/ jueves 22 de febrero de 2024

Tinta sin cera | Deuda pendiente con la clase trabajadora

La aplicación de políticas neoliberales de años anteriores ha dejado una marcada huella. En el caso de la política salarial se privilegió el control de los precios y los bajos costos en el pago de la mano de obra, lo que repercutió en el bolsillo de las personas, por lo que se ha buscado la recuperación del poder adquisitivo, así como, mejorar la calidad de vida de las y los trabajadores.

Se ha luchado para revertir las políticas económicas que abandonaron a las personas en sus diferentes etapas de la vida, en busca del bienestar del trabajador, de su núcleo familiar, en su ámbito material, cultural, educativo, de salud, alimentación, vivienda, por mencionar algunos.

Desde que comenzó su administración el Presidente de la República ha establecido una política de aumentos al salario mínimo, a principios de febrero del presente año, presentó al Congreso un paquete de iniciativas de reformas constitucionales, donde se encuentra la iniciativa del aumento al salario mínimo de las y los trabajadores que nunca sea menor a la inflación anual y siempre aumente por encima de la misma.

Por otro lado, recordemos que en 2018 el salario mínimo era de $88.36 y se fueron dando aumentos anualmente, hasta llegar a $248.93 en zona general y $374.89 en zona libre de la frontera norte, a partir del 1° de enero 2024.

¿De qué trata esta iniciativa?

Esta iniciativa busca modificar el artículo 123 de la Constitución Política, apartado A, fracción IV, segundo párrafo, se adicionaría el siguiente texto:

“…La fijación anual de los salarios mínimos generales o profesionales, o la revisión de los mismos, nunca estará por debajo de la inflación observada durante el periodo de su vigencia…”

De aprobarse esta iniciativa, de manera ilustrativa si usted gana $248.93 y tuviéramos una inflación del 3.5% para el 2025, el incremento al salario mínimo tendría que ser superior a la inflación siendo $9.95 aproximadamente por lo que el salario quedaría en $258.88, con ello se busca garantizar las condiciones laborales y salariales, para satisfacer las principales necesidades de los trabajadores y de sus familias.

Con esta reforma se busca que los salarios sean suficientes para satisfacer las necesidades en el orden social, material y cultural; se ha luchado por dejar atrás las políticas monetarias del pasado que no eran suficientes para cubrir la canasta básica, ya no pensando en ahorrar, en vivienda, mandar a los hijos a la universidad, entre otros tantos factores que polarizan a la sociedad.

Debemos reflexionar que millones de personas perciben un salario mínimo, no podemos desdeñar esta iniciativa que nos da la certeza que nuestro salario nos permita acceder a las necesidades básicas, aunado a los diversos programas sociales podemos aspirar a que las familias más pobres con un ingreso extra accedan a la educación para los miembros de su familia, siendo un círculo virtuoso que permita sacar adelante al núcleo familiar y con ello las futuras generaciones cuenten con mayores y mejores ingresos.


La aplicación de políticas neoliberales de años anteriores ha dejado una marcada huella. En el caso de la política salarial se privilegió el control de los precios y los bajos costos en el pago de la mano de obra, lo que repercutió en el bolsillo de las personas, por lo que se ha buscado la recuperación del poder adquisitivo, así como, mejorar la calidad de vida de las y los trabajadores.

Se ha luchado para revertir las políticas económicas que abandonaron a las personas en sus diferentes etapas de la vida, en busca del bienestar del trabajador, de su núcleo familiar, en su ámbito material, cultural, educativo, de salud, alimentación, vivienda, por mencionar algunos.

Desde que comenzó su administración el Presidente de la República ha establecido una política de aumentos al salario mínimo, a principios de febrero del presente año, presentó al Congreso un paquete de iniciativas de reformas constitucionales, donde se encuentra la iniciativa del aumento al salario mínimo de las y los trabajadores que nunca sea menor a la inflación anual y siempre aumente por encima de la misma.

Por otro lado, recordemos que en 2018 el salario mínimo era de $88.36 y se fueron dando aumentos anualmente, hasta llegar a $248.93 en zona general y $374.89 en zona libre de la frontera norte, a partir del 1° de enero 2024.

¿De qué trata esta iniciativa?

Esta iniciativa busca modificar el artículo 123 de la Constitución Política, apartado A, fracción IV, segundo párrafo, se adicionaría el siguiente texto:

“…La fijación anual de los salarios mínimos generales o profesionales, o la revisión de los mismos, nunca estará por debajo de la inflación observada durante el periodo de su vigencia…”

De aprobarse esta iniciativa, de manera ilustrativa si usted gana $248.93 y tuviéramos una inflación del 3.5% para el 2025, el incremento al salario mínimo tendría que ser superior a la inflación siendo $9.95 aproximadamente por lo que el salario quedaría en $258.88, con ello se busca garantizar las condiciones laborales y salariales, para satisfacer las principales necesidades de los trabajadores y de sus familias.

Con esta reforma se busca que los salarios sean suficientes para satisfacer las necesidades en el orden social, material y cultural; se ha luchado por dejar atrás las políticas monetarias del pasado que no eran suficientes para cubrir la canasta básica, ya no pensando en ahorrar, en vivienda, mandar a los hijos a la universidad, entre otros tantos factores que polarizan a la sociedad.

Debemos reflexionar que millones de personas perciben un salario mínimo, no podemos desdeñar esta iniciativa que nos da la certeza que nuestro salario nos permita acceder a las necesidades básicas, aunado a los diversos programas sociales podemos aspirar a que las familias más pobres con un ingreso extra accedan a la educación para los miembros de su familia, siendo un círculo virtuoso que permita sacar adelante al núcleo familiar y con ello las futuras generaciones cuenten con mayores y mejores ingresos.