/ viernes 20 de mayo de 2022

La UNAM y los ataques de AMLO

Por María Soledad Limas Frescas

El afán del Ejecutivo federal para desacreditar a las instituciones icónicas para los mexicanos constituye una ofensa para todos nosotros. Continúa la obsesión presidencial por denostar a las instituciones, como lo ha hecho con el Instituto Nacional Electoral, el Instituto Nacional de Transparencia, entre otros, y sigue con la misma tendencia de acusar con datos irreales, ahora criticó de nueva cuenta a la Universidad Nacional Autónoma de México, llamándola “su alma máter” y a la que seguramente le agarró mucho cariño, pues duró más de quince años haciendo su licenciatura. Concretamente AMLO señaló a la UNAM de ser derechista, conservadora neoliberal y de que no apoyó con sus estudiantes de Medicina y sus médicos en la pandemia y los envío cómodamente a sus casas; al presidente le están saliendo los tiros por la culata, porque las instituciones se están defendiendo enérgicamente contra los ataques del Ejecutivo federal, con datos y argumentos reales, no imaginados ni falsos.

Los voceros de la universidad respondieron a AMLO que “Miles de universitarios se entregaron con pasión” en la pandemia y argumentaron que fueron las propias autoridades federales sanitarias el 19 de marzo de 2020, quienes ordenaron que todos los estudiantes se fueran a sus casas. No obstante a lo anterior, debe reconocerse el trabajo y esfuerzo de los estudiantes y pasantes de Medicina, de profesionistas, maestros e investigadores de la UNAM, quienes tuvieron un papel de vital importancia durante la pandemia, unos metidos en los hospitales asistiendo y auxiliando a los médicos y a los enfermos, a riesgo de sus propias vidas, cuando no había vacunas para prevenir la pandemia ni tratamientos certeros para combatirla. Otros informando a través de los medios de comunicación, en plataformas y redes sociales la situación real de la pandemia y dando las recomendaciones de las medidas preventivas y combativas a seguir, como el uso de cubrebocas, siendo que el gobierno federal a través del subsecretario de Salud, López Gattel informó junto, con el presidente en las mañaneras que el uso de cubrebocas no ayudaba en la prevención de la pandemia, y no siguieron las indicaciones y recomendaciones de médicos y especialistas, y de no predicar con el ejemplo, ante una población lastimada y dolida por tantos enfermos y fallecidos, que pudieron haberse evitado, fuera de los populismos y falta de seriedad de muchos funcionarios y autoridades federales. Afortunadamente las instituciones y la UNAM han contestado enérgicamente al Presidente y fijaron e informaron a la ciudadanía su posicionamiento y su trabajo; se valora y agradece el papel que han desempeñado las mismas.

Son urgentes y necesarias las señales de responsabilidad, empatía y humildad de funcionarios y autoridades insensibles, para que reconozcan y agradezcan la aportación de las instituciones al bien del país, y para tejer juntos las redes encaminadas a lograr una sociedad solidaria y segura.


Por María Soledad Limas Frescas

El afán del Ejecutivo federal para desacreditar a las instituciones icónicas para los mexicanos constituye una ofensa para todos nosotros. Continúa la obsesión presidencial por denostar a las instituciones, como lo ha hecho con el Instituto Nacional Electoral, el Instituto Nacional de Transparencia, entre otros, y sigue con la misma tendencia de acusar con datos irreales, ahora criticó de nueva cuenta a la Universidad Nacional Autónoma de México, llamándola “su alma máter” y a la que seguramente le agarró mucho cariño, pues duró más de quince años haciendo su licenciatura. Concretamente AMLO señaló a la UNAM de ser derechista, conservadora neoliberal y de que no apoyó con sus estudiantes de Medicina y sus médicos en la pandemia y los envío cómodamente a sus casas; al presidente le están saliendo los tiros por la culata, porque las instituciones se están defendiendo enérgicamente contra los ataques del Ejecutivo federal, con datos y argumentos reales, no imaginados ni falsos.

Los voceros de la universidad respondieron a AMLO que “Miles de universitarios se entregaron con pasión” en la pandemia y argumentaron que fueron las propias autoridades federales sanitarias el 19 de marzo de 2020, quienes ordenaron que todos los estudiantes se fueran a sus casas. No obstante a lo anterior, debe reconocerse el trabajo y esfuerzo de los estudiantes y pasantes de Medicina, de profesionistas, maestros e investigadores de la UNAM, quienes tuvieron un papel de vital importancia durante la pandemia, unos metidos en los hospitales asistiendo y auxiliando a los médicos y a los enfermos, a riesgo de sus propias vidas, cuando no había vacunas para prevenir la pandemia ni tratamientos certeros para combatirla. Otros informando a través de los medios de comunicación, en plataformas y redes sociales la situación real de la pandemia y dando las recomendaciones de las medidas preventivas y combativas a seguir, como el uso de cubrebocas, siendo que el gobierno federal a través del subsecretario de Salud, López Gattel informó junto, con el presidente en las mañaneras que el uso de cubrebocas no ayudaba en la prevención de la pandemia, y no siguieron las indicaciones y recomendaciones de médicos y especialistas, y de no predicar con el ejemplo, ante una población lastimada y dolida por tantos enfermos y fallecidos, que pudieron haberse evitado, fuera de los populismos y falta de seriedad de muchos funcionarios y autoridades federales. Afortunadamente las instituciones y la UNAM han contestado enérgicamente al Presidente y fijaron e informaron a la ciudadanía su posicionamiento y su trabajo; se valora y agradece el papel que han desempeñado las mismas.

Son urgentes y necesarias las señales de responsabilidad, empatía y humildad de funcionarios y autoridades insensibles, para que reconozcan y agradezcan la aportación de las instituciones al bien del país, y para tejer juntos las redes encaminadas a lograr una sociedad solidaria y segura.