/ lunes 26 de septiembre de 2022

Microprocesadores

Por: Francisco V. Lozano

Mientras los norteamericanos dejan que Ucrania se encargue de los rusos porque en realidad no se necesita más, le han puesto toda su atención a los chinos. Resulta que en Taiwán se encuentra en la actualidad el corazón mismo de la economía americana, los microprocesadores.

A pregunta expresa de un periodista al presidente Joe Biden de que si defendería a Taiwán de una invasión china, éste respondió de inmediato que sí. Y no es para menos, sin los microprocesadores no existiría el mundo como lo conocemos actualmente, el estilo de vida del libre mercado y del capitalismo se derrumbaría.

El presidente Biden propuso una inversión en el mediano y largo plazo de 350 mil millones de dólares para desarrollar esa industria en su país y según información pública ha invitado a México para que se sume a ese plan de desarrollo. Echemos un vistazo a nuestra economía local.

Resulta que si usted quiere comprar un vehículo de agencia, de cualquiera de las más de 15 agencias europeas, coreanas, japonesas, alemanas, francesas, italianas, americanas y hasta españolas que hay en la ciudad, se topará con que tiene que esperar de tres meses a un año (como la Frontier de la Nissan), para que llegue del extranjero, no hay en existencia para vender al día porque a las ensambladoras les hace falta los microprocesadores.

Los americanos por rescatar su industria automotriz irían tranquilamente a una guerra. Pero la cosa no termina ahí, computadoras, teléfonos, televisores y hasta lavadoras necesitan de esa tecnología por eso resulta imperante mantener a salvo y bajo su control la misma, dondequiera que se encuentre.

Por si fuera poco, la industria de energías limpias como la solar, eólica, marítima y geotérmica también los necesita. Chihuahua ha transitado con éxito de la agricultura a la agroindustria; de los talleres artesanales como los que había en ciudad Delicias a la empresa de grandes dimensiones y tecnológicamente avanzada; de los abarrotes de la esquina a los oligopolios como Oxxo y tiendas departamentales; de las fondas de comida a los restaurantes de cinco estrellas, de los sanatorios a los grandes hospitales; llegamos a la era de los servicios y todo eso debido a que existen microprocesadores que nos lo han permitido y la diversificación económica del estado por supuesto.

La evolución no la puedes detener ni con un decretazo, se necesita de una necedad por encima de toda razón para tratar de echar abajo los ecos del progreso y eso no va a pasar en Chihuahua, seguimos estando en un punto privilegiado y con una población capacitada y con actitud, veamos si nuestras autoridades están al mismo nivel de desarrollo que la ciudadanía porque es momento de subirnos a ese carro tecnológico, porque tenemos una ventaja competitiva en la fabricación y maquilación de los llamados microprocesadores. Juntemos esa oportunidad con la que brinda la producción de energía limpia y tendremos la receta para el éxito económico y social en el Estado en los próximos cincuenta años.

Por: Francisco V. Lozano

Mientras los norteamericanos dejan que Ucrania se encargue de los rusos porque en realidad no se necesita más, le han puesto toda su atención a los chinos. Resulta que en Taiwán se encuentra en la actualidad el corazón mismo de la economía americana, los microprocesadores.

A pregunta expresa de un periodista al presidente Joe Biden de que si defendería a Taiwán de una invasión china, éste respondió de inmediato que sí. Y no es para menos, sin los microprocesadores no existiría el mundo como lo conocemos actualmente, el estilo de vida del libre mercado y del capitalismo se derrumbaría.

El presidente Biden propuso una inversión en el mediano y largo plazo de 350 mil millones de dólares para desarrollar esa industria en su país y según información pública ha invitado a México para que se sume a ese plan de desarrollo. Echemos un vistazo a nuestra economía local.

Resulta que si usted quiere comprar un vehículo de agencia, de cualquiera de las más de 15 agencias europeas, coreanas, japonesas, alemanas, francesas, italianas, americanas y hasta españolas que hay en la ciudad, se topará con que tiene que esperar de tres meses a un año (como la Frontier de la Nissan), para que llegue del extranjero, no hay en existencia para vender al día porque a las ensambladoras les hace falta los microprocesadores.

Los americanos por rescatar su industria automotriz irían tranquilamente a una guerra. Pero la cosa no termina ahí, computadoras, teléfonos, televisores y hasta lavadoras necesitan de esa tecnología por eso resulta imperante mantener a salvo y bajo su control la misma, dondequiera que se encuentre.

Por si fuera poco, la industria de energías limpias como la solar, eólica, marítima y geotérmica también los necesita. Chihuahua ha transitado con éxito de la agricultura a la agroindustria; de los talleres artesanales como los que había en ciudad Delicias a la empresa de grandes dimensiones y tecnológicamente avanzada; de los abarrotes de la esquina a los oligopolios como Oxxo y tiendas departamentales; de las fondas de comida a los restaurantes de cinco estrellas, de los sanatorios a los grandes hospitales; llegamos a la era de los servicios y todo eso debido a que existen microprocesadores que nos lo han permitido y la diversificación económica del estado por supuesto.

La evolución no la puedes detener ni con un decretazo, se necesita de una necedad por encima de toda razón para tratar de echar abajo los ecos del progreso y eso no va a pasar en Chihuahua, seguimos estando en un punto privilegiado y con una población capacitada y con actitud, veamos si nuestras autoridades están al mismo nivel de desarrollo que la ciudadanía porque es momento de subirnos a ese carro tecnológico, porque tenemos una ventaja competitiva en la fabricación y maquilación de los llamados microprocesadores. Juntemos esa oportunidad con la que brinda la producción de energía limpia y tendremos la receta para el éxito económico y social en el Estado en los próximos cincuenta años.