Todos tenemos adentro una insospechada reserva de fortaleza que emerge cuando la vida nos pone a prueba. (Isabel Allende)
Enfrentar los problemas que se presentan en la vida diaria es tarea que los chihuahuenses llevamos a cabo en un marco de fortaleza y esperanza de que las cosas mejoren a pesar de las noticias que pretenden llevarnos al desaliento ante la pandemia de salud, económica, política y jurídica que nos aqueja.
Porque a pesar de encontrarnos en fase de semáforo “naranja”, el virus sigue causando estragos en nuestra sociedad y no se ven acciones sólidas para enfrentarlo, la crisis económica ante la inamovilidad se deja sentir, y el aislamiento entristece y provoca una serie de problemas que repercuten en el núcleo familiar afectando en muchos casos a parejas, padres, hijos, nietos y demás integrantes.
Por otro lado, gran parte de los políticos se encuentran enfrascados en las acciones necesarias para poder contar con una rebanada del pastel que representan la elección de gobernador, diputados locales, presidencias municipales, sindicaturas y regidurías del año próximo, mientras la sociedad se desgasta enfrentando la pandemia.
Decepcionante el actuar del Gobierno del Estado en estos temas donde la importancia de las acciones radica en fortalecer la imagen de un gobernador desgastado por sus mentiras, por su frivolidad, por su demagogia, por su egocéntrica y por su soberbia.
No pasa desapercibido para los chihuahuenses el tratamiento dato a temas como el de la justicia cuando vemos cómo se aplica selectivamente, cómo se utilizan las instituciones para “armar” expedientes contra los contrincantes políticos, cómo se evaden responsabilidades como en el caso del asesinato de Marisela Escobedo y de Miroslava Breach, cómo se usa la palabra para perseguir y obsequiar “criterios de oportunidad” que más bien son de “impunidad” a ciertos actores a discreción, cómo se incrementan los feminicidios y al mismo tiempo se pretende hacer creer a la sociedad que se combaten efectivamente y hasta se participa en las movilizaciones “sociales” de protestas ante estos hechos, cómo se manejan los recursos financieros y se pretende incrementar la deuda pública comprometiendo recursos de varias administraciones futuras tan sólo por el manejo desaseado en la administración pública, cómo se “organizan” los “gobernadores federalistas” violando la carta magna para continuar con sus privilegios ante el avance de un esquema diferente al plantado por el decadente neoliberalismo.
Pero con todo y eso, los chihuahuenses somos capaces de enfrentar las adversidades con valentía y cordura y aunque a veces nos equivocamos, siempre queda la esperanza de realizar acciones que nos lleven a una vida mejor. Esta Navidad sin duda será diferente, pero eso no significa que no estará en nuestras mentes el amor, la paz y la prosperidad para nosotros y nuestros semejantes. ¡Feliz Navidad!...
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