/ miércoles 8 de junio de 2022

El agua dentro de la agenda política de Chihuahua

El agua debe ser un tema prioritario en las agendas política, económica y social, ya que forma parte del patrimonio más valioso de nuestro estado. Así lo ha manifestado nuestra gobernadora Maru Campos y lo plasmó en su Plan Estatal de Desarrollo 2021-2027. Asimismo contamos con el Plan Estatal Hídrico 2040.

Para proponer un enfoque integral se requiere de diversos ámbitos de actuación y en el cual es clave planificar por fases con un enfoque progresivo de los servicios.

Existe una interrelación de los servicios con la gestión del agua urbana, por lo que es indispensable considerar sus vínculos e impacto con el servicio de drenaje, la gestión del agua de lluvia, que es muy poca en nuestras ciudades y el tratamiento de las aguas residuales. Un servicio sostenible y resiliente garantiza la continuidad en el suministro de agua a los habitantes y los diferentes sectores y es fundamental para impulsar y mantener el desarrollo y continuidad de la ciudad.

Es ya imperativo diversificar las fuentes de abastecimiento, prestando atención a su interrelación con otros sectores urbanos y rurales; hay que fortalecer la participación de los ciudadanos en todo el proceso, principalmente los usuarios de riego, tanto de agua rodada (superficial como presas, ríos y canales), como de agua subterránea (pozos y norias). Los sistemas de saneamiento deben ser accesibles para toda la población en todos sus componentes reconociendo las características de la población urbana, de su infraestructura y del territorio. Y buscar reutilizar esta agua en riego de parques y jardines, así como en el riego agropecuario.

El sistema de drenaje de la ciudad es fundamental para disminuir las inundaciones que pueden ocurrir en ella y los daños asociados a la integridad física de la población y a la infraestructura urbana, por lo que es necesario contar con una adecuada planeación del desarrollo urbano.

Los sistemas urbanos de drenaje sostenible favorecen el desarrollo sustentable de las ciudades, ya que contribuyen a una adecuada captación, retención y aprovechamiento de las aguas pluviales.

En resumen, incidir en sostenibilidad y resiliencia de la gestión del agua urbana implica la construcción de infraestructura fiable, el diseño de soluciones adecuadas al contexto, una gestión correcta del servicio, un marco regulatorio adecuado, la generación de los recursos económicos para cubrir los costos asociados y una estrecha vinculación con el desarrollo urbano y los otros servicios. Pero lo más importante es su sustentabilidad, por lo que la relación con el organismo operador de las “aguas nacionales”, Conagua es imprescindible, para poder contar con una gobernanza del agua, que pueda revertir la sobreexplotación de 42 de los 61 acuíferos del nuestro gran estado. Asimismo, debemos promover la autorregulación de los usuarios de riego a través de los Distritos y Unidades de Riego en el agua superficial y los Comités Técnicos de Agua Subterránea (COTAS) que, de acuerdo con la Conagua, son organizaciones auxiliares formadas por los usuarios de las aguas subterráneas.


El agua debe ser un tema prioritario en las agendas política, económica y social, ya que forma parte del patrimonio más valioso de nuestro estado. Así lo ha manifestado nuestra gobernadora Maru Campos y lo plasmó en su Plan Estatal de Desarrollo 2021-2027. Asimismo contamos con el Plan Estatal Hídrico 2040.

Para proponer un enfoque integral se requiere de diversos ámbitos de actuación y en el cual es clave planificar por fases con un enfoque progresivo de los servicios.

Existe una interrelación de los servicios con la gestión del agua urbana, por lo que es indispensable considerar sus vínculos e impacto con el servicio de drenaje, la gestión del agua de lluvia, que es muy poca en nuestras ciudades y el tratamiento de las aguas residuales. Un servicio sostenible y resiliente garantiza la continuidad en el suministro de agua a los habitantes y los diferentes sectores y es fundamental para impulsar y mantener el desarrollo y continuidad de la ciudad.

Es ya imperativo diversificar las fuentes de abastecimiento, prestando atención a su interrelación con otros sectores urbanos y rurales; hay que fortalecer la participación de los ciudadanos en todo el proceso, principalmente los usuarios de riego, tanto de agua rodada (superficial como presas, ríos y canales), como de agua subterránea (pozos y norias). Los sistemas de saneamiento deben ser accesibles para toda la población en todos sus componentes reconociendo las características de la población urbana, de su infraestructura y del territorio. Y buscar reutilizar esta agua en riego de parques y jardines, así como en el riego agropecuario.

El sistema de drenaje de la ciudad es fundamental para disminuir las inundaciones que pueden ocurrir en ella y los daños asociados a la integridad física de la población y a la infraestructura urbana, por lo que es necesario contar con una adecuada planeación del desarrollo urbano.

Los sistemas urbanos de drenaje sostenible favorecen el desarrollo sustentable de las ciudades, ya que contribuyen a una adecuada captación, retención y aprovechamiento de las aguas pluviales.

En resumen, incidir en sostenibilidad y resiliencia de la gestión del agua urbana implica la construcción de infraestructura fiable, el diseño de soluciones adecuadas al contexto, una gestión correcta del servicio, un marco regulatorio adecuado, la generación de los recursos económicos para cubrir los costos asociados y una estrecha vinculación con el desarrollo urbano y los otros servicios. Pero lo más importante es su sustentabilidad, por lo que la relación con el organismo operador de las “aguas nacionales”, Conagua es imprescindible, para poder contar con una gobernanza del agua, que pueda revertir la sobreexplotación de 42 de los 61 acuíferos del nuestro gran estado. Asimismo, debemos promover la autorregulación de los usuarios de riego a través de los Distritos y Unidades de Riego en el agua superficial y los Comités Técnicos de Agua Subterránea (COTAS) que, de acuerdo con la Conagua, son organizaciones auxiliares formadas por los usuarios de las aguas subterráneas.