/ jueves 16 de septiembre de 2021

Punto y aparte 

Por: Alejandro Rueda Moreno

Conversando con Adriana Malvido

“No se es escritor o escritora por haber elegido decir ciertas cosas, sino por la forma en que se digan”: Sartre

El sábado pasado, dentro de la reunión virtual de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua, tuvimos como invitada a la reconocida escritora y columnista Adriana Malvido, Premio Nacional de Periodismo en el género “entrevista”, merecedora del homenaje nacional de periodismo cultural en 2019 en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, galardonada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia por su trayectoria periodística y autora de exitosos libros, entre los que destacan “La reina roja”, “Los náufragos de San Blas” y “Nahui Olin, la mujer del sol”.

El periodismo cultural está viviendo un gran reto en nuestros días, donde pareciera que lo de hoy es la noticia negativa, se requiere periodismo con sentido humano, periodismo positivo y el terreno cultural abona desde luego a este cometido. Este periodismo es la otra cara, la cara positiva de la triste realidad de nuestros días, es el que ayuda a elevar la conversación social para eliminar el lenguaje violento y beligerante que escuchamos en la televisión y leemos en las redes sociales.

La cultura es el elemento que le da identidad a los pueblos y los libros cumplen con la gran función de permitirnos aprender más allá de lo que podemos ver; en su obra “Los náufragos de San Blas”, Adriana nos narra la historia de Salvador, Jesús y Lucio, tres tiburoneros de Nayarit que, debido a un desperfecto en su embarcación y en combinación con los fuertes vientos, fueron llevados mar adentro extraviándose por nueve meses y rescatados por un barco taiwanés en las islas Marshall de las aguas de Oceanía. La experiencia de la autora para escribir este libro fue narrada por ella en donde su voz denotaba una emoción envidiable, manteniendo en cada segundo la atención de mis compañeros líderes de opinión.

Nahui Olin fue el nombre que el Dr. Atl escogió para su amada Carmen Mondragón; seguramente en la mente del filósofo, apoyándose en su conocimiento como vulcanólogo, posicionó la bella estampa del Monte Fuji para compararla con la belleza de la mujer del sol, cuya rebeldía la llevó a ser considerada loca en los tiempos que custodiaban las primeras décadas del siglo XX, donde la fotografía plasmaba la realidad social y el arte cinematográfico empezaba a asomarse.

Las cartas de amor que Nahui le escribió al Dr. Atl fueron las que iniciaron la motivación de Adriana para escribir sobre ella; la necesidad de expresión que acompañaba siempre a Nahui la llevó a ser pintora, poetisa y modelo; pionera del performance, siempre que posaba era una soberbia actuación. En el libro, la autora le da voz a este bello personaje que descolocaba a la sociedad con sus discursos. De verdad es un placer acompañarse de este gran texto.

Los personajes que deambulan en las letras de Adriana Malvido de alguna manera representan el eco de lo que ella tiene; el misterio de la reina roja, la alegría de los náufragos de San Blas y la belleza y el toque de rebeldía de Carmen Mondragón son características que entretejen el temperamento y el carácter de Adriana, una franca e interesante dama que con suaves palabras explica lo que para muchos pudiera no tener explicación. Desde tierras norteñas mi aprecio, seguro que sí.

aruedam@hotmail.com


Por: Alejandro Rueda Moreno

Conversando con Adriana Malvido

“No se es escritor o escritora por haber elegido decir ciertas cosas, sino por la forma en que se digan”: Sartre

El sábado pasado, dentro de la reunión virtual de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua, tuvimos como invitada a la reconocida escritora y columnista Adriana Malvido, Premio Nacional de Periodismo en el género “entrevista”, merecedora del homenaje nacional de periodismo cultural en 2019 en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, galardonada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia por su trayectoria periodística y autora de exitosos libros, entre los que destacan “La reina roja”, “Los náufragos de San Blas” y “Nahui Olin, la mujer del sol”.

El periodismo cultural está viviendo un gran reto en nuestros días, donde pareciera que lo de hoy es la noticia negativa, se requiere periodismo con sentido humano, periodismo positivo y el terreno cultural abona desde luego a este cometido. Este periodismo es la otra cara, la cara positiva de la triste realidad de nuestros días, es el que ayuda a elevar la conversación social para eliminar el lenguaje violento y beligerante que escuchamos en la televisión y leemos en las redes sociales.

La cultura es el elemento que le da identidad a los pueblos y los libros cumplen con la gran función de permitirnos aprender más allá de lo que podemos ver; en su obra “Los náufragos de San Blas”, Adriana nos narra la historia de Salvador, Jesús y Lucio, tres tiburoneros de Nayarit que, debido a un desperfecto en su embarcación y en combinación con los fuertes vientos, fueron llevados mar adentro extraviándose por nueve meses y rescatados por un barco taiwanés en las islas Marshall de las aguas de Oceanía. La experiencia de la autora para escribir este libro fue narrada por ella en donde su voz denotaba una emoción envidiable, manteniendo en cada segundo la atención de mis compañeros líderes de opinión.

Nahui Olin fue el nombre que el Dr. Atl escogió para su amada Carmen Mondragón; seguramente en la mente del filósofo, apoyándose en su conocimiento como vulcanólogo, posicionó la bella estampa del Monte Fuji para compararla con la belleza de la mujer del sol, cuya rebeldía la llevó a ser considerada loca en los tiempos que custodiaban las primeras décadas del siglo XX, donde la fotografía plasmaba la realidad social y el arte cinematográfico empezaba a asomarse.

Las cartas de amor que Nahui le escribió al Dr. Atl fueron las que iniciaron la motivación de Adriana para escribir sobre ella; la necesidad de expresión que acompañaba siempre a Nahui la llevó a ser pintora, poetisa y modelo; pionera del performance, siempre que posaba era una soberbia actuación. En el libro, la autora le da voz a este bello personaje que descolocaba a la sociedad con sus discursos. De verdad es un placer acompañarse de este gran texto.

Los personajes que deambulan en las letras de Adriana Malvido de alguna manera representan el eco de lo que ella tiene; el misterio de la reina roja, la alegría de los náufragos de San Blas y la belleza y el toque de rebeldía de Carmen Mondragón son características que entretejen el temperamento y el carácter de Adriana, una franca e interesante dama que con suaves palabras explica lo que para muchos pudiera no tener explicación. Desde tierras norteñas mi aprecio, seguro que sí.

aruedam@hotmail.com