/ jueves 21 de noviembre de 2019

Querétaro

El sitio al que vas pasa a formar parte de ti”

- Anita Desai -

Soy de los que opinan que antes de conocer otros países del mundo primero conozcamos los estados de la República Mexicana, ya que cada uno de ellos cuenta con hermosos paisajes custodiados por historia, aventura, música, gastronomía y un toque de misterio. Pues en estas estábamos cuando el pasado fin de semana un contingente de 19 amigos dirigimos la brújula hacia el centro del país teniendo como destino la capital queretana que cuenta con maravillosas leyendas de toda índole y que alberga al equipo Gallos Blancos, que a diferencia de mi salado Cruz azul ya se encuentra en la liguilla del balompié nacional y jugando bien.

Caminar por las calles del centro de Querétaro de verdad que es una experiencia placentera, sus bellos árboles adornan un escenario colonial que motiva a la meditación y le da rienda suelta a la poesía, la pintura y la escritura. Cada uno de sus habitantes conocen a la perfección la leyenda tras la historia de la construcción de su representativo acueducto que data de 1738 cuando sor Marcela le solicitó al marqués Juan Antonio de Urrutia que con su inteligencia y aprovechándose un poco del amor que por ella sentía (a pesar de ser sobrina de su esposa) le llevara agua potable de una forma eficaz hasta el convento de las monjas capuchinas. El final de la historia lo tienen que escuchar de viva voz de los habitantes queretanos, que sólo ellos pueden aderezarla de una forma muy peculiar mientras se deleitan con un cafecito y unos dulces típicos llamados “pedos de monja”.

El perito agrario Jacinto Bortoluz tras llegar de Italia y después de andar por tierras chihuahuenses y coahuilenses, en 1975 plantó su primer viñedo en Querétaro llamado “La Redonda”; mediante cepas francesas importadas ha permitido ofrecer un vino de primer nivel que puede ser degustado por el visitante mientras conoce todo el proceso de producción del mismo.

En San Sebastián Bernal (pueblo mágico queretano) se encuentra La Peña de Bernal, tercer monolito más grande del mundo que es visitado por quienes gustan de la escalada y la vida holística que conceptualiza todo lo existente gracias a la energía que minerales como el cuarzo y la obsidiana emanan.

Tequisquiapan, pueblo decretado por Carranza como “Centro Geográfico de la República Mexicana”, es un lugar obligado a conocer cuando se va a Querétaro, sus angostas calles adoquinadas son recorridas al lado del canto de los pájaros y que acompañados de olores que provienen de los deliciosos esquites y de los algodones de azúcar hacen del lugar una estampa del México bonito, de ese que, aunque no lo creamos, todavía existe.

Nuestro país cuenta con lugares dignos de ser descritos por el mejor de los poetas y sin lugar a dudas Querétaro, cuna de nuestra independencia, es uno de ellos. Seguro que sí.

El sitio al que vas pasa a formar parte de ti”

- Anita Desai -

Soy de los que opinan que antes de conocer otros países del mundo primero conozcamos los estados de la República Mexicana, ya que cada uno de ellos cuenta con hermosos paisajes custodiados por historia, aventura, música, gastronomía y un toque de misterio. Pues en estas estábamos cuando el pasado fin de semana un contingente de 19 amigos dirigimos la brújula hacia el centro del país teniendo como destino la capital queretana que cuenta con maravillosas leyendas de toda índole y que alberga al equipo Gallos Blancos, que a diferencia de mi salado Cruz azul ya se encuentra en la liguilla del balompié nacional y jugando bien.

Caminar por las calles del centro de Querétaro de verdad que es una experiencia placentera, sus bellos árboles adornan un escenario colonial que motiva a la meditación y le da rienda suelta a la poesía, la pintura y la escritura. Cada uno de sus habitantes conocen a la perfección la leyenda tras la historia de la construcción de su representativo acueducto que data de 1738 cuando sor Marcela le solicitó al marqués Juan Antonio de Urrutia que con su inteligencia y aprovechándose un poco del amor que por ella sentía (a pesar de ser sobrina de su esposa) le llevara agua potable de una forma eficaz hasta el convento de las monjas capuchinas. El final de la historia lo tienen que escuchar de viva voz de los habitantes queretanos, que sólo ellos pueden aderezarla de una forma muy peculiar mientras se deleitan con un cafecito y unos dulces típicos llamados “pedos de monja”.

El perito agrario Jacinto Bortoluz tras llegar de Italia y después de andar por tierras chihuahuenses y coahuilenses, en 1975 plantó su primer viñedo en Querétaro llamado “La Redonda”; mediante cepas francesas importadas ha permitido ofrecer un vino de primer nivel que puede ser degustado por el visitante mientras conoce todo el proceso de producción del mismo.

En San Sebastián Bernal (pueblo mágico queretano) se encuentra La Peña de Bernal, tercer monolito más grande del mundo que es visitado por quienes gustan de la escalada y la vida holística que conceptualiza todo lo existente gracias a la energía que minerales como el cuarzo y la obsidiana emanan.

Tequisquiapan, pueblo decretado por Carranza como “Centro Geográfico de la República Mexicana”, es un lugar obligado a conocer cuando se va a Querétaro, sus angostas calles adoquinadas son recorridas al lado del canto de los pájaros y que acompañados de olores que provienen de los deliciosos esquites y de los algodones de azúcar hacen del lugar una estampa del México bonito, de ese que, aunque no lo creamos, todavía existe.

Nuestro país cuenta con lugares dignos de ser descritos por el mejor de los poetas y sin lugar a dudas Querétaro, cuna de nuestra independencia, es uno de ellos. Seguro que sí.