/ martes 19 de marzo de 2024

Perfil humano | Guerrero, bajo el imperio de la impunidad y la violencia criminal

El estado de Guerrero continúa destacándose en el ámbito nacional por la creciente violencia criminal que afecta diariamente a sus habitantes.

La habitual ineficacia e ineficiencia de su gobierno estatal es exhibida ahora con el crimen de un joven normalista de Ayotzinapa.

En un artículo publicado hace unas semanas había expuesto que Guerrero era un estado fallido y sigue siéndolo al grado de que se pide la revocación de poderes mientras los estudiantes agraviados exigen la renuncia de la gobernadora.

Evelyn Salgado fue designada como candidata por Morena cuando su padre el senador Félix Salgado tuvo que renunciar a sus pretensiones de ser gobernador debido a las escandalosas denuncias de abuso sexual realizadas por varias mujeres guerrerenses.

El ex alcalde de Acapulco, famoso por sus ocurrencias y peculiar vestimenta, tuvo que dejarle la candidatura a su hija.

La joven e inexperta Evelyn desde el principio de su mandato demostró que no podía controlar a las mafias políticas y criminales enquistadas en esta empobrecida entidad.

El asesinato del estudiante de Ayotzinapa a manos de policías estatales la obligó a despedir a su secretario general de gobierno y al general que dirigía la secretaría estatal de seguridad.

Ante las continuas protestas de la población por los crímenes y extorsiones de los delincuentes, la gobernadora ya había cesado antes al almirante encargado de tal secretaría.

La imperante inseguridad que predomina en el estado motivó que la bancada panista en el Senado solicitara la desaparición de poderes en Guerrero.

Por su parte los normalistas de Ayotzinapa después del homicidio de su compañero han realizado protestas e incendiado vehículos de la Guardia Nacional y de la fiscalía estatal.

En la marcha de protesta que realizaron en Chilpancingo participaron miles de personas, entre ellos estudiantes de otras normales del país.

Esta movilización fue pacífica y ahora los normalistas exigen la renuncia no solo de la fiscalía sino también de la gobernadora.

Los policías estatales involucrados en el crimen intentaron justificarlo argumentando que habían sido atacados con armas de fuego por los jóvenes que viajaban en un auto, los cuales según ellos estaban drogados.

Sus superiores apoyaron dicha versión hasta que se comprobó que los estudiantes no habían disparado alguna arma ni estaban drogados.

El presunto responsable del asesinato huyó lo cual exasperó más los ánimos de los normalistas por lo que el conflicto continuará hasta que se aplique la justicia legal.

Los estudiantes de la normal de Ayotzinapa desde el 2014, año en que fueron arrestados y desparecidos 43 de sus compañeros, están en pie de lucha debido a los nulos resultados oficiales sobre el destino de los mismos.

Los cárteles de la droga y otras bandas criminales se disputan los territorios sin que alguna autoridad se oponga a ello.

Pese a los paros de los transportistas públicos de las principales ciudades y centros turísticos de la entidad poco o nada han hecho el gobierno estatal y los municipales para terminar con las extorsiones.

Al igual que en otros estados el crimen organizado está participando en las elecciones eliminando o amenazando a los candidatos que no son de su preferencia.

Guerrero es un estado fallido y debería ser analizado como tal por el congreso federal para decidir si amerita o no la desaparición de poderes, aunque ello vaya en contra de los intereses de la familia Salgado y del partido que los promueve.


El estado de Guerrero continúa destacándose en el ámbito nacional por la creciente violencia criminal que afecta diariamente a sus habitantes.

La habitual ineficacia e ineficiencia de su gobierno estatal es exhibida ahora con el crimen de un joven normalista de Ayotzinapa.

En un artículo publicado hace unas semanas había expuesto que Guerrero era un estado fallido y sigue siéndolo al grado de que se pide la revocación de poderes mientras los estudiantes agraviados exigen la renuncia de la gobernadora.

Evelyn Salgado fue designada como candidata por Morena cuando su padre el senador Félix Salgado tuvo que renunciar a sus pretensiones de ser gobernador debido a las escandalosas denuncias de abuso sexual realizadas por varias mujeres guerrerenses.

El ex alcalde de Acapulco, famoso por sus ocurrencias y peculiar vestimenta, tuvo que dejarle la candidatura a su hija.

La joven e inexperta Evelyn desde el principio de su mandato demostró que no podía controlar a las mafias políticas y criminales enquistadas en esta empobrecida entidad.

El asesinato del estudiante de Ayotzinapa a manos de policías estatales la obligó a despedir a su secretario general de gobierno y al general que dirigía la secretaría estatal de seguridad.

Ante las continuas protestas de la población por los crímenes y extorsiones de los delincuentes, la gobernadora ya había cesado antes al almirante encargado de tal secretaría.

La imperante inseguridad que predomina en el estado motivó que la bancada panista en el Senado solicitara la desaparición de poderes en Guerrero.

Por su parte los normalistas de Ayotzinapa después del homicidio de su compañero han realizado protestas e incendiado vehículos de la Guardia Nacional y de la fiscalía estatal.

En la marcha de protesta que realizaron en Chilpancingo participaron miles de personas, entre ellos estudiantes de otras normales del país.

Esta movilización fue pacífica y ahora los normalistas exigen la renuncia no solo de la fiscalía sino también de la gobernadora.

Los policías estatales involucrados en el crimen intentaron justificarlo argumentando que habían sido atacados con armas de fuego por los jóvenes que viajaban en un auto, los cuales según ellos estaban drogados.

Sus superiores apoyaron dicha versión hasta que se comprobó que los estudiantes no habían disparado alguna arma ni estaban drogados.

El presunto responsable del asesinato huyó lo cual exasperó más los ánimos de los normalistas por lo que el conflicto continuará hasta que se aplique la justicia legal.

Los estudiantes de la normal de Ayotzinapa desde el 2014, año en que fueron arrestados y desparecidos 43 de sus compañeros, están en pie de lucha debido a los nulos resultados oficiales sobre el destino de los mismos.

Los cárteles de la droga y otras bandas criminales se disputan los territorios sin que alguna autoridad se oponga a ello.

Pese a los paros de los transportistas públicos de las principales ciudades y centros turísticos de la entidad poco o nada han hecho el gobierno estatal y los municipales para terminar con las extorsiones.

Al igual que en otros estados el crimen organizado está participando en las elecciones eliminando o amenazando a los candidatos que no son de su preferencia.

Guerrero es un estado fallido y debería ser analizado como tal por el congreso federal para decidir si amerita o no la desaparición de poderes, aunque ello vaya en contra de los intereses de la familia Salgado y del partido que los promueve.