/ domingo 10 de enero de 2021

En espera de la anhelada salud

El mundo cambió radicalmente en el 2020. No hay rincón de la tierra que se haya escapado de los estragos de la pandemia, tanto en la salud como en lo económico.

El miedo fue parte de la cotidianidad durante el año que se marchó. Pero tenemos la fortuna de seguir vivos. Por ello, el clamor de cuidar este maravilloso tesoro.

La terrible enfermedad nos puso al descubierto lo frágil que somos como seres humanos. De un golpe nos arrancó de nuestros hogares y trabajos a seres queridos, otros tantos padecieron sus efectos.

Hoy nos preguntamos: ¿Cuándo regresará la normalidad? ¿Cuándo nos podremos juntar con familiares y amigos? ¿Cuándo iremos a nuestros centros de trabajo y áreas de diversión? ¿En verdad recibiremos la vacuna? ¿Habrá inmunidad? La incertidumbre sigue.

Al cierre del año 2020 se habían registrado cerca de 1.8 millones de personas muertas por Covid-19. Y en términos absolutos, EU, Brasil y México son los que más fallecidos acumulan. Es un aproximado, luego de 12 meses después de que el gobierno chino alertó al mundo de una terrible “enfermedad” no identificada.

Los números de enfermos y fallecidos son difíciles de verificar o comprar entre los países, pues se aplican diferentes metodologías o bien los jefes de Estado manejan los datos de acuerdo al interés político, como ocurre en China se encarcela a periodistas que informen sobre la enfermedad. La cifra total de muertes y contagios será superior y llevará años determinarla con exactitud.

Según los datos de la Universidad Johns Hopkins, nos reflejan el gran impacto que ha causado la pandemia en cada región, por ejemplo desde marzo, en los Estados Unidos han fallecido 340,000 personas por Covid-19 y en México, cerca de 125 mil muertes. Sin embargo, la cifra total de muertes y contagios será superior a la que maneja cada nación, institución médica o educativa. Nos llevará años determinarla con exactitud.

No nos hemos recuperado de daños causados por las dos oleadas registradas durante la primavera y el otoño de este año, cuando la humanidad ya enfrenta una tercera ola, ahí está el ejemplo de Reino Unido, una nación de poderosa ( la primera que aplicó la vacuna contra el Covid-19), que tiene colapsado su sistema de salud y prácticamente se encuentra “aislada” del mundo.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre los factores que influyen en las diferentes oleadas destacan: políticas erróneas en materia de salud y en la economía, así como por los efectos de los cambios climáticos, la relajación de las medidas, exceso de confianza y más población susceptible.

A nuestro país han llegado “a cuenta gotas” las primeras vacunas contra el Covid-19, pero lamentablemente se ha presentado la corrupción ( un problema endémico) con el acaparamiento del antídoto, dando un pésimo ejemplo a la humanidad en estos momentos de crisis de salud, que posiblemente se acrecente, tras las fiestas de fin de año.

El impacto de la pandemia es impresionante, de modo tal que ha minimizado temas de gran trascendencia para la opinión pública que sucedieron el año pasado, como la elección del demócrata Joe Biden como el próximo presidente de Estados Unidos y sus implicaciones para México y el mundo.

El año que se va será recordado principalmente por la pandemia y ahora estamos en manos de Dios y la ciencia, pero obligados a un mejor cuidado. El uso del cubreboca y la sana distancia llegaron para quedarse.

Finalmente, que el 2021 sea un año de alegría, de bienestar, de encuentros, de fe, de metas cumplidas y ante todo, de la tan anhelada salud para el mundo.


Nos pueden seguir: palabrapropia@hotmail.com Twitter@palabrapropia

Antena Radio 102.5 FM, de lunes a viernes de cinco a seis de la tarde

El mundo cambió radicalmente en el 2020. No hay rincón de la tierra que se haya escapado de los estragos de la pandemia, tanto en la salud como en lo económico.

El miedo fue parte de la cotidianidad durante el año que se marchó. Pero tenemos la fortuna de seguir vivos. Por ello, el clamor de cuidar este maravilloso tesoro.

La terrible enfermedad nos puso al descubierto lo frágil que somos como seres humanos. De un golpe nos arrancó de nuestros hogares y trabajos a seres queridos, otros tantos padecieron sus efectos.

Hoy nos preguntamos: ¿Cuándo regresará la normalidad? ¿Cuándo nos podremos juntar con familiares y amigos? ¿Cuándo iremos a nuestros centros de trabajo y áreas de diversión? ¿En verdad recibiremos la vacuna? ¿Habrá inmunidad? La incertidumbre sigue.

Al cierre del año 2020 se habían registrado cerca de 1.8 millones de personas muertas por Covid-19. Y en términos absolutos, EU, Brasil y México son los que más fallecidos acumulan. Es un aproximado, luego de 12 meses después de que el gobierno chino alertó al mundo de una terrible “enfermedad” no identificada.

Los números de enfermos y fallecidos son difíciles de verificar o comprar entre los países, pues se aplican diferentes metodologías o bien los jefes de Estado manejan los datos de acuerdo al interés político, como ocurre en China se encarcela a periodistas que informen sobre la enfermedad. La cifra total de muertes y contagios será superior y llevará años determinarla con exactitud.

Según los datos de la Universidad Johns Hopkins, nos reflejan el gran impacto que ha causado la pandemia en cada región, por ejemplo desde marzo, en los Estados Unidos han fallecido 340,000 personas por Covid-19 y en México, cerca de 125 mil muertes. Sin embargo, la cifra total de muertes y contagios será superior a la que maneja cada nación, institución médica o educativa. Nos llevará años determinarla con exactitud.

No nos hemos recuperado de daños causados por las dos oleadas registradas durante la primavera y el otoño de este año, cuando la humanidad ya enfrenta una tercera ola, ahí está el ejemplo de Reino Unido, una nación de poderosa ( la primera que aplicó la vacuna contra el Covid-19), que tiene colapsado su sistema de salud y prácticamente se encuentra “aislada” del mundo.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre los factores que influyen en las diferentes oleadas destacan: políticas erróneas en materia de salud y en la economía, así como por los efectos de los cambios climáticos, la relajación de las medidas, exceso de confianza y más población susceptible.

A nuestro país han llegado “a cuenta gotas” las primeras vacunas contra el Covid-19, pero lamentablemente se ha presentado la corrupción ( un problema endémico) con el acaparamiento del antídoto, dando un pésimo ejemplo a la humanidad en estos momentos de crisis de salud, que posiblemente se acrecente, tras las fiestas de fin de año.

El impacto de la pandemia es impresionante, de modo tal que ha minimizado temas de gran trascendencia para la opinión pública que sucedieron el año pasado, como la elección del demócrata Joe Biden como el próximo presidente de Estados Unidos y sus implicaciones para México y el mundo.

El año que se va será recordado principalmente por la pandemia y ahora estamos en manos de Dios y la ciencia, pero obligados a un mejor cuidado. El uso del cubreboca y la sana distancia llegaron para quedarse.

Finalmente, que el 2021 sea un año de alegría, de bienestar, de encuentros, de fe, de metas cumplidas y ante todo, de la tan anhelada salud para el mundo.


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