Punto y aparte
Alejandro Rueda Moreno
“No es el patrón el que paga el sueldo, él sólo tiene el dinero, es el producto el que paga el sueldo”
- Henry Ford -
El artículo 127 de nuestra constitución menciona que los servidores públicos recibirán una remuneración adecuada e irrenunciable por el desempeño de su función, empleo, cargo o comisión y que dicha remuneración debe ser proporcional a sus responsabilidades; De esto surgen dos cuestionamientos: ¿Cómo entender y aplicar el término “adecuada”? y ¿cómo medir el grado de responsabilidad para darle una proporción al pago recibido?; en estricto sentido lo adecuado se refiere a lo que se considere conveniente dependiendo de las circunstancias (creo que quedamos en las mismas) porque viéndolo así el sueldo adecuado sería parejo para todo trabajador; en donde entra la diferencia de sueldos es en la parte de la responsabilidad; y aunque todos seamos responsables en nuestra labor (sea la que sea) los efectos y las consecuencias de nuestro trabajo en los destinatarios finales marcan la pauta para medir el tamaño del cheque recibido. Es decir, el trabajo de un gobernador intuye un pago más elevado que el de un jefe de departamento o el de un director del SAT, por mencionar ejemplos.
Siguiendo con el mismo artículo constitucional, también menciona que ningún servidor público podrá recibir remuneración mayor a la establecida para el presidente de la república, y es aquí en donde a más de dos les retiembla en su centro la tierra, aunque en transitorios exenta de topes a ministros de la SCJN, magistrados del TEPJF, consejeros de la Judicatura y del INE.
Desconozco quién fije el salario del presidente de México, no creo apropiado que él mismo sea el que lo determine, pero así de bote pronto considero que los 108,000 pesos mensuales que dice ganar está más que bien sobre todo si la mayoría de sus gastos son erogados por el Estado, es decir, de lo personal serán mínimas sus salidas de efectivo, de ahí que pueda ponerse el sueldo que guste, total.
La vida política de cualquier país necesita de contrapesos para los mandatarios y López Obrador ya se enfrentó a uno al ser suspendida la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos. Por supuesto que este tema de sueldos para jueces y magistrados requiere de un verdadero análisis, donde aparte de ver a quienes se han hecho millonarios a costa del erario (porque los hay) también se debe de considerar a aquellos que han dedicado parte de su vida al servicio público en el Poder Judicial y que por el solo transcurso del tiempo merecen una buena calidad de vida.
Por supuesto que no es bueno para el país ningún tipo de confrontación entre cualquiera de sus tres poderes. Si en verdad se quiere una transformación hay que respetarse en todo sentido.
Punto y aparte.
Querido lector, desde este espacio, cuya remuneración es tu compañía, te envío un abrazo para ti y los tuyos, feliz Navidad.
