/ jueves 10 de mayo de 2018

Exprópiese, focos rojos

Estamos en una verdadera encrucijada, el debate de hoy lo han querido centrar entre blanco y negro, empresarios ricos y trabajadores pobres, una visión maniqueista, entre buenos y malos, estás conmigo o contra mí, donde el que no está de acuerdo conmigo es enemigo de la patria, de ese tamaño está la advertencia.

En contraste, Ricardo Anaya se consolida como la única y verdadera opción para encabezar los destinos de la nación, no sólo por los próximos seis años, sino que está presentado las propuestas de lo que sería el México del futuro, ese que esperamos y que necesitamos para dar cabida a los jóvenes que se incorporan al mercado de trabajo, seguridad a los adultos mayores que esperan su jubilación y retiro digno, certeza a los empresarios que invierten su dinero, incentivos a los emprendedores para que puedan proyectar su negocio, escuelas y maestros con un programa de altura, de clase mundial, como los que queremos para nuestros hijos, servicios médicos que garanticen la atención y la salud del pueblo.

Cuando el candidato está en busca del voto de la población, atiende todas las invitaciones y oportunidades, es condescendiente con el electorado, los deja hablar y escucha sus propuestas, ya lo habíamos escrito, que si por él fuera, ya no iba a ningún evento, ya no le conviene, ahora, desprecia las oportunidades, su actitud soberbia y prepotente chantajea al público, dirige mensajes aterradores, en ocasiones con amenazas soterradas, pero en otros casos, son claras y abiertas contra el que él cree que representa una amenaza a su proyecto personal.

Y eso que está en campaña… vamos a suponer sin conceder, como dicen los abogados, imagínese usted qué nos puede esperar del gobernante, es verdaderamente espeluznante lo que hemos presenciado en estos últimos días de campaña.

La mesura, diálogo y tolerancia son los ingredientes que se requieren, reconocer que hay logros, pero que se tiene que mejorar la situación actual, que se le ha quedado a deber, sobre todo, a los grupos mas vulnerables, serán los factores que nos diferencien, tirar todo por la borda y suponer que con varita mágica todo se corregirá es una quimera que ya hemos vivido, no nada mas aquí en el México de los 70, ya hoy se está viviendo en toda Latinoamérica.

Exprópiese… el solo hecho de mencionarlo por parte de su equipo de trabajo ha prendido focos rojos en toda la sociedad mexicana y por su puesto en todo el mundo, que ven a México como el símbolo de la economía y desarrollo de Latinoamérica, que en muchos casos somos la referencia obligada de comparación.

Se puede engañar a algunos todo el tiempo, se puede engañar a todos algún tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo: Abraham Lincoln, 1809-1865.

Estamos en una verdadera encrucijada, el debate de hoy lo han querido centrar entre blanco y negro, empresarios ricos y trabajadores pobres, una visión maniqueista, entre buenos y malos, estás conmigo o contra mí, donde el que no está de acuerdo conmigo es enemigo de la patria, de ese tamaño está la advertencia.

En contraste, Ricardo Anaya se consolida como la única y verdadera opción para encabezar los destinos de la nación, no sólo por los próximos seis años, sino que está presentado las propuestas de lo que sería el México del futuro, ese que esperamos y que necesitamos para dar cabida a los jóvenes que se incorporan al mercado de trabajo, seguridad a los adultos mayores que esperan su jubilación y retiro digno, certeza a los empresarios que invierten su dinero, incentivos a los emprendedores para que puedan proyectar su negocio, escuelas y maestros con un programa de altura, de clase mundial, como los que queremos para nuestros hijos, servicios médicos que garanticen la atención y la salud del pueblo.

Cuando el candidato está en busca del voto de la población, atiende todas las invitaciones y oportunidades, es condescendiente con el electorado, los deja hablar y escucha sus propuestas, ya lo habíamos escrito, que si por él fuera, ya no iba a ningún evento, ya no le conviene, ahora, desprecia las oportunidades, su actitud soberbia y prepotente chantajea al público, dirige mensajes aterradores, en ocasiones con amenazas soterradas, pero en otros casos, son claras y abiertas contra el que él cree que representa una amenaza a su proyecto personal.

Y eso que está en campaña… vamos a suponer sin conceder, como dicen los abogados, imagínese usted qué nos puede esperar del gobernante, es verdaderamente espeluznante lo que hemos presenciado en estos últimos días de campaña.

La mesura, diálogo y tolerancia son los ingredientes que se requieren, reconocer que hay logros, pero que se tiene que mejorar la situación actual, que se le ha quedado a deber, sobre todo, a los grupos mas vulnerables, serán los factores que nos diferencien, tirar todo por la borda y suponer que con varita mágica todo se corregirá es una quimera que ya hemos vivido, no nada mas aquí en el México de los 70, ya hoy se está viviendo en toda Latinoamérica.

Exprópiese… el solo hecho de mencionarlo por parte de su equipo de trabajo ha prendido focos rojos en toda la sociedad mexicana y por su puesto en todo el mundo, que ven a México como el símbolo de la economía y desarrollo de Latinoamérica, que en muchos casos somos la referencia obligada de comparación.

Se puede engañar a algunos todo el tiempo, se puede engañar a todos algún tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo: Abraham Lincoln, 1809-1865.