/ miércoles 6 de marzo de 2019

A reflexionar

El PRI en sus 90 años (I)

“La miseria relaciona a un hombre con extraños compañeros”. Shakespeare


La honestidad de un partido político parte del reflejo objetivo de las reivindicaciones de la sociedad en sus principios y en sus acciones. La historia de las ideas políticas está cargada de utopías y quimeras que ofertan por los diferentes medios de comunicación a una sociedad que quiere vivir en paz y en satisfacer sus necesidades esenciales. También se han extendido ideas que no son genuinas ni mucho menos reales exigencias de los pueblos. La llegada de los regímenes parlamentarios permitió dar voz a grupos que dentro de la sociedad estaban maniatados y sometidos al pago de onerosos impuestos de la propia riqueza que creaban cotidianamente.

Pagar y pagar ¿para qué? Para que el gobernante se luzca y disfrute de su posición de privilegio ante sus cortesanos y lacayos. El erario es utilizado a la libre determinación del gobernante en turno, como hoy lo hace el dictador. Por ello los partidos deben reflejar, lo repito, las reales reivindicaciones de la sociedad. Un país saqueado por siglos, con una potencia extranjera beneficiaria de tal acción depredadora, con una herencia de enormes desigualdades socioeconómicas y, en un contexto internacional en una brutal crisis financiera mundial, daban a México un escenario de graves problemas.

En efecto en 1929, Wall Street presentó una quiebra que afectó a más de 70 mil bancos que puso a temblar a todo el mundo, sobre todo al sistema capitalista. Nuestra patria vivía los estertores de la época de los caudillos y se requería penetrar al imperio de la ley y de generar la vida institucional que ordenara a nuestra sociedad y a sus gobernantes. Los retos eran enormes y en la ciudad de Querétaro se reunieron delegados de 28 entidades federativas y representante de 148 partidos locales y regionales, para fundar un partido que reuniera a todos los revolucionarios y que diera un fuerte impulso a los artículos 27 y al 123, que eran las mayores exigencias del pueblo en esa época.

A las 12:20 horas del día 3 de marzo de 1929 se declaró formal y legalmente constituido el Partido Nacional Revolucionario, con su lema: “Instituciones y Reforma Social”. Se inició una época de enormes transformaciones para nuestra nación.

El PRI en sus 90 años (I)

“La miseria relaciona a un hombre con extraños compañeros”. Shakespeare


La honestidad de un partido político parte del reflejo objetivo de las reivindicaciones de la sociedad en sus principios y en sus acciones. La historia de las ideas políticas está cargada de utopías y quimeras que ofertan por los diferentes medios de comunicación a una sociedad que quiere vivir en paz y en satisfacer sus necesidades esenciales. También se han extendido ideas que no son genuinas ni mucho menos reales exigencias de los pueblos. La llegada de los regímenes parlamentarios permitió dar voz a grupos que dentro de la sociedad estaban maniatados y sometidos al pago de onerosos impuestos de la propia riqueza que creaban cotidianamente.

Pagar y pagar ¿para qué? Para que el gobernante se luzca y disfrute de su posición de privilegio ante sus cortesanos y lacayos. El erario es utilizado a la libre determinación del gobernante en turno, como hoy lo hace el dictador. Por ello los partidos deben reflejar, lo repito, las reales reivindicaciones de la sociedad. Un país saqueado por siglos, con una potencia extranjera beneficiaria de tal acción depredadora, con una herencia de enormes desigualdades socioeconómicas y, en un contexto internacional en una brutal crisis financiera mundial, daban a México un escenario de graves problemas.

En efecto en 1929, Wall Street presentó una quiebra que afectó a más de 70 mil bancos que puso a temblar a todo el mundo, sobre todo al sistema capitalista. Nuestra patria vivía los estertores de la época de los caudillos y se requería penetrar al imperio de la ley y de generar la vida institucional que ordenara a nuestra sociedad y a sus gobernantes. Los retos eran enormes y en la ciudad de Querétaro se reunieron delegados de 28 entidades federativas y representante de 148 partidos locales y regionales, para fundar un partido que reuniera a todos los revolucionarios y que diera un fuerte impulso a los artículos 27 y al 123, que eran las mayores exigencias del pueblo en esa época.

A las 12:20 horas del día 3 de marzo de 1929 se declaró formal y legalmente constituido el Partido Nacional Revolucionario, con su lema: “Instituciones y Reforma Social”. Se inició una época de enormes transformaciones para nuestra nación.