/ sábado 20 de abril de 2024

En un mundo al revés y carente de valores

Un caso cercano que mucho me indigna

Mucho me ha indignado un atropello reciente, en particular porque involucra a una persona especialmente cercana que mucho quiero y admiro, Susana Rodríguez Cervantes, mi compañera de vida. Mujer de una pieza, inteligente, talentosa, creativa, soy testigo de la trayectoria intachable que ha construido como comunicadora y periodista, como productora que empezó su exitosa carrera en Televisa siendo muy joven. Si bien no acostumbro ocuparme de este ámbito, lo hago ahora por tratarse de ella, en quien ha caído la afrenta de una muy nociva práctica que por desgracia sigue permeando en este y otros quehaceres, el plagio o robo de ideas.

Aquí la cronología de los hechos, grosso modo: en mayo del 2023 presentó en Televisa su propuesta "De la misma madera. El ADN de los famosos", reality musical que vi nacer y desarrollarse, y que previamente registramos ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual porque es algo que siempre debe hacerse, a sabiendas de que por desgracia esta oprobiosa práctica sigue presentándose, porque la creatividad está a expensas de ladrones cínicos.

Proyecto novedoso, proponía involucrar a hijos de cantantes famosos y a sus padres que compartirían sus historias de vida y competirían en el canto y otras destrezas. Había oído que quien presidiría esa reunión, Mariana Vargas, directora de Entretenimiento y por quien irremediablemente tienen que pasar las propuestas, cojeaba de este mal endémico; pero no había de otra y fue con todo y demo a explicárselos. Les gustó tanto a todos los asistentes, incluida la susodicha, que le dijeron que lo propondrían para su programación a los directivos de Univisión en Estados Unidos y de Televisa en México. Un mes después la asistente de la propia Vargas le mandó un correo diciéndole que si bien les había encantado, por el momento no les era posible llevarlo a cabo.

¨Cuando el río suena, es porque piedras lleva”, y por desgracia el robo “a mano armada” se consumó. Por los medios nos enteramos que el ahora llamado "Juego de Voces. De tal palo, tal astilla" iría al aire en este mes de abril; se trata de la misma premisa, de la burra pero un poco revolcada, y la mencionada plagiaria volvió a hacer de la suyas, con la anuencia de su jefa, la colombiana Andrea Marulanda, directora general de Entretenimiento Televisa-Univisión. Desgraciadamente la Ley de Derechos de Autor tiene todavía muchas omisiones y lagunas que los plagiarios saben sortear y aprovechar en su beneficio. Indignada mandó una lúcida, valiente y minuciosa carta a los altos ejecutivos de la empresa, donde expone de manera pormenorizada el curso de los acontecimientos con una muy clara línea del tiempo, y hasta el momento no ha recibido la más mínima respuesta formal.

A estas alturas las autoridades de la televisora saben ya del modus operandi de la citada plagiaria y de la omisión ––quien calla, otorga–– de su jefa enterada de al menos este caso de evidente abuso de autoridad y de conflicto de intereses. Como en los incidentes de acoso sexual laboral, quiero suponer que otros creativos y testigos presenciales de tan lamentable práctica no hablan por miedo a perder su empleo, por temor a ser señalados, porque en un mundo absurdo y de valores trastocados todo pareciera permitirse, por lo visto con la anuencia de las autoridades. Ante casos de burdo plagio como este, no hay peor sordo que quien no quiere oír ni peor ciego que quien no quiere ver. El aquí prestanombres Marcelo Estupini firma este reality ––¡hazme favor el descaro!–– como autor de “la idea original”, como ha confirmado también públicamente el productor, pero la susodicha plagiaria y él mismo saben, incluidos Marulanda y otros enterados que se hacen de la vista gorda, que están solapando una práctica a todas luces mezquina e inmoral.

Un caso cercano que mucho me indigna

Mucho me ha indignado un atropello reciente, en particular porque involucra a una persona especialmente cercana que mucho quiero y admiro, Susana Rodríguez Cervantes, mi compañera de vida. Mujer de una pieza, inteligente, talentosa, creativa, soy testigo de la trayectoria intachable que ha construido como comunicadora y periodista, como productora que empezó su exitosa carrera en Televisa siendo muy joven. Si bien no acostumbro ocuparme de este ámbito, lo hago ahora por tratarse de ella, en quien ha caído la afrenta de una muy nociva práctica que por desgracia sigue permeando en este y otros quehaceres, el plagio o robo de ideas.

Aquí la cronología de los hechos, grosso modo: en mayo del 2023 presentó en Televisa su propuesta "De la misma madera. El ADN de los famosos", reality musical que vi nacer y desarrollarse, y que previamente registramos ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual porque es algo que siempre debe hacerse, a sabiendas de que por desgracia esta oprobiosa práctica sigue presentándose, porque la creatividad está a expensas de ladrones cínicos.

Proyecto novedoso, proponía involucrar a hijos de cantantes famosos y a sus padres que compartirían sus historias de vida y competirían en el canto y otras destrezas. Había oído que quien presidiría esa reunión, Mariana Vargas, directora de Entretenimiento y por quien irremediablemente tienen que pasar las propuestas, cojeaba de este mal endémico; pero no había de otra y fue con todo y demo a explicárselos. Les gustó tanto a todos los asistentes, incluida la susodicha, que le dijeron que lo propondrían para su programación a los directivos de Univisión en Estados Unidos y de Televisa en México. Un mes después la asistente de la propia Vargas le mandó un correo diciéndole que si bien les había encantado, por el momento no les era posible llevarlo a cabo.

¨Cuando el río suena, es porque piedras lleva”, y por desgracia el robo “a mano armada” se consumó. Por los medios nos enteramos que el ahora llamado "Juego de Voces. De tal palo, tal astilla" iría al aire en este mes de abril; se trata de la misma premisa, de la burra pero un poco revolcada, y la mencionada plagiaria volvió a hacer de la suyas, con la anuencia de su jefa, la colombiana Andrea Marulanda, directora general de Entretenimiento Televisa-Univisión. Desgraciadamente la Ley de Derechos de Autor tiene todavía muchas omisiones y lagunas que los plagiarios saben sortear y aprovechar en su beneficio. Indignada mandó una lúcida, valiente y minuciosa carta a los altos ejecutivos de la empresa, donde expone de manera pormenorizada el curso de los acontecimientos con una muy clara línea del tiempo, y hasta el momento no ha recibido la más mínima respuesta formal.

A estas alturas las autoridades de la televisora saben ya del modus operandi de la citada plagiaria y de la omisión ––quien calla, otorga–– de su jefa enterada de al menos este caso de evidente abuso de autoridad y de conflicto de intereses. Como en los incidentes de acoso sexual laboral, quiero suponer que otros creativos y testigos presenciales de tan lamentable práctica no hablan por miedo a perder su empleo, por temor a ser señalados, porque en un mundo absurdo y de valores trastocados todo pareciera permitirse, por lo visto con la anuencia de las autoridades. Ante casos de burdo plagio como este, no hay peor sordo que quien no quiere oír ni peor ciego que quien no quiere ver. El aquí prestanombres Marcelo Estupini firma este reality ––¡hazme favor el descaro!–– como autor de “la idea original”, como ha confirmado también públicamente el productor, pero la susodicha plagiaria y él mismo saben, incluidos Marulanda y otros enterados que se hacen de la vista gorda, que están solapando una práctica a todas luces mezquina e inmoral.