/ martes 29 de mayo de 2018

Para el barco que no lleva rumbo…

Hace unas semanas escuchaba a personas, que ante la interrogante de por qué candidato votarían para la Presidencia de la República, respondían que por “el menos peor”; ahora con la misma pregunta expresan con enfado que ya no saben quién es ese “menos peor” y con risa, cuentan los memes que circulan por las redes sociales sobre ellos. También, hay personas que cambian el tema, y dicen que ya no vale la pena hablar de eso; pero luego, indefectiblemente surgen aquellos que con pasión, defienden a su partido independientemente de la propuesta del candidato y casi con fe, ciega, como lo es, protegen con espada a su color, y vaya conflictos que surgen a raíz de eso...

Ello me hizo recordar una conversación con mi padre, quién ante un panorama parecido citó a Séneca: “Para el barco que no lleva rumbo, cualquier viento le es favorable”. Un estudio de Pew Center Research, 2017 indicó que el 85% de la población mexicana está insatisfecha con el camino por el que va el país, y gran porcentaje afirmó que los políticos corruptos eran el problema más grave, aunado a la inseguridad y la economía.

También hay que subrayar que a lo largo de la historia, en México ha prevalecido el populismo en todos los partidos, basado en el liderazgo personal con el apoyo entusiasta de las masas y la colaboración de las clases burguesas. El populismo llega cuando los gobiernos pierden liderazgo, cuando las personas pobres son las más y la clase media se cansa de la corrupción e ineficacia de las instituciones.

Nos hemos centrado en el “nada está bien”, y navegamos en la oscuridad del conformismo, lo que nos impide ver el futuro, sobre todo, el papel fundamental de la sociedad en el cambio que se requiere. Debemos darnos cuenta del poder que tenemos para transformar la realidad, y tomar el timón y para continuar la jornada, hacia un objetivo claro. Si los candidatos no aportan soluciones ni propuestas concretas a los problemas para desahogar nuestra realidad social, comencemos nosotros, reinsertando a los excluidos, educándonos en una nueva cultura política, en la prevención, en valores de respeto, trabajo, solidaridad y armonía y participar activamente hacia el rumbo que queremos como país, pues como dijo Séneca: “Hay ciertas cosas que para hacerlas bien no basta haberlas aprendido”.


yanez_flor@hotmail.com www.floryanez.com







Hace unas semanas escuchaba a personas, que ante la interrogante de por qué candidato votarían para la Presidencia de la República, respondían que por “el menos peor”; ahora con la misma pregunta expresan con enfado que ya no saben quién es ese “menos peor” y con risa, cuentan los memes que circulan por las redes sociales sobre ellos. También, hay personas que cambian el tema, y dicen que ya no vale la pena hablar de eso; pero luego, indefectiblemente surgen aquellos que con pasión, defienden a su partido independientemente de la propuesta del candidato y casi con fe, ciega, como lo es, protegen con espada a su color, y vaya conflictos que surgen a raíz de eso...

Ello me hizo recordar una conversación con mi padre, quién ante un panorama parecido citó a Séneca: “Para el barco que no lleva rumbo, cualquier viento le es favorable”. Un estudio de Pew Center Research, 2017 indicó que el 85% de la población mexicana está insatisfecha con el camino por el que va el país, y gran porcentaje afirmó que los políticos corruptos eran el problema más grave, aunado a la inseguridad y la economía.

También hay que subrayar que a lo largo de la historia, en México ha prevalecido el populismo en todos los partidos, basado en el liderazgo personal con el apoyo entusiasta de las masas y la colaboración de las clases burguesas. El populismo llega cuando los gobiernos pierden liderazgo, cuando las personas pobres son las más y la clase media se cansa de la corrupción e ineficacia de las instituciones.

Nos hemos centrado en el “nada está bien”, y navegamos en la oscuridad del conformismo, lo que nos impide ver el futuro, sobre todo, el papel fundamental de la sociedad en el cambio que se requiere. Debemos darnos cuenta del poder que tenemos para transformar la realidad, y tomar el timón y para continuar la jornada, hacia un objetivo claro. Si los candidatos no aportan soluciones ni propuestas concretas a los problemas para desahogar nuestra realidad social, comencemos nosotros, reinsertando a los excluidos, educándonos en una nueva cultura política, en la prevención, en valores de respeto, trabajo, solidaridad y armonía y participar activamente hacia el rumbo que queremos como país, pues como dijo Séneca: “Hay ciertas cosas que para hacerlas bien no basta haberlas aprendido”.


yanez_flor@hotmail.com www.floryanez.com