/ miércoles 1 de junio de 2022

¿Qué hacemos las empresas para repartir las utilidades?

En décadas pasadas era muy común escuchar la expresión “el negocio es para ganar dinero, utilidades”. Nos lo repetían en la universidad nuestros mentores o asesores ocasionales. Al día de hoy esta visión única de modelo de negocio ha cambiado, las empresas tenemos un panorama más amplio: generar un impacto económico en nuestra comunidad, crear empleos dignos que dan como resultado un desarrollo económico y profesional en nuestros colaboradores y, por supuesto, un crecimiento social en las personas y sus familias que forman parte de la empresa, cada día cuidando más el medioambiente, no sólo por las regulaciones que tienen las empresas, sino porque estamos conscientes de que tenemos que cuidar el agua, reciclar, cuidar nuestros residuos y ser ecoeficientes con el uso de energías renovables.

En los noventa nos explicaba un experto en negocios, “las utilidades en la empresa son como el oxígeno para los humanos, si la empresa no genera utilidad no sobrevive, pero esto no quiere decir que los humanos vivimos para respirar y las empresas para generar utilidad”.

Así es que una de las grandes responsabilidades que tenemos las empresas es generar utilidades para sus accionistas, para sus trabajadores, para seguir generando economía y, por supuesto, contribuir a nuestro país pagando impuestos, aunque muchos no estamos convencidos cómo los gastan nuestros gobiernos.

El 30 de mayo fue la fecha que por ley las empresas tuvimos que repartir a nuestros colaboradores el 10% de las utilidades generadas durante el ejercicio fiscal anterior. La mecánica para repartir es dividir la utilidad en 2 partes iguales, la primera parte se reparte proporcionalmente entre todos los trabajadores, y la segunda parte se reparte en proporción de los salarios que gana cada uno de ellos. Este método no considera temas importantes como la productividad de las personas, todos ganan igual independientemente que hay personas más productivas y que producen más en la empresa, no toma en cuenta que hay personas que no produjeron o hicieron mal uso de los recursos de la empresa, todos ganan lo mismo.

El bajo crecimiento de la economía en México, los altos impuestos, la excesiva fiscalización para las empresas, así como el bajo flujo de efectivo provocaron que los pequeños, medianos y grandes empresarios hicieran uso de todas sus habilidades e ingenio para poder pagar en tiempo y forma, gran parte de ellos accediendo a deuda para poder cumplir, porque es importante aclarar que generar utilidades no quiere decir que el dinero está en el banco.

Gran parte de las empresas llegan descapitalizadas a esta época del año, ya que todas las que generaron utilidades, ya sean pequeñas o grandes, pagaron una cantidad importante de impuestos en su declaración anual de abril; la mayoría de las empresas tienen que invertir recursos para seguir creciendo, en la modernización de su maquinaria, en nuevas tecnologías para ser competitivas, en equipos de transporte, en equipo de cómputo o en inventarios, por lo que las utilidades no están en el flujo de efectivo.


Ing. Francisco Santini Ramos

Presidente del Centro de Responsabilidad Social para el Desarrollo Sostenible.


En décadas pasadas era muy común escuchar la expresión “el negocio es para ganar dinero, utilidades”. Nos lo repetían en la universidad nuestros mentores o asesores ocasionales. Al día de hoy esta visión única de modelo de negocio ha cambiado, las empresas tenemos un panorama más amplio: generar un impacto económico en nuestra comunidad, crear empleos dignos que dan como resultado un desarrollo económico y profesional en nuestros colaboradores y, por supuesto, un crecimiento social en las personas y sus familias que forman parte de la empresa, cada día cuidando más el medioambiente, no sólo por las regulaciones que tienen las empresas, sino porque estamos conscientes de que tenemos que cuidar el agua, reciclar, cuidar nuestros residuos y ser ecoeficientes con el uso de energías renovables.

En los noventa nos explicaba un experto en negocios, “las utilidades en la empresa son como el oxígeno para los humanos, si la empresa no genera utilidad no sobrevive, pero esto no quiere decir que los humanos vivimos para respirar y las empresas para generar utilidad”.

Así es que una de las grandes responsabilidades que tenemos las empresas es generar utilidades para sus accionistas, para sus trabajadores, para seguir generando economía y, por supuesto, contribuir a nuestro país pagando impuestos, aunque muchos no estamos convencidos cómo los gastan nuestros gobiernos.

El 30 de mayo fue la fecha que por ley las empresas tuvimos que repartir a nuestros colaboradores el 10% de las utilidades generadas durante el ejercicio fiscal anterior. La mecánica para repartir es dividir la utilidad en 2 partes iguales, la primera parte se reparte proporcionalmente entre todos los trabajadores, y la segunda parte se reparte en proporción de los salarios que gana cada uno de ellos. Este método no considera temas importantes como la productividad de las personas, todos ganan igual independientemente que hay personas más productivas y que producen más en la empresa, no toma en cuenta que hay personas que no produjeron o hicieron mal uso de los recursos de la empresa, todos ganan lo mismo.

El bajo crecimiento de la economía en México, los altos impuestos, la excesiva fiscalización para las empresas, así como el bajo flujo de efectivo provocaron que los pequeños, medianos y grandes empresarios hicieran uso de todas sus habilidades e ingenio para poder pagar en tiempo y forma, gran parte de ellos accediendo a deuda para poder cumplir, porque es importante aclarar que generar utilidades no quiere decir que el dinero está en el banco.

Gran parte de las empresas llegan descapitalizadas a esta época del año, ya que todas las que generaron utilidades, ya sean pequeñas o grandes, pagaron una cantidad importante de impuestos en su declaración anual de abril; la mayoría de las empresas tienen que invertir recursos para seguir creciendo, en la modernización de su maquinaria, en nuevas tecnologías para ser competitivas, en equipos de transporte, en equipo de cómputo o en inventarios, por lo que las utilidades no están en el flujo de efectivo.


Ing. Francisco Santini Ramos

Presidente del Centro de Responsabilidad Social para el Desarrollo Sostenible.