/ martes 23 de junio de 2020

Discriminación y exclusión

La paz no es solamente la ausencia de la guerra; mientras haya pobreza, racismo, discriminación y exclusión, difícilmente podremos alcanzar un mundo de paz
Rigoberta Menchú


Está en la mesa de los debates el tema de la desaparición de organismos como el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), creado desde la gestión del expresidente Vicente Fox en el año 2003, cuestionado ante el excesivo gasto que representa, los pocos resultados que ofrece y la duplicidad de su función ya que la labor que desempeña se puede desarrollar desde la propia Secretaría de gobernación.

Representando un gasto de casi 5 mil millones de pesos anuales, sobre todo en salarios de funcionarios y empleados, el Conapred fue desnudado a raíz de un foro contra la discriminación convocado por este organismo con invitación a un personaje que se caracteriza por sus discursos discriminatorios y ofensivos en redes sociales.

Tomando en cuenta que el organismo describe la discriminación como “una práctica cotidiana que consiste en dar un trato desfavorable o de desprecio inmerecido a determinada persona o grupo”, hay que ver el tamaño del desprecio que existe por numerosos grupos de ciudadanos y que la Conapred ha sido incapaz de regular.

En el estado de Chihuahua, desde el año 2007, se publicó la “Ley para Prevenir la Discriminación” que ordenaba la creación de una subcomisión, sin embargo, nunca se llevó a la práctica y los chihuahuenses vivimos y sufrimos la discriminación en programas municipales y estatales sin tener más opción que recurrir a la Comisión estatal de los Derechos Humanos que no valora efectivamente estas denuncias.

Existen muchos organismos para un mismo tema; por ejemplo en el tema del apoyo a las mujeres existen: el Instituto Chihuahuense de la Mujer, la Fiscalía de la Mujer, el Instituto municipal de las Mujeres, los centros de Atención a la Violencia Contra las Mujeres, además de más de 15 organizaciones que reciben apoyo gubernamental que atienden este tema, pero no hay uno solo que atienda la problemática del hombre.

Programas como las tarjetas del bienestar que son exclusivas para mujeres y que permiten obtener descuentos en tiendas y supermercados no están al alcance de los hombres que se constituyen por muchas causas en cabeza del hogar y que tienen a su cargo el cuidado de los hijos son definitivamente discriminatorios, así como los despidos de trabajadores que han sido separados de sus empleos por prácticas ideológicas y expresiones de desacuerdo en la línea política del gobernante en turno, entre otras cosas.

El tema es una tarea pendiente…



La paz no es solamente la ausencia de la guerra; mientras haya pobreza, racismo, discriminación y exclusión, difícilmente podremos alcanzar un mundo de paz
Rigoberta Menchú


Está en la mesa de los debates el tema de la desaparición de organismos como el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), creado desde la gestión del expresidente Vicente Fox en el año 2003, cuestionado ante el excesivo gasto que representa, los pocos resultados que ofrece y la duplicidad de su función ya que la labor que desempeña se puede desarrollar desde la propia Secretaría de gobernación.

Representando un gasto de casi 5 mil millones de pesos anuales, sobre todo en salarios de funcionarios y empleados, el Conapred fue desnudado a raíz de un foro contra la discriminación convocado por este organismo con invitación a un personaje que se caracteriza por sus discursos discriminatorios y ofensivos en redes sociales.

Tomando en cuenta que el organismo describe la discriminación como “una práctica cotidiana que consiste en dar un trato desfavorable o de desprecio inmerecido a determinada persona o grupo”, hay que ver el tamaño del desprecio que existe por numerosos grupos de ciudadanos y que la Conapred ha sido incapaz de regular.

En el estado de Chihuahua, desde el año 2007, se publicó la “Ley para Prevenir la Discriminación” que ordenaba la creación de una subcomisión, sin embargo, nunca se llevó a la práctica y los chihuahuenses vivimos y sufrimos la discriminación en programas municipales y estatales sin tener más opción que recurrir a la Comisión estatal de los Derechos Humanos que no valora efectivamente estas denuncias.

Existen muchos organismos para un mismo tema; por ejemplo en el tema del apoyo a las mujeres existen: el Instituto Chihuahuense de la Mujer, la Fiscalía de la Mujer, el Instituto municipal de las Mujeres, los centros de Atención a la Violencia Contra las Mujeres, además de más de 15 organizaciones que reciben apoyo gubernamental que atienden este tema, pero no hay uno solo que atienda la problemática del hombre.

Programas como las tarjetas del bienestar que son exclusivas para mujeres y que permiten obtener descuentos en tiendas y supermercados no están al alcance de los hombres que se constituyen por muchas causas en cabeza del hogar y que tienen a su cargo el cuidado de los hijos son definitivamente discriminatorios, así como los despidos de trabajadores que han sido separados de sus empleos por prácticas ideológicas y expresiones de desacuerdo en la línea política del gobernante en turno, entre otras cosas.

El tema es una tarea pendiente…