/ lunes 29 de enero de 2024

Las listas de la ignominia 

“Dime con quién andas y te diré quién eres”, dice el famoso refrán mexicano, y en ese entendido, no hace falta más que revisar las listas plurinominales del PRI, PAN y PRD, para reconfirmar que esa, la supuesta “oposición” no es más que el cuarto círculo del infierno de la Divina Comedia de Dante, el de la codicia, el cual, como es obvio, está carente un proyecto nacional que solo ve al Poder Legislativo como un fin, no como un medio, un fin que les beneficie a ellas y ellos, y jamás, y ni por equivocación a la gente.

Los hechos siempre superan las palabras, y esta vez no fue la excepción. Los plurinominales son listados que cada partido político presenta de 40 candidatos y candidatas, y dependiendo del porcentaje de votos que dicho partido haya alcanzado en cada circunscripción, obtendrá tantos legisladores de representación proporcional, es decir, de ese listado, ninguno deberá hacer campaña. Cabe mencionar que las listas las conforman las cúpulas de cada partido sin existir “reglas” a seguir.

En este orden de ideas, la oposición presentó sus listas y aunque para muchas no fue sorpresivo, no deja de asombrar el cinismo de los nombres que aparecen y los lugares en donde se “auto colocaron” sus mandamases. Los presidentes de estos partidos, Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano, se pasaron por el arco del triunfo su honor (si es que de menos lo conocen) e infieles a la honorable tradición de los capitanes de barco que se hunden con su nave, estos fueron los primeros en subirse a las botes salvavidas, o sea, los 3 se colocaron en el número 1 de sus respectivas listas para el Senado, y pase lo que pase, ellos ya se vieron en su escaño.

Así Xóchitl pierda por uno o veinte puntos, ellos ya están salvados, así rasguñen apenas su registro, como seguramente será el caso del PRI y el PRD, sus líderes estarán ya bien acomodados en sus escaños, listos para seguir cobrando del erario seis años más, para seguir haciendo negocios diría Alito, para seguir “cumpliendo acuerdos” diría Marko Cortés.

Estos tres partidos ven las Cámaras legislativas como su salvación o bien, como su seguro para no pisar la cárcel. Ahí están Ricardo Anaya, el octogenario Carlos Aceves del Olmo, Lilly Téllez, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, Jorge Romero Herrera, Germán Martínez Cázares o Miguel Ángel Mancera. En el PAN el negocio les salió bien pues Cortés fue quien hizo los amarres, es decir, nadie le hizo chanchullos, y así con los tres partidos, sus líderes se han auto preponderado y lo que pase en la elección es lo de menos.

Lo que eres dice tanto de ti, que no se escucha lo que dices, está es la máxima con estos tres partidos que por un lado vociferan que solo quieren el bien de México, que urge quitar a este gobierno porque no ha hecho nada por la gente, que ellos sí, que saben qué es lo que se necesita para mejorar las condiciones actuales, pero la verdad es demasiado evidente. Las listas no solo reflejan su cinismo, sino también su verdadero interés, su supervivencia, su continuidad en un país que cada vez los conoce más y por eso mismo los vota menos.


“Dime con quién andas y te diré quién eres”, dice el famoso refrán mexicano, y en ese entendido, no hace falta más que revisar las listas plurinominales del PRI, PAN y PRD, para reconfirmar que esa, la supuesta “oposición” no es más que el cuarto círculo del infierno de la Divina Comedia de Dante, el de la codicia, el cual, como es obvio, está carente un proyecto nacional que solo ve al Poder Legislativo como un fin, no como un medio, un fin que les beneficie a ellas y ellos, y jamás, y ni por equivocación a la gente.

Los hechos siempre superan las palabras, y esta vez no fue la excepción. Los plurinominales son listados que cada partido político presenta de 40 candidatos y candidatas, y dependiendo del porcentaje de votos que dicho partido haya alcanzado en cada circunscripción, obtendrá tantos legisladores de representación proporcional, es decir, de ese listado, ninguno deberá hacer campaña. Cabe mencionar que las listas las conforman las cúpulas de cada partido sin existir “reglas” a seguir.

En este orden de ideas, la oposición presentó sus listas y aunque para muchas no fue sorpresivo, no deja de asombrar el cinismo de los nombres que aparecen y los lugares en donde se “auto colocaron” sus mandamases. Los presidentes de estos partidos, Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano, se pasaron por el arco del triunfo su honor (si es que de menos lo conocen) e infieles a la honorable tradición de los capitanes de barco que se hunden con su nave, estos fueron los primeros en subirse a las botes salvavidas, o sea, los 3 se colocaron en el número 1 de sus respectivas listas para el Senado, y pase lo que pase, ellos ya se vieron en su escaño.

Así Xóchitl pierda por uno o veinte puntos, ellos ya están salvados, así rasguñen apenas su registro, como seguramente será el caso del PRI y el PRD, sus líderes estarán ya bien acomodados en sus escaños, listos para seguir cobrando del erario seis años más, para seguir haciendo negocios diría Alito, para seguir “cumpliendo acuerdos” diría Marko Cortés.

Estos tres partidos ven las Cámaras legislativas como su salvación o bien, como su seguro para no pisar la cárcel. Ahí están Ricardo Anaya, el octogenario Carlos Aceves del Olmo, Lilly Téllez, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, Jorge Romero Herrera, Germán Martínez Cázares o Miguel Ángel Mancera. En el PAN el negocio les salió bien pues Cortés fue quien hizo los amarres, es decir, nadie le hizo chanchullos, y así con los tres partidos, sus líderes se han auto preponderado y lo que pase en la elección es lo de menos.

Lo que eres dice tanto de ti, que no se escucha lo que dices, está es la máxima con estos tres partidos que por un lado vociferan que solo quieren el bien de México, que urge quitar a este gobierno porque no ha hecho nada por la gente, que ellos sí, que saben qué es lo que se necesita para mejorar las condiciones actuales, pero la verdad es demasiado evidente. Las listas no solo reflejan su cinismo, sino también su verdadero interés, su supervivencia, su continuidad en un país que cada vez los conoce más y por eso mismo los vota menos.