/ viernes 5 de enero de 2024

Camino Real | Alexander von Humboldt por Chihuahua II

“Los Comanches son tanto más temibles para los Españoles, cuanto matan a todos los prisioneros adultos, y no dejan vivir sino a los niños, a los que crían con mucho cuidado para servirse de ellos como esclavos”. Así describía Humboldt el terror que causaban las incursiones de tribus guerreras, en la población chihuahuense de principios del siglo XIX.

Datos oficiales, entrevistas y bibliografía elemental como la del “Diario de la visita diocesana del Ilustrísimo Señor Tamarón, obispo de Durango, hecha en 1759 y 1760”, integran el nutrido relato sobre el estado que guardaban las relaciones políticas, sociales y económicas en nuestro territorio durante los últimos años del virreinato.

A la descripción narrativa —plasmada en el tercer tomo del “Ensayo político sobre el reino de la Nueva España”— podemos añadir el mapa 8 de la “Carta de la Ruta que lidera desde la Capital…”, una cartografía del Camino Real de Tierra Adentro publicada en 1807, por el propio Humboldt, en la que se traza el derrotero desde la ciudad de Chihuahua hasta Santa Fé. Dicho recurso digital está disponible en línea, en la Colección de Mapas de David Rumsey —un célebre cartógrafo norteamericano— que además ha añadido un georreferenciador a su sitio, permitiendo un análisis exacto.

Al contrastarlo con los registros actuales, el mapa 8 se sobrepone casi exactamente sobre el mismo camino que hoy sigue la carretera México 45. Minas, ranchos, haciendas, pueblos y ciudades que aún hoy existen, son registrados puntualmente por el naturalista prusiano. Revisemos un poco de cada uno de los lugares mencionados.

De la ciudad de Chihuahua (1) continuaba hacia el norte, marcando como punto de referencia a “San José del Potrero” (2), hoy Ejido Estación Terrazas y Minas del Cobre, a sólo 43 kilómetros de la capital del Estado. Luego avanzaba hasta “Al Sauze” (3), localidad donde hoy se encuentra el Museo Ex-Hacienda El Sauz, un mudo testigo de las incursiones apaches en el Chihuahua del virreinato.

El camino sigue hasta “Encinillas” (4), lugar donde aún hoy se encuentra una Hacienda de Viñedos del mismo nombre, y que fue “fundada en 1707 por el Capitán Benito Pérez de Rivera”. De acuerdo con Vinos Encinillas, “los valles de la Hacienda…fueron testigos de las correrías y embates de los apaches Jerónimo y Victorio”, destacando que éste último “era mestizo y [que] a la edad de 6 años fue raptado de la Hacienda por una partida apache, por lo que desde pequeño aprendió su lengua, dominó el caballo y se adaptó a la áspera vida del grupo”.

Laguna de “San Martín” (5), es el siguiente punto en la ruta, ubicado a la altura de “Estación Mocho” y que probablemente se refiere al cuerpo de agua que hoy se encuentra en la Estación Ojo Laguna. Después llega “Al Gallo” (6), a la altura de San Lorencito, un poblado fundado en 1641 bajo el esquema de indios congregados, en este caso de origen tarahumara. Dicho “Pueblo místico” hoy convive con la Colonia Valle de La Esperanza, una comunidad menonita dedicada a la comercialización de maíz.

“Las Boquillas” (7) es el siguiente punto en la ruta Real, ubicada a la altura del actual Rancho Santa Rita, propiedad de agricultores menonitas. “Al Ojo Caliente” (8), que hoy lleva el mismo nombre y es también llamada Colonia Seca, en la que viven poco más de cuatrocientos habitantes. “A los Patos” (9), unas lagunas ubicadas al norte del actual municipio de Miguel Ahumada. Continuará…

“Los Comanches son tanto más temibles para los Españoles, cuanto matan a todos los prisioneros adultos, y no dejan vivir sino a los niños, a los que crían con mucho cuidado para servirse de ellos como esclavos”. Así describía Humboldt el terror que causaban las incursiones de tribus guerreras, en la población chihuahuense de principios del siglo XIX.

Datos oficiales, entrevistas y bibliografía elemental como la del “Diario de la visita diocesana del Ilustrísimo Señor Tamarón, obispo de Durango, hecha en 1759 y 1760”, integran el nutrido relato sobre el estado que guardaban las relaciones políticas, sociales y económicas en nuestro territorio durante los últimos años del virreinato.

A la descripción narrativa —plasmada en el tercer tomo del “Ensayo político sobre el reino de la Nueva España”— podemos añadir el mapa 8 de la “Carta de la Ruta que lidera desde la Capital…”, una cartografía del Camino Real de Tierra Adentro publicada en 1807, por el propio Humboldt, en la que se traza el derrotero desde la ciudad de Chihuahua hasta Santa Fé. Dicho recurso digital está disponible en línea, en la Colección de Mapas de David Rumsey —un célebre cartógrafo norteamericano— que además ha añadido un georreferenciador a su sitio, permitiendo un análisis exacto.

Al contrastarlo con los registros actuales, el mapa 8 se sobrepone casi exactamente sobre el mismo camino que hoy sigue la carretera México 45. Minas, ranchos, haciendas, pueblos y ciudades que aún hoy existen, son registrados puntualmente por el naturalista prusiano. Revisemos un poco de cada uno de los lugares mencionados.

De la ciudad de Chihuahua (1) continuaba hacia el norte, marcando como punto de referencia a “San José del Potrero” (2), hoy Ejido Estación Terrazas y Minas del Cobre, a sólo 43 kilómetros de la capital del Estado. Luego avanzaba hasta “Al Sauze” (3), localidad donde hoy se encuentra el Museo Ex-Hacienda El Sauz, un mudo testigo de las incursiones apaches en el Chihuahua del virreinato.

El camino sigue hasta “Encinillas” (4), lugar donde aún hoy se encuentra una Hacienda de Viñedos del mismo nombre, y que fue “fundada en 1707 por el Capitán Benito Pérez de Rivera”. De acuerdo con Vinos Encinillas, “los valles de la Hacienda…fueron testigos de las correrías y embates de los apaches Jerónimo y Victorio”, destacando que éste último “era mestizo y [que] a la edad de 6 años fue raptado de la Hacienda por una partida apache, por lo que desde pequeño aprendió su lengua, dominó el caballo y se adaptó a la áspera vida del grupo”.

Laguna de “San Martín” (5), es el siguiente punto en la ruta, ubicado a la altura de “Estación Mocho” y que probablemente se refiere al cuerpo de agua que hoy se encuentra en la Estación Ojo Laguna. Después llega “Al Gallo” (6), a la altura de San Lorencito, un poblado fundado en 1641 bajo el esquema de indios congregados, en este caso de origen tarahumara. Dicho “Pueblo místico” hoy convive con la Colonia Valle de La Esperanza, una comunidad menonita dedicada a la comercialización de maíz.

“Las Boquillas” (7) es el siguiente punto en la ruta Real, ubicada a la altura del actual Rancho Santa Rita, propiedad de agricultores menonitas. “Al Ojo Caliente” (8), que hoy lleva el mismo nombre y es también llamada Colonia Seca, en la que viven poco más de cuatrocientos habitantes. “A los Patos” (9), unas lagunas ubicadas al norte del actual municipio de Miguel Ahumada. Continuará…