responsabilidad compartida

Seguimos con la incertidumbre en el Estado de derecho de nuestro país.

Es momento que, de no ser por la Cámara de Senadores, perderíamos la intimidad y el derecho a no ser perturbados en nuestros hogares por las autoridades fiscales del SAT, rompiendo flagrantemente nuestra intimidad y derechos individuales.

Ahora que aparentemente el gobierno federal empieza a ver con detenimiento los decretos del modelo IMMEX y el outsourcing, nos vemos ante la amenaza de perder modelos competitivos, con necesidad de ajustes, controles y posiblemente sanciones, pero no desaparición a un modelo que se emplea en muchos países desarrollados, podemos ser mejores, pero no podemos ser menos que otros.

La pandemia ahora muestra una debilidad, un retroceso a nivel mundial, pero también podemos constatar que muchos países entienden que la pobreza y la falta de movimiento económico será una consecuencia terriblemente grave para cualquier país del mundo, el equilibrio, tan difícil de concebir es necesario.

Ahora más que nunca, es necesario una excelente coordinación de todos los niveles de gobierno, pero más aún el respeto entre ellas y la única observancia de cuidar a la ciudadanía, ser auténticos representantes de la población, de los hombres y mujeres de la sociedad.

Ahora más que nunca la ciudadanía debe ejercer su poder como el real patrón y determinante de las acciones de los gobernantes, seamos una sociedad que exija a los representantes populares y los NO populares sino de mayoría (diputados y senadores), que exhiban responsabilidad, que piensen sus decisiones y que voten las iniciativas pensando en la gente, no en sus partidos o en sus jefes, que ejerzan el “deber ser”.

Las decisiones de los representantes populares, y lo reitero, deben ver más allá de las aspiraciones propias y de grupos políticos para poder concebir el bien futuro, y no destruir lo existente, sin tener una propuesta ya perfecta de construcción, de manera que lo que se pretenda cambiar tenga mejores opciones, no sólo dejar ruinas y pisos sucios, sin una alternativa de ser o hacer mejor las cosas.

No es esto privativo de nuestro país, pero si es de nuestra incumbencia y nuestra oportunidad que esto suceda de manera exitosa, participemos en los procesos electorales y seamos activos en el quehacer diario como ciudadanos responsables y conscientes pensando en nuestros descendientes, nuestros hijos y sus sucesores, y los vecinos y amigos, este país, definitivamente es de todos, seamos corresponsables de su formación.

Ahora, durante la pandemia, somos también los ciudadanos los responsables de su propagación y su control. Tenemos la oportunidad y la obligación de actuar de manera responsable para controlar y cambiar el semáforo, no sólo los empresarios y la autoridad son responsables, estos entes han buscado por todos los medios dar lo mejor de sí para mitigar la pandemia, pero no todos hemos actuado de la manera completamente adecuada para que no cunda el mal, no hemos cuidado la sana distancia o dejado de atender a reuniones de la manera esperada o tomado las medidas de higiene, de lavado de manos, etc., que son recomendados, seamos pues elementos de éxito, no de falla para superar esta situación tan crítica.

Tenemos pues una combinación de decisiones gubernamentales y actitudes personales, que, si fueran en la dirección correcta, mejor sería el panorama, podemos hacerlo, es cuestión de voluntad, seamos fuertes y vayamos por ello. Viva Chihuahua!!!



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Seguimos con la incertidumbre en el Estado de derecho de nuestro país.

Es momento que, de no ser por la Cámara de Senadores, perderíamos la intimidad y el derecho a no ser perturbados en nuestros hogares por las autoridades fiscales del SAT, rompiendo flagrantemente nuestra intimidad y derechos individuales.

Ahora que aparentemente el gobierno federal empieza a ver con detenimiento los decretos del modelo IMMEX y el outsourcing, nos vemos ante la amenaza de perder modelos competitivos, con necesidad de ajustes, controles y posiblemente sanciones, pero no desaparición a un modelo que se emplea en muchos países desarrollados, podemos ser mejores, pero no podemos ser menos que otros.

La pandemia ahora muestra una debilidad, un retroceso a nivel mundial, pero también podemos constatar que muchos países entienden que la pobreza y la falta de movimiento económico será una consecuencia terriblemente grave para cualquier país del mundo, el equilibrio, tan difícil de concebir es necesario.

Ahora más que nunca, es necesario una excelente coordinación de todos los niveles de gobierno, pero más aún el respeto entre ellas y la única observancia de cuidar a la ciudadanía, ser auténticos representantes de la población, de los hombres y mujeres de la sociedad.

Ahora más que nunca la ciudadanía debe ejercer su poder como el real patrón y determinante de las acciones de los gobernantes, seamos una sociedad que exija a los representantes populares y los NO populares sino de mayoría (diputados y senadores), que exhiban responsabilidad, que piensen sus decisiones y que voten las iniciativas pensando en la gente, no en sus partidos o en sus jefes, que ejerzan el “deber ser”.

Las decisiones de los representantes populares, y lo reitero, deben ver más allá de las aspiraciones propias y de grupos políticos para poder concebir el bien futuro, y no destruir lo existente, sin tener una propuesta ya perfecta de construcción, de manera que lo que se pretenda cambiar tenga mejores opciones, no sólo dejar ruinas y pisos sucios, sin una alternativa de ser o hacer mejor las cosas.

No es esto privativo de nuestro país, pero si es de nuestra incumbencia y nuestra oportunidad que esto suceda de manera exitosa, participemos en los procesos electorales y seamos activos en el quehacer diario como ciudadanos responsables y conscientes pensando en nuestros descendientes, nuestros hijos y sus sucesores, y los vecinos y amigos, este país, definitivamente es de todos, seamos corresponsables de su formación.

Ahora, durante la pandemia, somos también los ciudadanos los responsables de su propagación y su control. Tenemos la oportunidad y la obligación de actuar de manera responsable para controlar y cambiar el semáforo, no sólo los empresarios y la autoridad son responsables, estos entes han buscado por todos los medios dar lo mejor de sí para mitigar la pandemia, pero no todos hemos actuado de la manera completamente adecuada para que no cunda el mal, no hemos cuidado la sana distancia o dejado de atender a reuniones de la manera esperada o tomado las medidas de higiene, de lavado de manos, etc., que son recomendados, seamos pues elementos de éxito, no de falla para superar esta situación tan crítica.

Tenemos pues una combinación de decisiones gubernamentales y actitudes personales, que, si fueran en la dirección correcta, mejor sería el panorama, podemos hacerlo, es cuestión de voluntad, seamos fuertes y vayamos por ello. Viva Chihuahua!!!



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