/ domingo 19 de septiembre de 2021

¿Combate a la corrupción o establecer mecanismos anticorrupción?

Por: Miguel Salvador Gómez González / Integrante del Comité de Participación Ciudadana (Colaboración)

Si bien, el fin de estos conceptos tiene una misma meta, las rutas son distintas. En este contexto, tenemos estos dos caminos: establecer cargas punitivas radicales como la pena de muerte (como países orientales), o apostarle a establecer mecanismos de prevención y disuasión a potenciales hechos de corrupción.

La complejidad del tema de dar ponderación de las preferencias de acciones tanto del Estado como de la ciudadanía se deberá dar en plano similar. El estudio “La psicología cognitiva de la corrupción”, de U4 Anti-corruption Resourse Centre, establece que: Los individuos con algún grado de poder son más propensos a actuar corruptamente; Es más probable que las personas actúen de manera corrupta cuando pueden obtener beneficios personales y cuando se tiene poco autocontrol; Perciben que la corrupción sólo causará un daño indirecto; Donde no se castiga el comportamiento poco ético; Los individuos son propensos a aceptar riesgos al tener una baja aversión al riesgo a fin de preservar las ganancias. En resumen, estos puntos engloban la consideración de que es difícil de combatir la corrupción, si la acción socialmente es tolerada.

Hoy vivimos en el estado un punto de inflexión con los nuevos titulares de los ejecutivos estatal y municipales y de la nueva conformación en el Poder Legislativo, a los que invitamos a reflexionar y actuar en mitigar las influencias cognitivas tanto de ellos como de las personas que les han encomendado alguna posición de autoridad. Por medio de compromisos firmados, se les pidió establecer medidas que mejoren los flujos de información en aras de la máxima publicidad; que la inversión presupuestal gubernamental en anticorrupción sea lo suficiente; instalar modelos de integridad gubernamental que prioricen el comportamiento ético y conductual (estándares básicos de integridad), entre otros más.

Haciendo una analogía del libro de Tolkien “El Señor de los Anillos”, el Comité de Participación Ciudadana somos Frodo Bolsón, que voluntariamente aceptó la encomienda de terminar con el anillo único. Para lograr esa tarea, otros miembros de la Comarca (ciudadanía) junto con personajes como reyes y guerreros de élite (comité coordinador) emprendieron la más grande batalla: destruir el anillo que era el origen de la maldad (corrupción), por lo que el Señor Oscuro y sus compinches no iban a permitir que un puñado de hobbits (considerados como seres sin conocimiento y sin sangre guerrera) podrían coordinar a los demás a derrocar el mal.

Esta es una invitación a huir de la falacia de las soluciones únicas o de pronunciamientos estériles de relumbrón, que son aprovechados para ganar posiciones de representación, sin embargo, cuando llegan al poder, se vuelven en evasivas, omisiones, desprecios o caprichos sin dar de frente la batalla. Debemos de evitar a toda costa el grave caer de nuevo en creer que es lo mismo el combate a la corrupción (a posteriori) que el establecimiento de mecanismos anticorrupción (a priori).


Twitter: @MiguelSGomezGlz

Email: miguel@anticorrupcion.org

www.comiteanticorrupcion.mx


Por: Miguel Salvador Gómez González / Integrante del Comité de Participación Ciudadana (Colaboración)

Si bien, el fin de estos conceptos tiene una misma meta, las rutas son distintas. En este contexto, tenemos estos dos caminos: establecer cargas punitivas radicales como la pena de muerte (como países orientales), o apostarle a establecer mecanismos de prevención y disuasión a potenciales hechos de corrupción.

La complejidad del tema de dar ponderación de las preferencias de acciones tanto del Estado como de la ciudadanía se deberá dar en plano similar. El estudio “La psicología cognitiva de la corrupción”, de U4 Anti-corruption Resourse Centre, establece que: Los individuos con algún grado de poder son más propensos a actuar corruptamente; Es más probable que las personas actúen de manera corrupta cuando pueden obtener beneficios personales y cuando se tiene poco autocontrol; Perciben que la corrupción sólo causará un daño indirecto; Donde no se castiga el comportamiento poco ético; Los individuos son propensos a aceptar riesgos al tener una baja aversión al riesgo a fin de preservar las ganancias. En resumen, estos puntos engloban la consideración de que es difícil de combatir la corrupción, si la acción socialmente es tolerada.

Hoy vivimos en el estado un punto de inflexión con los nuevos titulares de los ejecutivos estatal y municipales y de la nueva conformación en el Poder Legislativo, a los que invitamos a reflexionar y actuar en mitigar las influencias cognitivas tanto de ellos como de las personas que les han encomendado alguna posición de autoridad. Por medio de compromisos firmados, se les pidió establecer medidas que mejoren los flujos de información en aras de la máxima publicidad; que la inversión presupuestal gubernamental en anticorrupción sea lo suficiente; instalar modelos de integridad gubernamental que prioricen el comportamiento ético y conductual (estándares básicos de integridad), entre otros más.

Haciendo una analogía del libro de Tolkien “El Señor de los Anillos”, el Comité de Participación Ciudadana somos Frodo Bolsón, que voluntariamente aceptó la encomienda de terminar con el anillo único. Para lograr esa tarea, otros miembros de la Comarca (ciudadanía) junto con personajes como reyes y guerreros de élite (comité coordinador) emprendieron la más grande batalla: destruir el anillo que era el origen de la maldad (corrupción), por lo que el Señor Oscuro y sus compinches no iban a permitir que un puñado de hobbits (considerados como seres sin conocimiento y sin sangre guerrera) podrían coordinar a los demás a derrocar el mal.

Esta es una invitación a huir de la falacia de las soluciones únicas o de pronunciamientos estériles de relumbrón, que son aprovechados para ganar posiciones de representación, sin embargo, cuando llegan al poder, se vuelven en evasivas, omisiones, desprecios o caprichos sin dar de frente la batalla. Debemos de evitar a toda costa el grave caer de nuevo en creer que es lo mismo el combate a la corrupción (a posteriori) que el establecimiento de mecanismos anticorrupción (a priori).


Twitter: @MiguelSGomezGlz

Email: miguel@anticorrupcion.org

www.comiteanticorrupcion.mx