/ jueves 16 de abril de 2020

Un abrazo virtual

“El problema está en ver la realidad tal cual es”: Thich Nhat

Para muchos esto del aislamiento social no es nuevo, ya que desde hace tiempo en lugar de convivir en familia pasaban más horas en el ciberespacio a través de las famosas redes sociales, subiendo fotos y viendo las de otros en el Facebook, viendo videos en el Tik Tok o enviando memes y chistes en el WhatsApp. La tecnología ya nos tenía un tanto separados, desvinculando, de alguna manera, los lazos afectivos y lo peor del caso es que lo permitíamos, es decir, lo aceptábamos, ¿o no?

Con esto del virus asiático que trajo como medida el quedarnos en casa todavía tenemos acceso al internet y a las redes sociales, pero el hastío haciendo de las suyas nos ha permitido darnos cuenta del tiempo que teníamos sin darnos un abrazo, del tiempo que teníamos sin reír a carcajadas con tus hijos, del tiempo que teníamos sin decirnos “te quiero”. ¿Necesitaremos de otra pandemia para volver a hacerlo?, ¿así de perdidos estamos?

Desde luego que el Universo no tendrá la misma dinámica después de este virus asiático; los fallecimientos, el desempleo, las enfermedades que vendrán como consecuencia y la crisis económica serán el motor de un ajuste social que en algo cambiará nuestra vida y la forma de verla. Cuando estemos del otro lado del puente, nada será igual. Nuestro deseo es volver a saludar y platicar con el vecino, ver a los niños jugar en el parque, abrazar a los nuestros y seguir disfrutando de cada amanecer, lo volveremos a hacer, seguro que sí, pero la oscura sombra de la vulnerabilidad estará ahí para recordarnos que debemos de actuar respetando a la naturaleza y a nuestros semejantes en todo sentido, siempre.

Este nuevo virus, cuyo origen ha derivado en muchas teorías, ha puesto en evidencia el gran problema (de antaño) de la escasa inversión pública en el terreno de la salud y ante esto no queda más que acatar las recomendaciones que el subsecretario más conocido de la historia mexicana, López Gatell, nos ha estado diciendo. Hay quienes dudan del número de contagios que el funcionario informa diariamente, pero ese es otro tema, lo que nos debe de ocupar es el constante aseo personal y el quedarse en casa en la medida de lo posible.

Un abrazo virtual, nuestra solidaridad y el mejor deseo para todos aquellos que por razones obvias de subsistencia tienen que salir de su casa en estos días, que regresen con bien a sus hogares todos los días. Venga.


“El problema está en ver la realidad tal cual es”: Thich Nhat

Para muchos esto del aislamiento social no es nuevo, ya que desde hace tiempo en lugar de convivir en familia pasaban más horas en el ciberespacio a través de las famosas redes sociales, subiendo fotos y viendo las de otros en el Facebook, viendo videos en el Tik Tok o enviando memes y chistes en el WhatsApp. La tecnología ya nos tenía un tanto separados, desvinculando, de alguna manera, los lazos afectivos y lo peor del caso es que lo permitíamos, es decir, lo aceptábamos, ¿o no?

Con esto del virus asiático que trajo como medida el quedarnos en casa todavía tenemos acceso al internet y a las redes sociales, pero el hastío haciendo de las suyas nos ha permitido darnos cuenta del tiempo que teníamos sin darnos un abrazo, del tiempo que teníamos sin reír a carcajadas con tus hijos, del tiempo que teníamos sin decirnos “te quiero”. ¿Necesitaremos de otra pandemia para volver a hacerlo?, ¿así de perdidos estamos?

Desde luego que el Universo no tendrá la misma dinámica después de este virus asiático; los fallecimientos, el desempleo, las enfermedades que vendrán como consecuencia y la crisis económica serán el motor de un ajuste social que en algo cambiará nuestra vida y la forma de verla. Cuando estemos del otro lado del puente, nada será igual. Nuestro deseo es volver a saludar y platicar con el vecino, ver a los niños jugar en el parque, abrazar a los nuestros y seguir disfrutando de cada amanecer, lo volveremos a hacer, seguro que sí, pero la oscura sombra de la vulnerabilidad estará ahí para recordarnos que debemos de actuar respetando a la naturaleza y a nuestros semejantes en todo sentido, siempre.

Este nuevo virus, cuyo origen ha derivado en muchas teorías, ha puesto en evidencia el gran problema (de antaño) de la escasa inversión pública en el terreno de la salud y ante esto no queda más que acatar las recomendaciones que el subsecretario más conocido de la historia mexicana, López Gatell, nos ha estado diciendo. Hay quienes dudan del número de contagios que el funcionario informa diariamente, pero ese es otro tema, lo que nos debe de ocupar es el constante aseo personal y el quedarse en casa en la medida de lo posible.

Un abrazo virtual, nuestra solidaridad y el mejor deseo para todos aquellos que por razones obvias de subsistencia tienen que salir de su casa en estos días, que regresen con bien a sus hogares todos los días. Venga.