Miguel Carbonell
Abogado, especialista en derecho constitucional
Director del Centro de Estudios Jurídicos Carbonell AC
Hace unas semanas inició el programa de la Suprema Corte de Justicia de la Nación llamado “Una jueza y un juez federal cerca de ti”. Se trata de una iniciativa inédita, que intenta acercar a la sociedad mexicana el trabajo que cotidianamente hacen los integrantes del Poder Judicial de la Federación a favor de miles de personas a lo largo y ancho del territorio nacional.
La idea es que en los próximos meses el programa haga un recorrido por las 32 entidades federativas, para exponer los datos duros que demuestran los resultados del trabajo de los juzgadores federales, pero también comentando algunos casos concretos resueltos en cada entidad federativa que han sido trascendentales para la tutela de los derechos humanos de distintas personas.
En los foros que ya se han realizado hemos dado a conocer que la Suprema Corte ha resuelto, entre 2019 y finales de 2021, casi 15 mil sentencias. También hemos destacado el hecho de que en el marco de la pandemia por Covid-9, vivida desde los primeros meses de 2020, se ha mejorado la infraestructura disponible para que las demandas y otras actuaciones propias de los procesos judiciales federales se puedan presentar y desahogar a través de internet. Un dato ilustra la magnitud de ese esfuerzo: solamente en 2021 se hicieron más de 1’100,000 (un millón cien mil) notificaciones a través de internet. Cada una de esas notificaciones significó un importante ahorro en horas/persona, combustible para los vehículos, desgaste del parque vehicular, tiempo de las partes involucradas y de sus abogados, etcétera.
Pero los foros tienen el propósito no solamente de dar a conocer lo que se hace desde el Poder Judicial Federal, sino también el de escuchar a las organizaciones sociales que sin duda alguna pueden suministrar una valiosa retroalimentación que permita mejorar el trabajo de impartir justicia en el país. En los foros que hasta el momento se han llevado a cabo han participado cientos de organizaciones civiles, que se han expresado con total libertad sobre los problemas que consideran más acuciantes y en los cuales la justicia federal debe poner mucha atención.
Algunas de estas organizaciones defienden a migrantes indocumentados, cuyos derechos humanos son violados cuando entran en territorio nacional para intentar llegar a los Estados Unidos. Otras se dedican a las cuestiones de género, informando a las mujeres que han sido víctimas de violencia a manos de sus parejas, orientándolas para que encuentren opciones si decidieron salir de sus hogares a fin de evitar la continuación del maltrato, ayudándolas a conseguir fuentes de ingresos que las independice económicamente de sus violentadores, etcétera.
Nos han conmovido especialmente los testimonios de las organizaciones que ayudan a las familias de mujeres que han sido asesinadas; hemos escuchado a sus madres y les hemos expresado nuestro pesar y solidaridad por el drama de los feminicidios que siguen presentando una incidencia escandalosa en el país. Su situación no puede dejar indiferente a nadie.
También hemos escuchado los testimonios de las organizaciones que abordan la garantía del derecho a la salud, duramente afectado por la falta de insumos médicos y hospitalarios. Oyendo a los usuarios reales del sistema de salud se puede concluir que falta de todo en los hospitales mexicanos: desde lugar para atender a las personas enfermas, profesionales de la medicina suficientes y capacitados, medicamentos, equipo moderno para tratar ciertas dolencias, entre otras cosas.
Ha sido una experiencia muy intensa hasta el momento, pero ha valido mucho la pena. Seguiremos rindiendo cuentas a la sociedad sobre el trabajo de los juzgadores federales, pero también estaremos atentos a lo que la ciudadanía tenga que decir, porque a ella y a la Constitución mexicana es a quienes sirve el Poder Judicial de la Federación.
