/ sábado 2 de septiembre de 2023

Vendimia Encinillas, los pioneros

Hoy se celebra el séptimo Festival de la Vendimia en la Hacienda de Encinillas, pero fue en el lejano 2004 cuando se plantaron las primeras vides. En mi carácter de escritora tengo gran fijación por los hombres y mujeres visionarias, de la altura del señor Vallina que, además, tiene una gran historia de vida, digna de vivirse muchas veces. La Hacienda de Encinillas fue fundada en 1707 y llegó a tener 8 millones de hectáreas; siglo y medio después fue propiedad del Sr. Luis Terrazas, a quien la Revolución se la expropió y la repartió en ejidos, para 1990 las tierras eran improductivas y fue en esos años cuando, por encargo del Sr. Vallina, se comienzan a comprar los lotes ejidatarios, litigios que duraron casi diez años, luego se restaura la casa y la iglesia, y se siembra la vid. Y fíjese usted, estimado lector, la suerte que tuvimos de nacer en estos tiempos y ver el esplendor de esta tierra que dio y vuelve a dar, sobre todo cuando a sus puertas llega un hombre con liderazgo que decide producir vino chihuahuense. El año pasado fui a la vendimia, me latió el corazón cuando avanzaba viendo kilómetro tras kilómetro de parras cargadas de uva, conectándome con ese brotar constante de la naturaleza, que me parece la única verdad de la vida.

Encinillas nos da un sello en el mundo del vino mexicano, la mayoría de los sommelier ya los han probado y confirmado los aromas y sabores del desierto. Y es que el mundo de los vinos no es como el del matrimonio, porque aquí sí se permite la infidelidad y aunque yo produzca vino me encanta probar otras etiquetas, incluso he escuchado personas que dicen que el vino más bueno es el ajeno, yo no me atrevería a decir eso y menos, como algunas amigas dicen, que ese dicho también se aplica en el matrimonio… aunque en realidad tengo un vecino que va al gym y… pero qué importa que ponga la vista si no puede uno poner la mano, no cuenta. Por eso le contaba que todo buen vinófilo busca las novedades para probarlas, ya sea de otra bodega, de otro estado o país. Cuando guste probar el mío, búsqueme en Face como Vínicola Diez González.

Hoy se celebra el séptimo Festival de la Vendimia en la Hacienda de Encinillas, pero fue en el lejano 2004 cuando se plantaron las primeras vides. En mi carácter de escritora tengo gran fijación por los hombres y mujeres visionarias, de la altura del señor Vallina que, además, tiene una gran historia de vida, digna de vivirse muchas veces. La Hacienda de Encinillas fue fundada en 1707 y llegó a tener 8 millones de hectáreas; siglo y medio después fue propiedad del Sr. Luis Terrazas, a quien la Revolución se la expropió y la repartió en ejidos, para 1990 las tierras eran improductivas y fue en esos años cuando, por encargo del Sr. Vallina, se comienzan a comprar los lotes ejidatarios, litigios que duraron casi diez años, luego se restaura la casa y la iglesia, y se siembra la vid. Y fíjese usted, estimado lector, la suerte que tuvimos de nacer en estos tiempos y ver el esplendor de esta tierra que dio y vuelve a dar, sobre todo cuando a sus puertas llega un hombre con liderazgo que decide producir vino chihuahuense. El año pasado fui a la vendimia, me latió el corazón cuando avanzaba viendo kilómetro tras kilómetro de parras cargadas de uva, conectándome con ese brotar constante de la naturaleza, que me parece la única verdad de la vida.

Encinillas nos da un sello en el mundo del vino mexicano, la mayoría de los sommelier ya los han probado y confirmado los aromas y sabores del desierto. Y es que el mundo de los vinos no es como el del matrimonio, porque aquí sí se permite la infidelidad y aunque yo produzca vino me encanta probar otras etiquetas, incluso he escuchado personas que dicen que el vino más bueno es el ajeno, yo no me atrevería a decir eso y menos, como algunas amigas dicen, que ese dicho también se aplica en el matrimonio… aunque en realidad tengo un vecino que va al gym y… pero qué importa que ponga la vista si no puede uno poner la mano, no cuenta. Por eso le contaba que todo buen vinófilo busca las novedades para probarlas, ya sea de otra bodega, de otro estado o país. Cuando guste probar el mío, búsqueme en Face como Vínicola Diez González.