/ martes 21 de julio de 2020

El valor de las elecciones


Señor, tú nos concediste la palabra para que pudiéramos ocultar mejor nuestros pensamientos
Goethe

Graves acontecimientos agobian a nuestra Patria. Las culpas se reparten en todas direcciones, para concentrar de manera unidireccional la conciencia ciudadana: la política. Los actores se rasgan las vestiduras para que una cámara los enfoque y, poder gritar, estentóreamente: ¡aquí estoy, soy el mejor! La vileza de los epítetos surge como erupción volcánica, contra los adversarios, para descalificarlos y enviarlos a las moradas del infierno que nos describió de manera magistral Dante. Mientras los ciudadanos y sus familias pagan con su sangre el alto doble costo de los efectos de la pandemia y de su sucedáneo, la paralización de la economía.

Siguiendo a Goethe, diremos que las mentiras, la desinformación y el dolo hacia un pueblo que vive y soporta hasta la desesperación, los informes (¿?) del gobierno centralizador y los gobiernos estatales, colgados a la “cuerda del hambre”, dizque porque si les envían los recursos que por ley les corresponden, los van a gastar en las campañas políticas de 2021, palabras textuales del dictador. Mientras los subregistros estadísticos del avance inexorable de las infecciones del Covid-19, no se detiene. Falta de hospitales, falta de equipo adecuado para tratar los casos graves, falta de médicos bien capacitados y, también bien equipados para atender a los pacientes, falta de medicamentos y de todo tipo de elementos profilácticos, agravan el ataque de la pandemia. ¿Recursos, recursos, de dónde? Dicen que no hay, se crean impuestos, no olvidemos que la inflación es un impuesto disfrazado para extraer recursos a la gente. Empero las gigantescas bolsas de numerario, para obras, no necesarias, simplemente ¡no se tocan! Terrible paradoja financiera que lleva a la tumba a miles de compatriotas, al crematorio.

De modo que el recurso para las campañas del año próximo y para obras no necesarias ¿será el valor que tendremos que pagar los mexicanos para cumplir con los caprichos y afanes electoreros? El escenario nacional es negativo, tenebroso y pleno de incertidumbre, aunque los prístinos adláteres del dictador sigan utilizando la demagogia que es su herramienta predilecta, para alienar a la comunidad ¡no lo permitamos!



Señor, tú nos concediste la palabra para que pudiéramos ocultar mejor nuestros pensamientos
Goethe

Graves acontecimientos agobian a nuestra Patria. Las culpas se reparten en todas direcciones, para concentrar de manera unidireccional la conciencia ciudadana: la política. Los actores se rasgan las vestiduras para que una cámara los enfoque y, poder gritar, estentóreamente: ¡aquí estoy, soy el mejor! La vileza de los epítetos surge como erupción volcánica, contra los adversarios, para descalificarlos y enviarlos a las moradas del infierno que nos describió de manera magistral Dante. Mientras los ciudadanos y sus familias pagan con su sangre el alto doble costo de los efectos de la pandemia y de su sucedáneo, la paralización de la economía.

Siguiendo a Goethe, diremos que las mentiras, la desinformación y el dolo hacia un pueblo que vive y soporta hasta la desesperación, los informes (¿?) del gobierno centralizador y los gobiernos estatales, colgados a la “cuerda del hambre”, dizque porque si les envían los recursos que por ley les corresponden, los van a gastar en las campañas políticas de 2021, palabras textuales del dictador. Mientras los subregistros estadísticos del avance inexorable de las infecciones del Covid-19, no se detiene. Falta de hospitales, falta de equipo adecuado para tratar los casos graves, falta de médicos bien capacitados y, también bien equipados para atender a los pacientes, falta de medicamentos y de todo tipo de elementos profilácticos, agravan el ataque de la pandemia. ¿Recursos, recursos, de dónde? Dicen que no hay, se crean impuestos, no olvidemos que la inflación es un impuesto disfrazado para extraer recursos a la gente. Empero las gigantescas bolsas de numerario, para obras, no necesarias, simplemente ¡no se tocan! Terrible paradoja financiera que lleva a la tumba a miles de compatriotas, al crematorio.

De modo que el recurso para las campañas del año próximo y para obras no necesarias ¿será el valor que tendremos que pagar los mexicanos para cumplir con los caprichos y afanes electoreros? El escenario nacional es negativo, tenebroso y pleno de incertidumbre, aunque los prístinos adláteres del dictador sigan utilizando la demagogia que es su herramienta predilecta, para alienar a la comunidad ¡no lo permitamos!