/ martes 28 de septiembre de 2021

Otro renglón inconcluso

Donde no se honra a los ancianos, no hay futuro para los jóvenes: Papa Francisco

Pese a los esfuerzos de los gobiernos en todos sus niveles, cada día es más difícil procurar una vida digna en su vejez a quienes ya cumplieron una vida de trabajo y aportado a la sociedad su granito de arena.

Desgraciadamente hay muchas resistencias, desde quienes piensan que los apoyos a los adultos mayores los vuelven improductivos hasta los que pretenden condicionar estos apoyos integrándolos nuevamente al renglón laboral. Los gobiernos se empeñan en mostrarnos el avance en programas de apoyo a estos sectores de la población con el afán político de demostrar su capacidad para desarrollarlos mostrando la cara de la compasión y la piedad para quienes necesitan de su solidaridad, mientras desde los partidos políticos de oposición navegan con la bandera de la incomprensión y la falta de solidaridad impulsando desde sus bancadas legislativas iniciativas que van en contra del proyecto de mayores apoyos para los adultos mayores.

En nuestro país, más de la mitad de la población vive en algún nivel de pobreza y quienes más lo resienten son los adultos mayores al carecer de pensiones dignas, de trabajo bien remunerado, de no discriminaciones por la edad en el ámbito laboral y social, de atención médica adecuada, de apoyos que satisfagan sus necesidades más elementales, etc.

No basta el bagaje actual para su satisfacción de vida digna. Hace falta una cultura de respeto hacia los adultos mayores que los ponga en primer nivel de la sociedad. Cuántas veces no vamos por la calle y vemos filas de ellos en los cajeros automáticos de los bancos esperando una irrisoria cantidad de apoyo económico de gran ayuda para su enorme necesidad, o en las dependencias de gobierno esperando una cobija o una despensa con la edad y las inclemencias del tiempo a cuestas.

“La tercera edad es una etapa de la vida en la que el ser humano elabora una reflexión de lo que ha logrado en su trayectoria de vida, así como de las oportunidades que se han dejado pasar o simplemente se han postergado. En esta etapa se hacen presentes los trastornos biológicos y psicológicos. Se comienza a tener problemas con la vista, la audición, el habla, el equilibrio y la pérdida de memoria.

“Es en esta etapa de la vida en la que el ser humano desea envejecer de una forma digna y saludable, ya que se presentan muchos cambios psicológicos, sociales y físicos. Estos cambios representan pérdidas significativas para el adulto mayor por ejemplo el tener que ser cuidado por algún familiar como lo son los hijos, el miedo a perder todas sus habilidades físicas e independencia, puede provocar en él una baja autoestima y derivar en una depresión muy severa”.

Se hace necesaria la puesta en marcha de instituciones especializadas en la defensa de los derechos de los adultos mayores en todos los temas. No existe un instituto estatal ni municipal de apoyo al adulto mayor como lo hay para los niños, los jóvenes y las mujeres.

No existen casas de cuidado para los adultos mayores auspiciadas por el estado, ni proyectos de productividad para darles alcance laboral a su tiempo libre, ni el reconocimiento de la sociedad a su paso por la vida, ni la cultura de respeto a sus derechos acorde con su estado físico, mental y anímico.

Indudablemente que la corrupción ha permeado en este tema llevando a niveles insospechados el saqueo, la malversación de fondos, el mal uso de los recursos y hasta el descarado robo de los apoyos que los gobiernos destinan hacia este renglón tan vulnerable de la sociedad.

Correo: vicmedina@hotmail.com


Donde no se honra a los ancianos, no hay futuro para los jóvenes: Papa Francisco

Pese a los esfuerzos de los gobiernos en todos sus niveles, cada día es más difícil procurar una vida digna en su vejez a quienes ya cumplieron una vida de trabajo y aportado a la sociedad su granito de arena.

Desgraciadamente hay muchas resistencias, desde quienes piensan que los apoyos a los adultos mayores los vuelven improductivos hasta los que pretenden condicionar estos apoyos integrándolos nuevamente al renglón laboral. Los gobiernos se empeñan en mostrarnos el avance en programas de apoyo a estos sectores de la población con el afán político de demostrar su capacidad para desarrollarlos mostrando la cara de la compasión y la piedad para quienes necesitan de su solidaridad, mientras desde los partidos políticos de oposición navegan con la bandera de la incomprensión y la falta de solidaridad impulsando desde sus bancadas legislativas iniciativas que van en contra del proyecto de mayores apoyos para los adultos mayores.

En nuestro país, más de la mitad de la población vive en algún nivel de pobreza y quienes más lo resienten son los adultos mayores al carecer de pensiones dignas, de trabajo bien remunerado, de no discriminaciones por la edad en el ámbito laboral y social, de atención médica adecuada, de apoyos que satisfagan sus necesidades más elementales, etc.

No basta el bagaje actual para su satisfacción de vida digna. Hace falta una cultura de respeto hacia los adultos mayores que los ponga en primer nivel de la sociedad. Cuántas veces no vamos por la calle y vemos filas de ellos en los cajeros automáticos de los bancos esperando una irrisoria cantidad de apoyo económico de gran ayuda para su enorme necesidad, o en las dependencias de gobierno esperando una cobija o una despensa con la edad y las inclemencias del tiempo a cuestas.

“La tercera edad es una etapa de la vida en la que el ser humano elabora una reflexión de lo que ha logrado en su trayectoria de vida, así como de las oportunidades que se han dejado pasar o simplemente se han postergado. En esta etapa se hacen presentes los trastornos biológicos y psicológicos. Se comienza a tener problemas con la vista, la audición, el habla, el equilibrio y la pérdida de memoria.

“Es en esta etapa de la vida en la que el ser humano desea envejecer de una forma digna y saludable, ya que se presentan muchos cambios psicológicos, sociales y físicos. Estos cambios representan pérdidas significativas para el adulto mayor por ejemplo el tener que ser cuidado por algún familiar como lo son los hijos, el miedo a perder todas sus habilidades físicas e independencia, puede provocar en él una baja autoestima y derivar en una depresión muy severa”.

Se hace necesaria la puesta en marcha de instituciones especializadas en la defensa de los derechos de los adultos mayores en todos los temas. No existe un instituto estatal ni municipal de apoyo al adulto mayor como lo hay para los niños, los jóvenes y las mujeres.

No existen casas de cuidado para los adultos mayores auspiciadas por el estado, ni proyectos de productividad para darles alcance laboral a su tiempo libre, ni el reconocimiento de la sociedad a su paso por la vida, ni la cultura de respeto a sus derechos acorde con su estado físico, mental y anímico.

Indudablemente que la corrupción ha permeado en este tema llevando a niveles insospechados el saqueo, la malversación de fondos, el mal uso de los recursos y hasta el descarado robo de los apoyos que los gobiernos destinan hacia este renglón tan vulnerable de la sociedad.

Correo: vicmedina@hotmail.com