El movimiento cultural de la Ilustración nos ha hecho creer que vino a disipar la ignorancia, la superstición y la tiranía, con la libertad, la igualdad y la fraternidad, pero con el despotismo, la intolerancia (tomando el caso de la época del Terror, el genocidio en la Guerra de la Vendée y la discriminación hacia los creyentes católicos) y el uso de la razón particular discrecional y arbitraria que denigra al ser humano (como la creencia ilustrada de que los individuos se degradaban en América y la servidumbre natural de los indios, o con Voltaire, que judíos y negros eran inferiores).
Ciencia que no reconoce la herencia del pasado; razón sin respeto por la humanidad; libertad, sólo para los adeptos; rechazo al despotismo del monarca, pero sometimiento al totalitarismo de Estado; materialismo como religión. Lo anterior es, directa o indirectamente, la fuente de los regímenes más destructivos de la humanidad, donde el Estado, en alianza con el movimiento de Reforma, se vuelve el Dios que ocupó el lugar de la tradición católica y escolástica. Es esta última tradición la que se ignora como herencia de la civilización y que es raíz de la Constitución de EU.
De acuerdo a Otto Carlos Stoetzer, si bien la Declaración de Independencia estadounidense, como pilar del Constitución, tiene conceptos típicos del Siglo de las Luces, como que los hombres nacen libres; tienen derechos que son inajenables en relación con la vida, la libertad y la propiedad, garantizados por una autoridad pública y una legislación con el consentimiento del pueblo, sin embargo, se ligan al pensamiento político europeo racional, especialmente, de la constitución británica, producto de una tradición milenaria de tipo consuetudinario, tradicional y medieval.
Son de raíces medievales el ideario del gobierno representativo, limitado, de soberanía popular, procedimiento judicial sin arbitrariedad, separación de poderes, gobiernos estatales subordinados al gobierno central, que sobrevivieron junto a la tradición puritana que predominó a partir de la Guerra Civil Inglesa (1640-1648), que en esencia, rechaza la Iglesia nacional y al episcopado adepto a la monarquía, y que acabó subordinándose al liberalismo híbrido occidental que niega las normas morales objetivas de cualquier especie, lo que alentaría la indolencia moral moderna.
Las ideas puritanas, aunque revolucionarias, fueron rechazadas, fundamentalmente, por el pueblo inglés al restaurar la monarquía, pero prosperaron en Norteamérica, principalmente, en el repudio de la monarquía y del catolicismo. Pero los conceptos principales no fueron originales, sino que representaban un antiguo ideario escolástico, cuyo origen no era exclusivamente ni puritano ni iluminista. Estados Unidos es hija de la Inglaterra del siglo XVII y, a su vez la Constitución de EU se funda en ideales de justicia de valor global para todos los hombres. ¿Cuál es el origen de esto?
Ahora sabemos que san Agustín e Isidoro de Sevilla, hasta santo Tomás, influyeron en Francisco Vitoria, Francisco Suárez, luego en John Locke, Edmund Burke, los Whings ingleses del siglo XVIII y en el cardenal Bellarmino, y éste, a su vez, en Thomas Jefferson, y que este conjunto se filtró en los signatarios de la Declaración de Independencia. Esto es muy lógico teniendo en cuenta la gran repercusión de Suárez y la Escuela Española escolástica en la escuela protestante de derecho natural (Grocio, Pufendorf, Thomasius, Altusio y Wolff).
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