/ jueves 10 de septiembre de 2020

Lo que defienden los productores con la vida

Como se ha venido observando, el conflicto de las presas en Chihuahua sigue creciendo. Lamentable el homicidio en Delicias de la pareja de productores con la presunta participación de dos unidades de la Guardia Nacional, participación ya confirmada por la Fiscalía General del estado. Sin precedentes el hecho de que el pueblo, con gran habilidad táctica, sorprendiera a los miembros de la Guardia Nacional y los vencieron, desterrándolos de su posición de defensa de los intereses que a la fecha son inciertos.

Mientras tanto en todo el territorio nacional, las víctimas de homicidio siguen apilándose, y los criminales recibiendo una política llena de amor, besos y abrazos, ante la claudicación de la autoridad y el manejo de los recursos destinados a la seguridad pública para beneficios particulares.

Y la política pública se basa, cuando a la autoridad le es conveniente, en consultas públicas, donde ya se conoce de antemano el resultado. De no ser así, ¿por qué no se llevó a cabo una encuesta para el tema del agua de las presas de Chihuahua? Quizás el argumento es la obligación del cumplimiento del tratado con Estados Unidos. Si se utiliza ese argumento, entonces por qué llevar a cabo una encuesta para juzgar a los expresidentes, cuando la ley es clara sobre la procuración de justicia ante hechos delictivos. Así de ese tamaño las inconsistencias que ya derramaron sangre en la presa.

Lo que está en juego y defienden con la vida los productores de la región no es poca cosa. El ciclo de primavera-verano es el más importante de todo el año. En el ramo de producción agrícola por riego, de los 12,648 millones de pesos, sólo el 8.5% es del ciclo de otoño-invierno. El 40.9% corresponde al ciclo de primavera-verano y un 50.6% son de cultivo perenne, es decir que requieren agua en ambos ciclos. Lo que está en riesgo de perderse podría llegar hasta un 91.5% de la producción anual, es decir 11,575 millones de pesos. Adicionalmente las pérdidas que se podrían dar por los daños a árboles que tienen ciclos de producción de muchos años, podría dejar en muy malas condiciones la base de producción perenne en el estado de Chihuahua.

Es lamentable el mal manejo de las autoridades de todos los niveles sobre este tema, donde no se desplegaron adecuadamente las gestiones, donde no se estableció el diálogo apropiado con los productores y donde la opacidad reinó, incrementando la sospecha de un destino del agua no necesariamente para el cumplimiento del tratado.

Lamentablemente el conflicto se manchó con sangre.

Como se ha venido observando, el conflicto de las presas en Chihuahua sigue creciendo. Lamentable el homicidio en Delicias de la pareja de productores con la presunta participación de dos unidades de la Guardia Nacional, participación ya confirmada por la Fiscalía General del estado. Sin precedentes el hecho de que el pueblo, con gran habilidad táctica, sorprendiera a los miembros de la Guardia Nacional y los vencieron, desterrándolos de su posición de defensa de los intereses que a la fecha son inciertos.

Mientras tanto en todo el territorio nacional, las víctimas de homicidio siguen apilándose, y los criminales recibiendo una política llena de amor, besos y abrazos, ante la claudicación de la autoridad y el manejo de los recursos destinados a la seguridad pública para beneficios particulares.

Y la política pública se basa, cuando a la autoridad le es conveniente, en consultas públicas, donde ya se conoce de antemano el resultado. De no ser así, ¿por qué no se llevó a cabo una encuesta para el tema del agua de las presas de Chihuahua? Quizás el argumento es la obligación del cumplimiento del tratado con Estados Unidos. Si se utiliza ese argumento, entonces por qué llevar a cabo una encuesta para juzgar a los expresidentes, cuando la ley es clara sobre la procuración de justicia ante hechos delictivos. Así de ese tamaño las inconsistencias que ya derramaron sangre en la presa.

Lo que está en juego y defienden con la vida los productores de la región no es poca cosa. El ciclo de primavera-verano es el más importante de todo el año. En el ramo de producción agrícola por riego, de los 12,648 millones de pesos, sólo el 8.5% es del ciclo de otoño-invierno. El 40.9% corresponde al ciclo de primavera-verano y un 50.6% son de cultivo perenne, es decir que requieren agua en ambos ciclos. Lo que está en riesgo de perderse podría llegar hasta un 91.5% de la producción anual, es decir 11,575 millones de pesos. Adicionalmente las pérdidas que se podrían dar por los daños a árboles que tienen ciclos de producción de muchos años, podría dejar en muy malas condiciones la base de producción perenne en el estado de Chihuahua.

Es lamentable el mal manejo de las autoridades de todos los niveles sobre este tema, donde no se desplegaron adecuadamente las gestiones, donde no se estableció el diálogo apropiado con los productores y donde la opacidad reinó, incrementando la sospecha de un destino del agua no necesariamente para el cumplimiento del tratado.

Lamentablemente el conflicto se manchó con sangre.