/ viernes 8 de abril de 2022

Democracia y voto

Sin lugar a dudas el país tiene que lamentar en los últimos tres años un cambio hacia la antidemocracia. En el panorama nacional, por ejemplo, ahora es casi imposible tocar al Presidente de la República, sobre todo en escritos y comentarios sin que seamos agredidos con insultos y amenazas. “Facebook, por ejemplo, a petición del gobierno, nos castiga, etc… por mencionar refugios para abejas; casos de corrupción en Morena; la pandemia… Muchos están haciendo uso de tales cambios y libertades para frenar lo que “ellos” consideran amenazas contra su dictadura.

Siempre se ha pensado que un voto es sinónimo de democracia, y que cuando se combina éste con diferentes libertades, libre mercado, etc., la prosperidad vendrá automáticamente. Pero hoy se sabe que esto no es suficiente, el voto ahora es para perpetuar un sistema de esclavitud.

Para que exista una verdadera prosperidad, se necesitan no únicamente los votos y los candidatos adecuados, así como instituciones civiles transparentes y limpias, sino gobiernos responsables para que en lugar de ver por sus intereses personales, como lo hace Morena, vean por las necesidades de la gente.

Es un hecho que un gobernante, así como un empresario, será tan bueno y tendrá tanto éxito como la gente de la que se rodee. Los gabinetes de cada uno será un factor definitivo para el juicio final. Cómo hubiera sido importante que cada uno nos dijera de antemano, en quiénes tiene puesta la vista para que participen en su respectivo gobierno. Existen los compromisos de partido y existen los buitres y hienas que ya rondan a los futuros gobiernos.

Existe mucha sangre nueva en los partidos y muy vieja y corrupta en Morena, en donde no se necesita el paradigmático “gente con experiencia”. Hay muchos que han hecho de estas participaciones su modus vivendi; aquellos que si los ponen a trabajar en el mundo de los simples mortales, no sobrevivirían un mes. Creo que deberán vigilar muy especialmente que en sus gabinetes no queden personas de dudosa reputación ni apoyadores del narcotráfico ni introductores de vehículos chuecos ni piratas de videos ni personas dedicadas al tráfico de ilegales ni al tráfico de niños, entre otras malas y delictivas costumbres. Mucho del abstencionismo es por estas razones.

La democracia es un proyecto a largo plazo y toma tiempo construir un sistema democrático, imparcial y limpio. Es más que el “gobierno de las mayorías”. Es una sociedad vibrante y entusiasta que apoya a sus gobiernos sin importar el partido, en lugar de ponerle obstáculos. Creo que por primera vez promover el odio y la lucha deliberada de clases es obvio. Tener y crear enemigos es algo básico y necesario para que un sistema de gobierno dictatorial pueda sobrevivir.

El apoyar y hasta felicitar a dictadores ahora es un requisito para ser “chairo”, un mal augurio para nuestro futuro.


Sin lugar a dudas el país tiene que lamentar en los últimos tres años un cambio hacia la antidemocracia. En el panorama nacional, por ejemplo, ahora es casi imposible tocar al Presidente de la República, sobre todo en escritos y comentarios sin que seamos agredidos con insultos y amenazas. “Facebook, por ejemplo, a petición del gobierno, nos castiga, etc… por mencionar refugios para abejas; casos de corrupción en Morena; la pandemia… Muchos están haciendo uso de tales cambios y libertades para frenar lo que “ellos” consideran amenazas contra su dictadura.

Siempre se ha pensado que un voto es sinónimo de democracia, y que cuando se combina éste con diferentes libertades, libre mercado, etc., la prosperidad vendrá automáticamente. Pero hoy se sabe que esto no es suficiente, el voto ahora es para perpetuar un sistema de esclavitud.

Para que exista una verdadera prosperidad, se necesitan no únicamente los votos y los candidatos adecuados, así como instituciones civiles transparentes y limpias, sino gobiernos responsables para que en lugar de ver por sus intereses personales, como lo hace Morena, vean por las necesidades de la gente.

Es un hecho que un gobernante, así como un empresario, será tan bueno y tendrá tanto éxito como la gente de la que se rodee. Los gabinetes de cada uno será un factor definitivo para el juicio final. Cómo hubiera sido importante que cada uno nos dijera de antemano, en quiénes tiene puesta la vista para que participen en su respectivo gobierno. Existen los compromisos de partido y existen los buitres y hienas que ya rondan a los futuros gobiernos.

Existe mucha sangre nueva en los partidos y muy vieja y corrupta en Morena, en donde no se necesita el paradigmático “gente con experiencia”. Hay muchos que han hecho de estas participaciones su modus vivendi; aquellos que si los ponen a trabajar en el mundo de los simples mortales, no sobrevivirían un mes. Creo que deberán vigilar muy especialmente que en sus gabinetes no queden personas de dudosa reputación ni apoyadores del narcotráfico ni introductores de vehículos chuecos ni piratas de videos ni personas dedicadas al tráfico de ilegales ni al tráfico de niños, entre otras malas y delictivas costumbres. Mucho del abstencionismo es por estas razones.

La democracia es un proyecto a largo plazo y toma tiempo construir un sistema democrático, imparcial y limpio. Es más que el “gobierno de las mayorías”. Es una sociedad vibrante y entusiasta que apoya a sus gobiernos sin importar el partido, en lugar de ponerle obstáculos. Creo que por primera vez promover el odio y la lucha deliberada de clases es obvio. Tener y crear enemigos es algo básico y necesario para que un sistema de gobierno dictatorial pueda sobrevivir.

El apoyar y hasta felicitar a dictadores ahora es un requisito para ser “chairo”, un mal augurio para nuestro futuro.