/ jueves 29 de abril de 2021

Los polémicos “súper cierres” de fin de semana en Chihuahua

El alto grado de contagio y movilidad determinó que la Secretaría de Salud estatal decretara dos “súper cierres” de fin de semana para evitar el aumento de la propagación del Covid-19 en el estado de Chihuahua.

La entidad completa ahora se encuentra en naranja, ya que eran 57 los municipios que tenían este color y el resto estaba en amarillo. Esto se debe a que nuestro estado es el de mayor carga activa de coronavirus en el país, esto es, con un mayor riesgo de contagio y por ende de retornar al color rojo.

Chihuahua no es el único en naranja, pues también otras cinco entidades fueron clasificadas con este color por el semáforo de riesgo epidemiológico, como la Ciudad de México, aunque en esta urbe han continuado liberando las actividades económicas.

El pasado fin de semana desde las 23:59 horas del viernes hasta las 6:00 horas del lunes permanecieron cerrados los negocios de esta capital, notándose una menor movilidad en los centros comerciales, pero no así en los tianguis, que continuaron funcionando en varias colonias.

La polémica continúa siendo si los cierres totales funcionan o no para contener los contagios y por ende las hospitalizaciones. Al menos en el mes de noviembre del año pasado sí fueron efectivos para cambiar del rojo al naranja y al amarillo hasta el mes de abril, cuando se ha dado una tendencia ascendente de enfermos debido a la movilidad, sobre todo por la Semana Santa.

Nuestra entidad, de acuerdo a datos de la Secretaría de Salud federal, encabeza la tasa de positividad en las pruebas de Covid-19, con 42 de cada cien, superando la tasa nacional que es de 19 por cada 100 pruebas.

Chihuahua además ocupó el tercer lugar nacional de casos activos registrados la semana pasada, con mil 185 casos, mientras que la Ciudad de México tuvo 9 mil 30 y el Estado de México 2 mil 308 casos. Esta última entidad por cierto pasó de naranja al color amarillo.

De acuerdo a datos oficiales del fin de la semana pasada en el estado de Chihuahua se registraron 297 casos en un día y 53 fallecimientos, de los cuales 24 fueron en Juárez, por lo que este municipio ahora está también en color naranja, esto es, en riesgo alto.

Algo positivo de los cierres fue que los candidatos suspendieron sus eventos masivos y realizarán el resto de la semana en un 90 por ciento sus actividades en forma virtual para reducir la movilidad.

En otros artículos ya se había señalado que uno de los factores que incidían en el incremento de contagios eran las movilizaciones políticas electorales. Por ello no deja de ser encomiable esta decisión por parte de los partidos políticos y sus candidatos, esperando que puedan seguir con este tipo de medidas el resto de sus campañas.

Los cierres generalizados han sido cuestionados por el sector empresarial desde que se empezaron a aplicar para detener los contagios causados por la movilidad. El problema sigue siendo que mientras el sector organizado cumple con las medidas el sector informal continúa sus actividades incluso sin medidas preventivas, como es el caso de los tianguis.

Por lo pronto se espera que la incidencia de Covid-19 disminuya y se evite el tener que estar nuevamente en color rojo con sus severas medidas restrictivas. Los cierres son por consiguiente un mal menor comparado al que afectaría a toda la población si la pandemia llegara a un nivel incontrolable que rebase los limitados servicios de salud, tanto públicos como privados.

El alto grado de contagio y movilidad determinó que la Secretaría de Salud estatal decretara dos “súper cierres” de fin de semana para evitar el aumento de la propagación del Covid-19 en el estado de Chihuahua.

La entidad completa ahora se encuentra en naranja, ya que eran 57 los municipios que tenían este color y el resto estaba en amarillo. Esto se debe a que nuestro estado es el de mayor carga activa de coronavirus en el país, esto es, con un mayor riesgo de contagio y por ende de retornar al color rojo.

Chihuahua no es el único en naranja, pues también otras cinco entidades fueron clasificadas con este color por el semáforo de riesgo epidemiológico, como la Ciudad de México, aunque en esta urbe han continuado liberando las actividades económicas.

El pasado fin de semana desde las 23:59 horas del viernes hasta las 6:00 horas del lunes permanecieron cerrados los negocios de esta capital, notándose una menor movilidad en los centros comerciales, pero no así en los tianguis, que continuaron funcionando en varias colonias.

La polémica continúa siendo si los cierres totales funcionan o no para contener los contagios y por ende las hospitalizaciones. Al menos en el mes de noviembre del año pasado sí fueron efectivos para cambiar del rojo al naranja y al amarillo hasta el mes de abril, cuando se ha dado una tendencia ascendente de enfermos debido a la movilidad, sobre todo por la Semana Santa.

Nuestra entidad, de acuerdo a datos de la Secretaría de Salud federal, encabeza la tasa de positividad en las pruebas de Covid-19, con 42 de cada cien, superando la tasa nacional que es de 19 por cada 100 pruebas.

Chihuahua además ocupó el tercer lugar nacional de casos activos registrados la semana pasada, con mil 185 casos, mientras que la Ciudad de México tuvo 9 mil 30 y el Estado de México 2 mil 308 casos. Esta última entidad por cierto pasó de naranja al color amarillo.

De acuerdo a datos oficiales del fin de la semana pasada en el estado de Chihuahua se registraron 297 casos en un día y 53 fallecimientos, de los cuales 24 fueron en Juárez, por lo que este municipio ahora está también en color naranja, esto es, en riesgo alto.

Algo positivo de los cierres fue que los candidatos suspendieron sus eventos masivos y realizarán el resto de la semana en un 90 por ciento sus actividades en forma virtual para reducir la movilidad.

En otros artículos ya se había señalado que uno de los factores que incidían en el incremento de contagios eran las movilizaciones políticas electorales. Por ello no deja de ser encomiable esta decisión por parte de los partidos políticos y sus candidatos, esperando que puedan seguir con este tipo de medidas el resto de sus campañas.

Los cierres generalizados han sido cuestionados por el sector empresarial desde que se empezaron a aplicar para detener los contagios causados por la movilidad. El problema sigue siendo que mientras el sector organizado cumple con las medidas el sector informal continúa sus actividades incluso sin medidas preventivas, como es el caso de los tianguis.

Por lo pronto se espera que la incidencia de Covid-19 disminuya y se evite el tener que estar nuevamente en color rojo con sus severas medidas restrictivas. Los cierres son por consiguiente un mal menor comparado al que afectaría a toda la población si la pandemia llegara a un nivel incontrolable que rebase los limitados servicios de salud, tanto públicos como privados.