/ jueves 14 de febrero de 2019

Punto y aparte

¿Dónde estabas?

“El pensamiento no va a superar el miedo, sino la voluntad de acción”

- William Clement Stone -

El año pasado hubo elecciones para presidente de México en las cuales ganó Andrés Manuel López Obrador; aún no tomaba protesta como el primer mandatario de la nación cuando a través de un mecanismo cómico, mágico, musical decidió suspender la construcción del aeropuerto en Texcoco; en una concienzuda decisión los diputados nombran al ex Garibaldi Sergio Mayer como representante de la cultura en la Cámara Baja del congreso; AMLO, ya como presidente, comienza a desarticular una red de corrupción que tiene que ver con el hurto de combustible y entrados en el tema una explosión cobra la vida de varios mexicanos que robaban gasolina; Donald Trump, por su parte y montado en su burra, cierra temporalmente su gobierno hasta que el congreso de su país le suelte la lana para la construcción del muro de la discordia; y en el mundo del espectáculo el cineasta Alfonso Cuarón en su capricho por llevar parte de su infancia a la pantalla grande invitó a Yalitza Aparicio a que interpretara a la empleada doméstica de un matrimonio al borde del caos, actuación por la que ganó una nominación al Oscar y más de dos envidias. Mientras todo esto pasó, ¿tú dónde estabas?

La vida está llena de acciones realizadas por las personas que de una u otra manera hacen que el mundo se mueva, muchas de estas acciones nos causan malestar y nos hacen emitir nuestra crítica en sentido negativo y otras son aplaudidas ya que reflejan lo que queremos, pero ¿por qué no ser también los actores que le dan gasolina a las vicisitudes de la vida?, ¿por comodidad?, ¿por flojera? o ¿por qué nomás no hay chanza?, ¿lo hemos intentado?

Si bien es cierto que el presidente de México cuenta con buenos niveles de aceptación por parte del pueblo (aunque también hay quienes lo siguen desaprobando) esa aceptación se tiene que convertir en optimismo y la llamada cuarta transformación tiene que encontrar su base en cada uno de nosotros. El porvenir, como todo, goza de una buena dosis de incertidumbre y más en una nación que acaba de cambiar su administración pública. La delincuencia, la inseguridad, el terreno educativo, el fiscal, el energético, el turismo, el desempleo y la relación con el exterior son temas que empiezan a asomar sus nuevos requerimientos, de los cuales formamos parte cada uno de nosotros. El país nos necesita activos, no invisibles. Es muy feo que le pregunten a uno: ¿Tú dónde estabas? y ni siquiera acordarnos. Venga.

¿Dónde estabas?

“El pensamiento no va a superar el miedo, sino la voluntad de acción”

- William Clement Stone -

El año pasado hubo elecciones para presidente de México en las cuales ganó Andrés Manuel López Obrador; aún no tomaba protesta como el primer mandatario de la nación cuando a través de un mecanismo cómico, mágico, musical decidió suspender la construcción del aeropuerto en Texcoco; en una concienzuda decisión los diputados nombran al ex Garibaldi Sergio Mayer como representante de la cultura en la Cámara Baja del congreso; AMLO, ya como presidente, comienza a desarticular una red de corrupción que tiene que ver con el hurto de combustible y entrados en el tema una explosión cobra la vida de varios mexicanos que robaban gasolina; Donald Trump, por su parte y montado en su burra, cierra temporalmente su gobierno hasta que el congreso de su país le suelte la lana para la construcción del muro de la discordia; y en el mundo del espectáculo el cineasta Alfonso Cuarón en su capricho por llevar parte de su infancia a la pantalla grande invitó a Yalitza Aparicio a que interpretara a la empleada doméstica de un matrimonio al borde del caos, actuación por la que ganó una nominación al Oscar y más de dos envidias. Mientras todo esto pasó, ¿tú dónde estabas?

La vida está llena de acciones realizadas por las personas que de una u otra manera hacen que el mundo se mueva, muchas de estas acciones nos causan malestar y nos hacen emitir nuestra crítica en sentido negativo y otras son aplaudidas ya que reflejan lo que queremos, pero ¿por qué no ser también los actores que le dan gasolina a las vicisitudes de la vida?, ¿por comodidad?, ¿por flojera? o ¿por qué nomás no hay chanza?, ¿lo hemos intentado?

Si bien es cierto que el presidente de México cuenta con buenos niveles de aceptación por parte del pueblo (aunque también hay quienes lo siguen desaprobando) esa aceptación se tiene que convertir en optimismo y la llamada cuarta transformación tiene que encontrar su base en cada uno de nosotros. El porvenir, como todo, goza de una buena dosis de incertidumbre y más en una nación que acaba de cambiar su administración pública. La delincuencia, la inseguridad, el terreno educativo, el fiscal, el energético, el turismo, el desempleo y la relación con el exterior son temas que empiezan a asomar sus nuevos requerimientos, de los cuales formamos parte cada uno de nosotros. El país nos necesita activos, no invisibles. Es muy feo que le pregunten a uno: ¿Tú dónde estabas? y ni siquiera acordarnos. Venga.